domingo, 22 de diciembre de 2013

AVESTRUZ

AVESTRUZ

_Me parece que la que no ve la realidad sos vos, no yo_ le dijo a su amiga mientras tomaban sol dentro de la pequeña pero fresca pileta compartida.
_No entiendo…o me vas a decir que ese matrimonio es real?_ no se miraban, ambas recostadas en las colchonetas, con lentes oscuros se dejaban mecer de cara al sol.
_No es real en el sentido en que podemos entenderlo vos o yo, pero para lo que ellos entienden y aceptan, es un matrimonio….tal vez no una pareja, pero lo que “emprendieron” hace treinta años sigue en pie, es una sociedad que fue modificando sus reglamentos…su estatuto_
_Justamente, lo que diferencia a cualquier empresa de una familia es la condición afectiva, el amor, la lealtad….lo que tienen ellos es durar, no elegirse mutuamente a través del tiempo_
_Si, se eligen, no por los motivos que fueron los originales, no por pasión, enamoramiento o lo que fueran, pero no están obligados a estar juntos si no quieren….lo hacen porque de alguna manera, la situación les cierra o les conviene._ giró sobre sí misma y se zambulló para refrescarse dejando las gafas sobre la cama plástica, echó su largo cabello hacia atrás y se ajustó el broche para retomar su asada tarea, el calor era sofocante.
La conversación tuvo su origen en los comentarios de la fiesta que habían compartido la víspera.
Una pareja común a ambas festejaron sus bodas de “Perla”, con el consiguiente regalo del esposo haciendo honor a los años cumplidos, foto familiar perfecta, o casi, uno de los hijos no juzgó necesario hacer  trece mil km para el festejo, su saludo fue muy “on line”.
Era vox populi que entre ellos hacía rato que la chispa se había apagado, eran una imagen de portarretrato, cuyo pie eran las alternativas amantes de él y la dedicación absoluta, total y casi obsesiva de ella por su trabajo dentro y fuera del hogar.
Pero  jamás se dio por aludida en las conversaciones con amigas acerca de las diferentes mujeres que ayudaban a sostener su matrimonio, nunca se mostró preocupada, decaída, furiosa o depresiva.
Ellas, en privado se preguntaron más de una vez si esta manera de vivir un tanto “avestruz” no tendría sus beneficios, sus tranquilidades, pero siendo como eran, tan absolutistas y determinantes, no hubieran podido esconder la cabeza ante lo evidente.
En la fiesta, ambos bailaron y brindaron, se rieron ante el video sorpresa que le prepararon los chicos con fotos del noviazgo, luna de miel, nacimientos, viajes y escenas cotidianas, no había sombras en los ojos de ninguno de los dos, es más, a la vista era pura satisfacción de ambas partes y esto era lo que extrañaba sobremanera a algunos en el grupo.
_Tal vez entre ellos está todo recontra archi hablado, evidentemente se hacen buena compañía, les gusta salir, nunca nos hicieron pasar un mal momento con indirectas o discusiones como otros, tienen mucha vida por separado también….y capaz que hasta de vez en cuando hacen el amor, qué sabès?????, me parece que vos te hacès un mundo por nada y ellos la pasan bárbaro_ se encogió de hombros y ambas quedaron en silencio un rato, una, la que justificaba la relación era soltera empedernida, la otra, divorciada y vuelta a casar, incapaz de sostener lo insostenible, siempre luchando por desprender vendas propias y ajenas….
_Bueno, en definitiva, a los que les tiene que cerrar la situación es a ellos y a su familia, los de afuera somos de palo…. Yo lo único que planteo es que para mí eso no es un matrimonio real, que festejes porque tenès ganas de hacer una joda y reunirte a tomar y comer, fantástico…. ¿pero los treinta años de casados?????....mmmm, no, me parece muy hipócrita.
_Es que HACE TREINTA AÑOS QUE ESTÀN CASADOSSSSSSSSS…. A ver si lo entendès y para ELLOS fue una elección válida más allá de la manera en que transcurrieron o no._ los lentes oscuros impidieron que la otra vea el revoleo de los ojos.
Después de comentar sobre el champagne y la ropa, la música y el lugar, optaron por sacar las colchonetas y nadar un rato, la música inundaba el patio dando un toque alegre al atardecer de un día más que caluroso.
El marido de la dueña de casa se levantó de una siesta refrescante, puso tres vasos helados con una cervecita y armó una picada en la galería, había comenzado a soplar un viento suave pero bienvenido, lo recibieron agradecidas y su mujer le dio un sonoro beso “sos lo más” le dijo a lo que él respondió “ya lo sé”.
Las sombras se fueron agigantando, la charla se hizo amena y relajada, cada uno en su equilibrio personal, único e irrepetible, con sus desniveles, planteos y replanteos, sus miserias algunas a raya otras no tanto, sus problemas, sus mochilas a cuesta pero regalándose un recreo compartido, con risas, anécdotas, un chapuzón, cambio de música y el proyecto de un asadito para el fin de semana siguiente y la promesa de un “amigo re copado” para presentarle a la eterna soltera que seguramente ya comenzaría a inventarle un millón de defectos para que nada ni nadie altere su paz personal.



PATRICIA FIGURA, diciembre de 2013

domingo, 15 de diciembre de 2013

CADA UNO CON SU VELO.

CADA UNO CON SU VELO

Muchas veces, no sabemos a quién le debemos nuestra ¿felicidad? cotidiana, o al menos el intento de vivir lo más alegres posible y transmitirle eso a la familia que se eligió formar.
Hay velos que nuestro inconsciente no deja caer, pero hay otros productos de decisiones ajenas que tal vez se nos oculten por nuestro propio bien….de hecho hay situaciones que jamás sabremos a quién agradecer realmente y en esa ignorancia tal vez podamos ser injustos con quienes fueron los que sacrificaron algo para que nosotros tengamos lo que nos dibuja una sonrisa de satisfacción.
Una pareja festejando sus bodas de plata, rodeado de todos sus hijos, con sus sonrisas gigantes, compartiendo con familia y amigos, bailando, brindando… la mirada limpia de ella cada vez que se posa en él, bendiciendo cada uno de los días compartidos, sabiéndose segura en el amor, en la salud y en el futuro que él supo crear para sus hijos en esta carnicería financiera actual.
¿Cómo saber que esa alegría está basada en un secreto celosamente guardado por su familia durante más de veinte años?.
¿Cómo sospechar que ese titán que constituye toda su fortaleza fue capaz de la más vil de las acciones y al verse descubierto pidió protección a cambio de hacer feliz a su familia el resto de su vida?.
¿Cómo en los momentos en que se sintió seguro y fuerte para enfrentarse a quienes lo cubrieron por amor a la hija, tener herramientas para hacerle frente cuando ellos mismos avalaron que ella lo adore?.
Velos…
Una madre y un padre, pálidos, con un nudo en el estómago ante ese escritorio donde el pediatra con toda la delicadeza de la que fue capaz les da un diagnóstico de pesadilla…. sí o sí un trasplante.
La incredulidad ante la cantidad de otros hijos en la misma situación, el ruego, pero ¿qué pedir? ¿Qué alguien pierda un hijo para que el propio viva?...no entra en la cabeza de nadie, pedir fuerzas a Dios, que ilumine a quienes portan la ciencia, a quienes pueden hacer entender a un padre del dolor que ante lo inevitable, permita que parte de sus hijos que ya no van a servir de nada, puede permitir que otra criatura crezca sana, fuerte, feliz y así de alguna manera mantener vivo al propio ser querido.
El milagro de una decisión a tiempo, de grandeza de alma y espíritu, gente de bien, desprovista de egoísmo y miseria humana, logra que niños que tenían los días contados, con los años logren cumplir todas las etapas que alguna vez parecían imposible….agradecer y bendecir el nombre de quién no conocen, pero a quienes le deben la vida.
Velos…
Un esposo estructurado, parco, bueno, trabajador, materialista, con la seguridad de que sus decisiones son ley…. que realmente cree a ciencia cierta que su absolutismo es el que hace que su familia “marche” como debe ser, bajo su ala y protección…¿sabrá alguna vez que la sigue teniendo gracias a los desahogos, recreos, refugios que su mujer logró hallar en las redes sociales? ¿en mensajes catárticos con conocidos del chat que jamás pasarían a ningún terreno de infidelidad pero que él sería incapaz de entender y mucho menos compartir?.
Velos….
Una nena, celosa en su pérdida, en el destrozo familiar, que refugia su dolor en sus abuelos, creyéndose la reina de su universo…ignorando que tiene otros hermanos, que también merecen el cariño familiar, un lugar en la mesa del domingo, pero que se los ocultan celosamente para no agregar otra mochila, para esperar que sea más grande, que vea las cosas desde otro punto de vista y no de la pérdida…¿podrà agradecer y entender los motivos alguna vez?.
Velos….
Podría seguir así hasta el infinito…. Cada uno tiene los propios o es dueño de los ajenos, solo resta confiar en intentar hacer lo mejor, y si nos equivocamos que sea a favor de la persona que decimos amar.


Patricia Figura, diciembre de 2013