miércoles, 18 de agosto de 2010

VECINOS DE ENFRENTE

VECINOS DE ENFRENTE
Eran una debilidad para ella.
Los chicos “que estaban buenos” de la adolescencia.
Los que comentaba con sus amigas.
Hermanos entre ellos, eran dos, buena pilcha, algo de barrio, buena educación.
Vecinos,  involuntariamente, casi por inercia objetos de su control.
Sus amigas se turnaban para quedarse a dormir, tomaban mates hasta tarde, escuchando música y “disimuladamente” observando las entradas y salidas de la casa de enfrente.
Uno era menor que ella, el otro seis años mayor.
Con el más chico compartían algunas actividades de grupo, siempre faltaban varones en los bailes, picnics, idas al centro, o simplemente en las reuniones de los viernes para jugar al truco, en parejas y con apuestas.
El mayor la saludaba, casi sin verla,  era una más de las nenas del barrio, que iba creciendo, sí… pero demasiado lento a juzgar por las chicas que lo visitaban.
No contaba con el oportunismo que era casi el rasgo característico de él.
La clase de persona que siempre cae de pie.
Estaba a punto de recibirse de contador, el padre de ella capo de la DGI.
Con el más chico descubrió una especie de complicidad, compañerismo, gustos en común, se confiaban casi todo y después actuaban según consejo del otro … pero más de una se dio cuenta de cuál era la fantasía de él.
Comenzó a demostrar otro tipo de interés en su vecina.
Ella, quería pertenecer a esa familia casi ideal según su propia visión y desde afuera, claro.
El distante hermano mayor, comenzó a charlar mucho más con el padre de su vecinita, que ya estaba en la veintena.
Comenzaron a encontrarse en el club, ambos disfrutaban del tenis, mucha charla después, asesoramiento, el muchacho era ambicioso y lo demostraba, el padre de ella nunca despreciaba una persona potable en cuanto a trabajo, esfuerzo y confianza.
El menor, casi un año más chico, comenzó a tratar de sondear los sentimientos de ella.
En realidad no eran nada fuera de lo común, una familia tipo, de pasar normal, muy atractivos todos, tenían algo, muy poco dados con el barrio.
Hubo un asado familiar en el club para tenistas, un atardecer a fines del verano.
Se probó todas sus mallas y las de sus amigas, cortó sus jeans de mejor calce, eligió  un broche para el cabello muy “de contracté” y el peinado como al descuido (que le llevó fácil hora y media) dio sus frutos, muy naif…y muy sexi también.
Las madres conversaban por primera vez en diez años de conocerse.
Los hombres mayores, incluido el hermano que derretía y a la vez inspiraba cierto respeto a nuestra heroína,  preparaban el asado con bebidas y picadas de por medio, anécdotas, equipos favoritos, en fin todo muy social.
Los amigos  fueron a recorrer el lugar.
_ Qué te parece un buen chapuzón._ propuso él mientras la miraba medio de reojo, la notaba diferente, como secretamente excitada por algo.
_Estás loco????????? Que querés que el pelo me quede peor todavía?_
_Perdón y qué tiene de especial tu pelo hoy? Y no es lo que hicimos todo el santo verano, nadar, nadar, tirarnos en las reposeras, jugar al truco y vuelta a la pile durante horas _ decididamente estaba diferente.
__Pero hoy no quiero parecer un varoncito desaliñado y torpe, quiero estar linda para, para… bueno para todos_ miró con nostalgia la casi vacía piscina de aguas transparentes y que tanto la relajaba.
_Para qué todos si estamos nosotros, la familia, y yo te he visto como vos decís “hecha un varoncito” y…_ suspiró, caminó en silencio sin agregar nada más, pero cuando se estaba por decidir a hablar, ella lo hizo casi al mismo tiempo, la escuchó.
_Qué onda tu hermano?_ hizo acopio  de valor y trató de ser más directa_ alguna de esas que están con él es medio novia? Le interesa una en particular?.
_No sé, por qué me preguntas eso?._
_Me parece que me gusta… es tan…misterioso,…tan responsable en el estudio, no sé, parece como más grande, mucho más grande que nosotros.
_ES MUCHO MÀS GRANDE!!!!!!!!!!!!_ empezó a sentirse amenazado, no dijo lo que le iba a decir, y al no poder expresarlo le pareció más grave, más importante.
_Averiguame, dale, por favor, me encanta tu hermano::_ no pudo evitar la mirada mezcla de incredulidad y desazón de él.
No fue necesario que su compinche hiciera nada, al poco tiempo, el mayor comenzó a tejer intereses con el padre… y con la hija.
En pocos meses estaba, antes de recibirse, en la DGI sueldo y vacaciones envidiables, buena categoría de entrada, y lo demás… corría por su cuenta.
Con la hija…un poco de “galanteo compartido con el futuro suegro” , ignoraba el deseo de tantos años de pertenecer a la familia de enfrente, seducida por el mayor y compinche del más chico.
Sólo una vez, en la boda , el menor se sinceró con ella.
Estaban en los jardines del salón de fiestas y ella lo llevó a la rastra a caminar, estaba alborozada, inquieta, temerosa, feliz, necesitaba a su amigo cerca.
En un banco de hierro, bajo un árbol añoso, lo sentó a su lado a charlar, le tomó las manos.
_Ojalá fueras vos el que se casa hoy conmigo_ la miró atónito, serio, no se rió como ella esperaba, compartiendo la ¿broma?._ es que si bien lo conozco de toda la vida, te juro que en realidad todo esto fue muy rápido, no sé … papá lo adora, y él es como si… no sé… como si se identificara con la carrera de mi padre, como que tuviera muchos planes y proyectos mas comunes  entre ellos que conmigo…fueron juntos a elegir el depto,  aunque supuestamente era un regalo de mis padres para mí, pasan horas charlando sin que se den cuenta si nosotras participamos o no y cuando estamos solos…_ esa parte su amigo no quería escucharla… pero se obligó a poner cara de póker.
_Es como que yo también soy parte de todo lo que él…¿adquirió?...¿obtuvo?...como que mi tarea es dar buena imagen, socialmente fantástica siendo hija del capo de su trabajo, adaptarme a sus horarios, decisiones, … me hace sentir insegura…siempre con un “ manojo” de babosas alrededor, mirándolo con ojos  de vaca degollada_ suspiró con mezcla de fastidio e impotencia.
La miró, en su vestido de novia, tan joven, tan dulce, tan compañera…”ojalá hubiera sido yo”… “ahora no estaríamos hablando”.
Recién le cayó la ficha, ERA SU CUÑADA, iba a ser como su hermana, iba a ser el tío querido de sus hijos…¿pero podría evitar las fantasías que tenía con ella? ¿Los momentos en que la rozaba mientras nadaban o jugaban al vóley en la pile?.
_Por qué te casaste con él???,  es como que vas al “cadalso pero feliz”… no te entiendo_ estaban muy cerca, se notaba la tristeza en él, los ojos como imanes uno en el otro, y ella descubrió lo que no había sabido ver.
__Perdón?... molesto?_ el flamante y atractivo novio parado con toda su elegancia junto a ellos sonreía…sólo con sus labios, la mirada era fría, casi impersonal, ¿cuánto  habría escuchado? _pareciera que alguien se está despidiendo…nadie se va, nadie perdió nada…todos vamos a estar muy unidos…luego del viaje de bodas… claro._ cualquiera que observara de lejos interpretaría que dos traviesos cachorritos escaparon de la mirada del cuidador…acaso no eran una pareja? No eran un par? El par no significa igualdad?.
Por algún motivo nadie respondió. Extendió  la mano que ella tomó , estaba absolutamente enamorada de “ su marido”…¿pero qué es lo que la seducía tanto de él?.
Volvieron al salón, brindis, aplausos, el vals, baile…
En el mejor cuarto del mejor hotel, ella ni aún en su encantador conjunto de encaje y razo se sentía dueña de la situación. El obviamente hizo amplio despliegue de su encanto y experiencia, no había intentado nada en el breve noviazgo, era como la frutilla del postre, resultara como resultase estaba dispuesto a casarse igual, demasiados proyectos prácticos y jugosos como para desperdiciarlo por detalles… solucionables?.
Suponìa que ella respondería con ardor, entrega y pasión, no dudaba de que estaba enamorada de él, hacía años que se ruborizaba con solo hablarle o mirarla fijo, le provocaba placer, no era usual en la época en que vivían.
Se sorprendió gratamente, evidentemente su mujer dejó la timidez con su traje de novia, lo siguió… pidió, y reclamó, la notó mas firme a medida que la luna de miel transcurría,  una vez que demostró que en la cama…iban de igual a igual…le gustó.
_Con respecto a mi hermano_ le dijo él cuando estaban por dejar la habitación para regresar a lo que sería su mundo habitual.. ella enarcó una ceja en gesto interrogante_ _Podes seguir siendo todo lo compinche que quieras, me importa muy poco si nadan juntos o comparten un grupo en los días de ocio…pero no acepto mas intimidades ni juegos de confesionario… y lo digo en serio…es hora de crecer  y fuiste totalmente libre de elegir con quien casarte… es más si no me equivoco fueron tus miradas furtivas las que me dieron la idea de pedirte que te casaras…conmigo._ tomó el bolso de viaje y la tarjeta de la habitación, mantuvo la puerta abierta para que ella saliera al palier, saludaron a los “conocidos del hotel” y juntos subieron al taxi que los llevaría al aeropuerto, una pareja atractiva, un poco anticuada, machista, ¿confiable?.
Uno de los dos seguramente sería el sorprendido con el tiempo.

Patricia, marzo de 2010


4 comentarios:

  1. La nena se salió con la suya, pero algo me dice que lo va a pagar caro...

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  2. susi! gracias a tu entusiasmo y al de algunas otras romànticas... siguiò esto que se transformò en una trilogìa. jajajja besotes.

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  3. Menage a troi se avecina... Pero el maridito me cae pesado, es un oportunista, no la va a hacer feliz, te juro. jajajajaja.

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    1. jajajaj olguita, (liliana)...es un cuento viejo, parte de una trilogìa y es uno de los màs leìdos en el blog... pero no es un menage a trois.... al menos no del lado que te imaginàs.

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