viernes, 28 de octubre de 2011

àngeles de Dios....preciosa canciòn.

http://www.youtube.com/watch?v=G2QXqQMSecU&feature=related

esta canciòn va a quedar para siempre asociada a mi hija menor, cuando en un acto de fin de año, siendo ella muy chiquita y representando con todos sus compañeritos al pesebre, la cantamos todos los papàs con nuestros angelitos.
nunca va a dejar de emocionarme.

patri.

martes, 25 de octubre de 2011

EN FAMILIA....


 EN FAMILIA.
Con la vista recorrió el resultado final.
Lo que fuera el garaje de la casa cuando la alquilara, varios años atrás,  se convirtió en su lugar de trabajo.
Podía con solo abrir una puerta, estar cerca del crecimiento de sus hijos, compartir un mate, vigilar la comida para que al llegar del cole siempre encontraran la mesa con algo para compartir.
Había días en que el cansancio se concentraba en sus cervicales, otros en que las piernas se negaban a sostenerla…pero no era de quejarse, siempre estaba pronta para las bromas, las risas, hablar con ellos casi en susurro mientras pasaba la tintura a una clienta o lavaba la cabeza de otra.
Ellos veían el trabajo, ayudaban, se rebelaban, crecían, maduraban, se enojaban, consolaban y también como todo hijo que se sabe protegido… demandaban.
Con el pie corrió apenas unos centímetros la maceta nueva,  en sólo dos días y con el esfuerzo de su familia, cambiaron la cara al lugar, paredes en contraste, plantas, los cromados relucían y los tonos oscuros de los elementos de trabajo destacaban contra los grandes espejos que agrandaban el espacio haciéndolo ver más amplio y cómodo.
En silencio y antes de darse un baño se permitió un rato a solas, …los chicos estaban afuera, disfrutando el fresco de la tarde con los abuelos, siempre presente, acompañando, abrazándolos pero sin invadir.
La familia se agrandó en los últimos años, después de tanto tiempo solos, cada uno contaba con un par, gente buena, sencilla como ellos, contagiados por su trabajo de hormiga, constante, lento a veces…. Pero que al mirar hacia atrás demostraba el camino recorrido.
Demasiado joven quedó sola, con dos chicos por formar, alimentar, dar abrigo y un techo, también quedó sin trabajo…jamás quedaría sin coraje.
Comenzó cortando el cabello, dedicándose a aprender, haciendo de su lugar de trabajo un lugar para la familia y los amigos…a veces la puerta no se abría, días de angustia que a nadie demostraba, cuentas por pagar, regalos que postergar, listas de pendientes, pero de la noche a la mañana la cosa cambiaba y los brazos se movían seguros y el ceño se fruncía concentrado.
De a poco su hija se fue sumando, un poco por ayudar, otro buscando su propio rumbo, así de ser una mamá en un garaje, con todo el peso sobre sus hombros, pasó a ser una compañera laboral.
En el nuevo salón, se maquillaba para fiestas, se hacían las manos, algo de depilación y también horas de psicoanálisis para las recién divorciadas, la que nunca enganchaba nada, la que los martes contaba la dieta que comenzaba el lunes y que para el brushing del viernes ya habría abandonado seguro.

El hijo de un momento para el otro se hizo un hombre, espaldas anchas, rostro serio, profesional y compañero para ofrecer ese mate cuando la madre no tenía respiro.
Con una sonrisa miró la foto de los dos que le sonreían desde un lugar de veraneo, no hubo muchas oportunidades de viajes en familia, pero si ella se iba en pareja, ellos no eran egoístas, descansaban con su descanso, y ese tiempo era compartido con amigos, fiestas, dormir hasta tarde, no ordenar hasta horas antes de su regreso.
Suspiró satisfecha como un gato, estiró su cintura hacia un lado y el otro, recogió un papel de caramelo  y acomodó el platito con bombones listos para las clientas de la próxima semana.
Escuchó que la llamaban desde la puerta, los bizcochos iban a desaparecer sin que los probase, echó a la perra, no quería marcas de pisadas, del patio de atrás soplaba una brisa a azahares….
Lo bueno de haber comenzado su maternidad e independencia tan joven  era que tenía miles de años más para disfrutarlos por delante….compartían la ropa con su hija, películas y charlas con el varón…eran sólidos y habían demostrado que en familia todo se puede, sin duda esa era su mejor empresa, su orgullo, su familia y seguramente muy pronto  y así paso a paso llegaría también el “techo propio”.

Patricia Figura, octubre de 2011

Para esas mamás que más de una vez han pasado una noche “gastando” el cielorraso, tratando de equivocarse lo menos posible y de cubrir con amor y compañerismo las necesidades de sus hijos.

CASONA...de Norma Segades Manìas.


Del libro: Un muelle en la nostalgia

CASONA.

Los antiguos retratos.
Santa Fe, 1955

Los antiguos retratos
simplemente
observaban mis hondos fisgoneos
de infancia contundente
suburbana
desde la altura de su olvido sepia
El hilo perfilaba
en los silencios
sus heraldos de blanco cañamazo
anunciando la gloria prometida
desde la eternidad de sus trompetas
La penumbra era
casi un territorio
casi un reino de mágicos rituales
casi una geografía de frescuras
asediando el misterio de la siesta
y un tosco pavimento enladrillado
abrevaba
en las trémulas glicinas
su imprudencia de aromas
su osadía
el diáfano ritual de sus cadencias
Más allá
los veranos agrietaban
con mandobles furiosos
amarillos
y embriagueces de cielos a destajo
el útero solar de la inocencia
Hacia donde la luz trenza ternuras
hacia donde el recuerdo huele a menta
aguarda
entre diamelas y puntillas
nube y raíz
la casa de la abuela

miércoles, 19 de octubre de 2011

mira hacia arriba. (desconozco el autor)


UNA BUENA REFLEXION
EL...... BUITRE

Si pones un buitre en un cajón que mida 2 metros x 2 metros y que este completamente abierto por la parte superior, esta ave, a pesar de su habilidad para volar, será un prisionero absoluto. La razón es que el buitre siempre comienza un vuelo desde el suelo con una carrera de 3 a 4 metros . Sin espacio para correr, como es su hábito, ni siquiera intentará volar sino que quedará prisionero de por vida en una pequeña cárcel sin techo..

EL MURCIÉLAGO

El murciélago ordinario que vuela por todos lados durante la noche es una criatura sumamente hábil en el aire, pero no puede elevarse desde un lugar a nivel del suelo.

Si se lo coloca en el suelo en un lugar plano, todo lo que puede hacer es arrastrase indefenso y, sin duda dolorosamente, hasta que alcanza algún sitio ligeramente elevado del cual se pueda lanzar a si mismo hacia el aire.

Entonces, inmediatamente despega para volar

LA ABEJA.

La abeja al ser depositada en un recipiente abierto, permanecerá allí hasta que muera, a menos que sea sacada de allí.
Nunca ve la posibilidad de escapar que existe por arriba de ella, sin embargo persiste tratando de encontrar alguna forma de escape por los laterales cercanos al fondo.

Seguirá buscando una salida donde no existe ninguna, hasta que completamente se destruye a si misma.

LAS PERSONAS:

En muchas formas, somos como el buitre, el murciélago y la abeja obrera.

Lidiamos con nuestros problemas y frustraciones,

sin nunca darnos cuenta que todo lo que tenemos que hacer es ver hacia arriba.

Esa es la respuesta, la ruta de escape y la solución a cualquier problema.

Solo mira hacia arriba!!.

LA TRISTEZA MIRA HACIA ATRÁS,

LA PREOCUPACIÓN MIRA ALREDEDOR,

LA DEPRESIÓN MIRA HACIA ABAJO,

PERO LA FE .....

LA FE MIRA HACIA ARRIBA!!
 

lunes, 17 de octubre de 2011

de una autora de 90 años. ( extraìdo de Poesìas, Cuentos y Reflexiones.)

AUTORA: UNA MUJER DE 90 AÑOS
MIS CONSEJOS PARA LOS JÓVENES

- La vida no es justa, pero aún así es buena.
- La vida es demasiada corta para perder el tiempo odiando a alguien.
- Tu trabajo no de cuidará cuando estés enfermo... tus amigos y tu familia si, mantente en contacto siempre.
- No tienes que ganar cada discusión, debes estar de acuerdo en no estar de acuerdo.
- Llora con alguien, alivia mas que llorar solo.
- Cuando se trata de chocolate, la resistencia es inútil.
- Haz las paces con tu pasado para que no arruine el presente.
- No compares tu vida con la de otros, no tienes idea de cómo es su travesía.
- Si una relación tiene que ser secreta, mejor no tenerla.
- Elimina todo lo que no sea útil, hermoso o alegre.
-Respira profundamente... eso calma la mente.
-Lo que no te mata, en realidad te hace mas fuerte.
- Nunca es demasiado tarde para atener una niñez feliz, pero la segunda sólo depende de tí.
- Cuando se trata de perseguir aquello que amas en la vida, no aceptes un "NO" por respuesta.
- Enciende las velas, utiliza las sábanas bonitas, ponte la lencería cara, no la guardes para una ocasión especial, hoy es es especial.
- El órgano sexual mas importante es el cerebro.
- Nadie es responsable de tu felicidad, tan sólo tú.
- Se excéntrico ahora, no esperes a ser viejo para hacerlo.
- Enmarca todo supuesto " desastre " con estas palabras: EN CINCO AÑOS ¿ ESTO IMPORTARA?.
- Perdónale todo a todos.
- Los que los otras personas piensen de ti no te incumbe.
- El tiempo sona casi todo, dale tiempo al tiempo.
-Por mas buena o mala que sea una situación algun día cambiara.
- No te tomes tan en serio, nadie mas lo hace.
- No cuestiones la vida, solo vívela y aprovéchala al máximo hoy.
- Llegar a viejo es mejor que la alternativa... morir joven.
- Lo único que importa es que al final hayas amado.
- Sal todos los días, los milagros están esperando en todas partes.
-Si juntáramos nuestros problemas y viéramos los montones de los demás querríamos los nuestros.
- La envidia es una perdida de tiempo, tu ya tienes todo lo que necesitas.
- Lo mejor esta aun por llegar.
- No importa como te sientas arréglate y preséntate.
- ¡CEDE!.
- La vida no esta envuelta con un lazo pero sigue siguiendo un regalo.

jueves, 13 de octubre de 2011

Y AHORA?.

Y AHORA?
En un momento de la noche sintió que algo cambiaba en ella.
Un cierto fastidio se colaba sin poderlo manejar…cuando quería asir la sensación para estudiarla y vencerla… se evaporaba tan rápido como había llegado.
Se sentía tensa, no estaba acostumbrada a que las cosas se escapen de su control, hasta el clima le “obedecía”… necesitaba que esa noche fuera, fresca, perfumada, llena de estrellas… y por supuesto así era.
Iba de grupo en grupo saludando, recibiendo halagos  y amabilidades… elogios por la organización, por el servicio de catering , la música…. excelente y suave la iluminación en el parque de la sede a la cual pertenecía desde hacia años y en la que había hecho una carrera brillante.
Todos los que la conocían estaban allí.
Los de la cúpula a la cual pertenecía.
Su familia, a la que progresivamente había podido acomodar en lugares seguros, con ingresos regulares y tranquilidad financiera… origen humilde, muchos hermanos, poco dinero, orfandad por parte de padre en plena adolescencia, madre astuta pero con los brazos y los tiempos atados por hijos chicos todavía.
Ella se aseguró de no pasar por eso.
Bajo el ala de conocidos de su madre comenzó a trabajar a edad muy temprana, secundario completo y un terciario rápido, cursos “todos los que humanamente podía tomar”, horario full time.
Siempre estaba disponible, se fue comprometiendo y escalando, sus hermanos, menos ambiciosos, saltaban de una changa a la otra, trabajos sencillos, poco estudio,  todos casados, contentos cada uno dentro de sus realidades, pasando estrecheces, es cierto, pero lo vivían distinto.
Estaban sus amigos, no había nadie de la infancia, ni de su época de estudiante, eran relaciones de su vida matrimonial.
Porque eligió y fue tras él.
Soltero, joven, inteligente, poco empuje, rendía muy bien en el lugar que lo pusieran… pero no de motus propio, era una excelente sombra y un mejor títere.
Se complementaban fantástico.
“Nada de hijos” aclaró ella al principio de la relación.
A él no le importó.
“Nunca voy a cambiar de opinión” le advirtió ella, quería las cosas claras de antemano, no iba a vivir recibiendo facturas por lo que no fue o pudo ser…él lo aceptó, no estaba dispuesto a extrañar lo que no conocía, le gustaba la comodidad, un hogar ordenado, salir del trabajo a media tarde y ser dueño de su vida y sus horarios, corría tres veces por semana,  jugaba al rugby no profesionalmente y le encantaba.
 Los feriados viajaban si ella podía ausentarse y los fines de semana los tenía extensos frente a él para hacer lo que le vinieran en ganas….por lo general a la noche salían con amigos, sus compañeros de deporte y sus esposas… e hijos.
Mas de una vez se tiraba al piso a jugar con los chicos mientras las madres disfrutaban de conversaciones  comunes, interrumpidas, demandadas, se levantaban a acompañar al baño a los más chicos, no se enojaban por alguna gaseosa volcada o una nueva mancha en la blusa que estrenaban.
Pero después volvían a su bunker, donde nada había sido alterado, donde el sueño seguía hasta altas horas de una mañana de domingo sin otra obligación que levantarse cuando quisieran.
Ambos estaban satisfechos.
Cómodos.
Solos.
Se dio cuenta de que estaban solos.
Le pareció tener la punta de una idea, qué era lo que le molestaba.
Miró los grupos a su alrededor.
Estaban grandes todos, de hecho, estaban festejando su sexagésimo cumpleaños…sus hermanos con sus hijos  y algunos nietos corriendo cerca… compartiendo risas con sus yernos y nueras, bromas al igual que sus amigos con su progenie crecida a la que lucían orgullosos, eran buenos, educados, a ninguno les había resultado fácil, a todos les había faltado tiempo personal, muchos lujos y gustos que darse, pero viéndolos se notaba que había valido la pena, la vida fue buena con ellos y supieron salir adelante en sus elecciones, fueron bendecidos y con creces, cada uno tenía un grupo grande y querido alrededor.
Lo vio a su esposo en un grupo formado por las “nuevas” en el trabajo…jóvenes, lindas, recién comenzando sus vidas o lo que decidirían para ella, nunca había sido celosa, pero algo andaba mal, su alarma interior, o sexto sentido, intuición….o tal vez solo estaba cansada…llevaba semanas preparando todo para “su” fiesta.
El maitre  se acercaba a la mesa central con los mozos para encender las velas de la torta, un bouquet finísimo la decoraba… mientras todos aplaudían se unió a ellos para recibir su nuevo año de vida cumplido, faltaba un minuto.
Y por un minuto se imaginó lo que sería compartir ese instante con hijos a cada lado que cubrieran todo el lado de la mesa … nietos, algún yerno compinche y una nuera que la quisiera mucho….pero fue solo una ráfaga, dibujó una sonrisa en su rostro cuidadosamente maquillado para la ocasión, sintió un pequeño escalofrío cuando todos reunidos en abanico frente a ella comenzaron a cantar el feliz cumpleaños, lo buscò a èl con la mirada, para que llegara a su lado en el momento de soplar las velitas, estaba al final del grupo acompañando con las palmas mientras conversaba con una de las secretarias  “ella puede darle un hijo”… ese pensamiento la golpeó, la tomó desprevenida, se sintió mareada por un segundo.
“Basta, qué te pasa?...tan mal te cayó el cambio de década?”
Con ojos acuosos que todos atribuyeron a la emoción, soplo las velitas que formaban el número “60”… se fueron acercando a saludarla, a abrazarla, elogiaron una vez más su buen gusto y la fiesta con la que los obsequiaba, él con algunas canas en las sienes y su andar seguro, la tomó de  los hombros desnudos por el vestido de noche y la besó en el nacimiento del cabello.
“Porqué no en la boca como siempre?” la voz maligna otra vez… no iba a permitirse boicotear su propia noche, no tenía idea qué eran esos fantasmas que la visitaban, o el porqué, había conseguido todo lo que quería, desde joven tuvo sus objetivos claros… y estaba exactamente donde se imaginara siempre… ¿qué más podía pedir?.
“Hijos” le susurró la voz.

Patricia Figura, octubre de 2011

jueves, 6 de octubre de 2011

La vieja quinta familiar.

La vieja quinta familiar.
La densa vegetación le tapaba la visual a  unos pocos metros de distancia.
Escuchaba el río, lo olía, pero no podía verlo.
Los eucaliptus crecían en desorden, altos, imponentes, aromáticos, el colchón formado por sus diversas hojas crujía a su paso, la humedad y el sol la hacían trasladarse en una bruma verde, como en un sueño, pero esta vez era real, no iba a despertarse, llegaría al final del pequeño y abandonado bosquecito…. Encontraría las aguas agitadas, la orilla.
Bebió despacio de la botellita de agua semi congelada, peló un par de caramelos masticables y guardó sus papelitos en la bolsita que los contenía.
Los rayos comenzaron a penetrar el túnel natural… los frutales, más bajos y espaciados dejaban ver recortes de un cielo diáfano  y azul como en las películas de Disney.
El gorjeo de los pájaros y algunos jejenes quebraron la paz de esa siesta primaveral.
Una sonrisa amplia se dibujó en su rostro… pudo divisar el portón de hierro y entramado, estaba algo oxidado en algunas partes y el cerrojo no cedió fácilmente… pero pudo pasar al caminito de tierra que daba a los fondos de la vieja propiedad y caminar hacia el rio, que aparecía majestuoso, errático, barroso….
 Suspiró y después de tantos años, disfrutó de esa postal nuevamente.
Durante mucho tiempo, esa vieja construcción había pertenecido a la familia por el lado de su padre, era “la quinta”, donde los fines de semana se dejaba atrás el calor de la ciudad, los bocinazos, el asfalto y se buscaba el fresco de las sombrillas de color, las galerías rodeadas de mosqueras donde todo bichito quedaba fuera, las arboledas o al caer de la tarde la piscina grande, rectangular, profunda en uno de sus extremos, donde los más chicos aprendían a nadar, los grandes se zambullían desde el pequeño trampolín y las mujeres se bronceaban en pesadas reposeras de caño y lona.
Un rato de mate, facturas, jugar al tenis, al truco, las escondidas, salir a explorar los alrededores y la infaltable cervecita con la picada antes del asadito nocturno.
La casa principal dividía la propiedad en dos, adelante estaban las cocheras, otra construcción más pequeña que jamás se terminó, un pequeño jardín y algunos árboles, en dos de los cuales colgaban sendas cabezas de esqueleto de vaca.
Era colonial, de los años sesenta, paredes anchas, interior muy fresco, tejas españolas, muebles antiguos, camas de bronce, colchones de pluma de ganso que provocaban el deleite de los chicos de la familia que saltaban de una a otra hasta que algún mayor ponía fin a la diversión.
Comedor cómodo, típico de una casa de campo, con cuadros alargados de marcos oscuros, mesitas talladas con lámparas que asemejaban faroles a  kerosene.
Rara vez se usaba, por lo general se almorzaba bajo los árboles y a la noche en las galerías, con sus bancos alargados y sus pesadas y toscas mesas cubiertas de hule.
En la parte de atrás los frutales, la piscina y el río
Ahora todo parecía más chico.
De un día para otro, no se pudo ir más, problemas familiares, abogados, deterioro, abandono, egoísmos, tristeza, separaciones, veranos tórridos en el calor salvados por alguna que otra vacación en el mar o en la montaña.
Los años transcurrieron y los chicos se hicieron hombres y mujeres cada cual con su rumbo, incluso algunos que se veían sólo allí, dejaron de ser parte de un grupo, no se supo más de ellos o los caminos transitados al dejar la niñez atrás.
Cada tanto, tomaba el auto y pasaba por el frente del lugar que alguna vez había sido testigo feliz de su infancia.
Cada rincón tenía un recuerdo.
Podía ver a su mamá con las otras mujeres preparando las meriendas de los chicos o asomándose  por alguna ventana para controlar “que estuvieran todos bien”, a su hermanito con el andador trabándose en el pasto, a los hombres alrededor del asador, las nenas haciendo “experimentos” con las diferentes muestras tomadas de la naturaleza que las apabullaba.
Había mucho color, risa, chistes, música de la época y la pileta con su agua clara y los inflables dando la nota alegre en las fotografías setentosas.
Volvió sobre sus pasos, cerró el portón y regresó…los árboles seguían majestuosos alcanzando el cielo, el perfume de sus hojas era típico… la fachada de la casa estaba descascarada y algunas persianas vencidas, de un celeste deslucido, las tejas de un naranja pálido exactamente como las recordara, las rejas negras que rodeaban las galerías seguían sosteniendo la vieja mosquera, no vio las cabezas de vaca, pero sí a la vieja piscina, rajada, vacía, despintada…
Nada que no se pudiera reparar.
La casa estaba muy bien construida, como las de antes, el césped volvería a ser verde y fresco, nuevas flores crecerían en parterres, los chicos podrían ayudar, sería divertido, un proyecto familiar para que disfrutaran lo que antes, otros habían vivido con alegría.
Para la pile habría  que llamar a quien entendiera del tema…. Y volver a ahorrar para dejarla en condiciones, lo importante es que después de tantas décadas, la quinta volvía a la familia.
Y con ella las reuniones de los sábados, los picnics, las fiestas, los veraneos accesibles, incluso ahora con la autopista en quince minutos estaba allí desde su casa en pleno centro.
Con algo parecido a una sonrisa de satisfacción, salió de la antigua quinta familiar, subió a su coche y fue  despacio y disfrutando el paseo, a reunirse con los suyos a invitarlos a compartir su vuelta a un espacio que alguna vez fue muy querido para todos.

Patricia Figura, octubre de 2011… ( a la quinta de Manucho… a la que nunca dejé de extrañar).

love is around.... ( hacìa mìl años que no escuchaba este tema).

http://www.youtube.com/watch?v=q8kD8NldYdk&feature=related