lunes, 23 de agosto de 2010

Carta a Violeta

Carta a Violeta
Querida Violeta: perdón, perdón y más perdón…ya sé que debés esperar casi a diario que el cartero te lleve noticias de mi llegada a esta ciudad tan rara, lejana y diferente a nuestro pueblo.
Te he escrito fácilmente mil cartas mentales, mientras viajaba y me alejaba de todo lo que nos es común y querido, cuándo llegué y pasé veinte veces delante del viejo callejón de piedras, donde está la pensión , ...¡estaba tan ansiosa que daba vueltas en círculos!,  o cuando lo ví  a él por primera vez…pero ésa es otra historia.
Mi habitación queda en  un extremo de  las  galerías que rodean al patio; que es de baldosas rojas con un antiguo juego de jardín  y macetas con plantas y flores como las de tu  nona, frente a mi pieza está la escalera que lleva a los corredores superiores, así que dos veces al día lo veo subir y bajar.
Imagino tu cara de curiosidad!!.  Son los sesenta Viole y esto no es nuestro pueblo, una puede demostrar un cierto interés por algún señor y no por eso ser mal juzgada.
Fue el primero en darme la bienvenida, camina que es un gato y ni te cuento los ojazos que tiene, los faroles no alumbran tanto!!...no exagero ni un poquito, ¡ y cómo habla!. Parece encontrar las palabras sin buscarlas, le salen solitas nomás, vamos a ir al cine, aunque te escandalices….acá no es como allá, una puede ir al cine con un muchacho simpático y eso no quiere decir nada así que no es necesario que se lo comentes a tu mamá ni a la mía.
Bueno, mañana o pasado te vuelvo a escribir, besos y contestame así no los siento tan lejos.
Besos
                           YO
PD: el trabajo bien, tengo que pasar todas las costuras a máquina después que las revisa la supervisora.



Querida Violeta: tu carta parece escrita por una monja resentida…o una novia abandonada, ¡ cuántas recriminaciones!.
El día se me pasa volando y no es como vos decís que no tengo tiempo porque me la paso espiando a “mi galán” tal es como lo mencionás en tu carta.
Me levanto muy temprano, la casera tiene café y té  con tostadas y dos clases de dulces, si querés otra cosa debés compararla vos misma, desayuno junto con una señora que sale a la misma hora y un viejito que casi no duerme.
Trabajo en la fábrica hasta las seis de la tarde y vuelvo caminando para hacer un poco de ejercicio y mirar vidrieras ¡hay tantas!, ni te imaginás, paso por una calle que tiene un barcito ¡con mesas y sillas en la plaza de enfrente!.
Ceno en mi piecita, hay una cocinita donde podemos turnarnos para preparar o calentar nuestra comida y los domingos a la mañana plancho la ropa que lavé el sábado.
Bueno … y ya que tanto te preocupa mi salida con él te digo que es muy caballero, amable y divertido, las horas se me pasaron volando, nunca en mi vida tuve un paseo así.
Besos
             YO


Querida y desconfiada Violeta: no sé porqué tanto alboroto con mi “galán”, es muy dulce, ha sufrido mucho en la vida, está sólo, no tiene familia, pocos amigos, ninguno que yo conozca, es normal que quiera pasar su tiempo libre conmigo.
Trabaja tantas horas!! Vuelve tarde y cansado, pobre hay veces en que las ventas no le van bien y se desanima un poco…como yo vuelvo más temprano y hace calorcito, preparo algo y cenamos juntos en el patio.
La de la pieza del fondo pasó y nos miró de reojo, dijo algo pero no le entendí muy bien, es antipática y criticona, nunca va a fijarse en ella alguien como él, con una sonrisa siempre lista y esas chispitas en los ojos que me provocan un nudo en el estómago.
El domingo cuando volvíamos del centro, antes de doblar en el callejón me apoyo contra la pared de un baldío y me besó, pero no como cuando probamos con esos pibes después del baile de la primavera, no, me besó como un hombre, suave, apenas, por el cuello, detrás de las orejas, te juro que ahí el gato parecía yo, tenía todos los pelos de punta… me acuerdo de ese momento y me cuesta respirar bien.
Bueno, espero que me cuentes como sigue todo por allá, estoy contenta porque como no necesito demasiadas cosas estoy ahorrando un poco de dinero en una latita en el fondo del ropero.
Besos
    YO

Viole: ¡ dejá de sufrir y preocuparte que yo soy felíz! .
Antes que nada lamento que nuestro viejo “remolacha” haya muerto, estaba tan mal el pobre con todos sus años encima que ya ni veía, parecía tonto chocándose cosas que siempre estuvieron en el mismo lugar.
Me alegra que tu hermana se vaya a casar, parece un poco repentino, ¿no?, no quiero decir nada pero hace cinco meses cuando me vine ni se mencionaba esa posibilidad.
A qué te referís con eso de si ya “pasé a mayores” con él? Me parece que aunque somos amigas de toda la vida hay cosas que son muy íntimas de uno.
Él es como un chico grande, le encanta que vuelva del trabajo con una botellita de buen vino para los dos, o un pollito a la parrilla,  o se le ilumina la cara cuándo le hago un regalo bien envueltito y traído del centro.
No le está yendo muy bien en lo suyo, quiere invertir para poner un kiosquito en la estación de trenes, dice que eso es una mina de oro, que las ganancias enseguida triplican lo que tenés que gastar en equiparlo…él de negocios entiende, no es como yo, dejame a mí con mi maquinita dale que va mientras la supervisora no nos saca los ojos de encima.
Besos…tu amiga de la gran ciudad.
                      YO

Mi muy requete muy querida Violeta: deciles a las chismosas del barrio que comentan que me olvidé de dónde queda el pueblo, que eso es imposible porque ahí en su cementerio están  mis abuelitos y mi papá, y a mi mamá en cualquier momento le mando para el pasaje y que me venga a visitar un fin de semana, por supuesto que también estas vos pero vos entendés.
Ellas porque se la pasan barriendo o mirando por las ventanas para enterarse de todo, yo trabajo como una burra en la fábrica, y después tengo que cocinar, comprar las cosas que no aparecen solas, aparte, me ofrecí a ayudarlo con el lavado de su ropa y el planchado, así tiene más tiempo para sus asuntos de negocios total  yo igual tengo que hacer lo mío.
No sabés cómo me necesita, quiere que lo abrace muy fuerte, el paredón ese en cualquier momento se viene abajo de tanto que me apreta y me besa y no me deja respirar…esos ojos se le ponen oscuros y brillantes, respira agitado y busca dentro de mi pollera…no sé, no vayas a creer que él no sabe que yo soy una chica decente, que hace eso como si yo fuera una cualquiera, no, nada que ver, pero como él dice, somos grandes para andar sólo de la mano, él necesita más, quiere enseñarme cómo se porta una mujer, me habla despacito al oído mientras me acaricia de una manera que no es fácil aguantar
Rompé esta carta, si no, no te escribo más.

             YO


Viole: debés estar furiosa por mi falta de noticias, el domingo llamé a mamá al almacén de la esquina, la única casa de la cuadra que tiene teléfono y me contó que habías ido de visita y a preguntar qué era de mí.
En estos últimos dos meses pasaron muchas cosas y no me daba el tiempo ni la ansiedad para sentarme a escribir; sí a tu pregunta de si “aflojé” como vos decís, y te aseguro que allá en el pueblo no puede haber ni uno que sepa hacer las cosas como él.
Ya sé que no tengo mucha experiencia, nada a decir verdad, pero estoy convencida de que a él le sobra todo lo que a mí me falta.
Una madrugada dejé la puerta sin llave de mi habitación y él entró como quedamos esa tarde, me trajo un chocolate…para después y se acostó al lado mío, sin nada de nada, yo tenía un miedo que ni te digo al principio, pero él fue tan dulce y cariñoso y tan pero tan apasionado que yo nunca creí que la cosa fuera así, nada que ver a como nos imaginábamos de chica… te escribo y me pongo colorada como un tomate.
Después de eso vino todas las noches, me dijo que era una “alumna ejemplar” y que sabía muy bien cómo darle placer, hubo madrugadas en que no pegamos un ojo, casi me he dormido arriba de la máquina de coser, si no fuera porque ahora tengo que trabajar más que nunca….
Finalmente él dejó ese trabajo que lo tenía mal y le llevaba tantas horas, ahora se puede dedicar más tiempo a todo el papeleo y las habilitaciones para el kiosquito, a mí un plato de comida más no me hace nada y después cuando él se vaya para arriba..¡Ja! quién nos para!!! Capaz que llegue al pueblo, de visita, con un coche y un marido que va a dejar bizca a más de una lengualarga.
Besos y más besos

YO.

Querida Violeta: no sé si te voy a enviar esta carta, o voy a esperar unos días o la escribo para mí.
¿Te acordás todo el tema del kiosco, los papeles, en fin, permisos y que se yo?.
Bueno, parece que todo iba finalmente sobre ruedas, hasta la garita donde iba a funcionar en la estación de trenes estaba en orden, sólo faltaba el capital para comprar todo lo necesario para equiparlo bien y como corresponde.
Naturalmente a esta altura y con todo lo que hay entre nosotros de fuerte, era un tema más de los dos para salir adelante, y poder alquilar un departamentito chiquito pero nuestro, nada de bajar las escaleras en pleno invierno a escondidas y volver a subir al amanecer, además la casera ya había hablado conmigo y la cosa así no podía seguir.
Obviamente le ofrecí lo que tenía en la latita, no era una gran cantidad pero mi buen sacrificio me había costado, como cinco sueldos juntos, y con mi recibo sacamos un préstamo en una mutual para comprar los estantes y la caja para el dinero.
En un aviso del diario, me contó, ofrecían todo y un poco más a muy buen precio, en un lugar del interior, alguien que cerraba, así que él muy rápido para todas estas cosas, preparó su valija con mucha ropa, porque siempre va impecable, perfumado que parece un doctor, y con el dinero bien escondido, hace una semana que viajó.
Y todavía no he tenido noticias de él, estoy un poco asustada, no he escuchado nada de ningún descarrilamiento, no sé de nadie a quién preguntar por él, si le pasó algo me muero Viole, la casera dice que si a fin de mes no vuelve ella pone un cartel para alquilar la pieza, y yo estoy desesperada, me parece escucharlo a la madrugada, que se va a acostar a mi lado y me va a abrazar fuerte, que me va a hablar al oído despacito y me va a decir que me extrañó, que necesita estar dentro mío, que lo acaricie, que ya no se va a ir más.
Para colmo con todos estos nervios y preocupaciones hasta el período se me atrasó,
No pensés mal porque él fue muy cuidadoso y de estas cosas sabe mucho, no como los del pueblo que no saben cuidar ni a sus mascotas.
Ay Viole! Me parece que no te voy a mandar esta carta porque te vas a preocupar y total seguro que cuándo la leas él ya va a estar acá conmigo festejando y con esa sonrisa que le llega hasta los ojos.

                        YO.


PATRICIA, FEBRERO DE 2009.

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