jueves, 31 de diciembre de 2015

BUEN FIN Y MEJOR PRINCIPIO.

Es mi deseo para todos y cada uno de uds, los que leen y comparten este blog como los que no.... que mis deseos les llegue igual.
Que logren descubrir què es lo realmente importante para cada uno y luchen por conseguirlo, que el universo conjure en su favor y que el miedo jamàs los paralice.
La FE mueve montañas, las he visto trasladarse personalmente.... dejemonos cuidar y proteger por Dios y sus santos, asì como por nuestra madre del cielo la Virgen Marìa....mientras nosotros trabajamos aquì, en la tierra para poder cumplir nuestros sueños.

Con el corazòn....


Patricia Figura, 31 de diciembre de 2015

martes, 29 de diciembre de 2015

LA FIESTA NO SORPRESA....

LA FIESTA NO SORPRESA.
Por primera vez en su vida había querido ocuparse de un festejo sin protestar, enojarse, estresarse o hacerlo contra su voluntad.
Ya era hora querida!!!!!!! Le decían sus amigas….Por fin!!!!!!!....Hasta que no lo vea no lo creo!!!!!!.... ella se encogía de hombros como siempre y continuaba su camino.
El inminente cambio de década la tenía chinchuda si se me permite el término, enojada, fastidiada.
Lo hablaba con su marido que minimizaba la cuestión con un “ a muchas de treinta les encantaría estar como vos”, no era esa la cuestión…. Allá las de treinta con sus aspiraciones, los “cincuenta” la traían mal.
_Pero mamá! Qué diferencia vas a tener a ahora que tenès cuarenta y nueve????_ no entendían.
Desde muy chica, apenas entrada en la adolescencia la habían divertido los piropos callejeros, no las groserías, sino el ingenio, las cosas lindas que le decían tanto del sexo opuesto como sus pares, sin haber sido la típica chica linda, había logrado todo lo que se propusiera…y también a quienes, no había cuentas pendientes en ese aspecto.
Más allá de que llevaba años casada luego de una viudez prematura a los veinticinco y un divorcio a los cuarenta,  disfrutaba muchísimo de su vida en pareja, necesitaba constantemente sentir el deseo de su marido, saber que la veía realmente, no sólo que la mirara o le dijera algo amable.
Y en eso incluía amigos, parientes, allegados, conocidos, y toda una cornucopia de personas que podía cruzarse en el camino…el “qué bien estás”, “che, para vos no pasan los años”, “quiero conocer el retrato secreto” emulando a Wilde, ella lo disfrutaba aunque no conocía el sacrificio de una dieta, deporte, o cirugía.
Estaba claro que a partir de los cincuenta todo iría cuesta abajo.
Incluso la gravedad.
Estaba furiosa.
Decidió hacerse un regalo.
Iba a organizar una fiesta, la suya, con sus amigas de siempre, sus compañeros laborales, sus compañeros de la escuela, los matrimonios amigos, su familia y la familia política de sus hijos, primos y hermanos.
TODOS!!!!!! Iniciaría esa década que la angustiaba custodiada por toda la gente que le era importante.
Hizo malabares meses antes para intentar que todos o la gran mayoría pudiera comprometerse a ir, no todos vivían cerca, todos adultos y con sus propios compromisos.
Una vez que la fecha estuvo puesta, el entusiasmo de los invitados la contagió y dieron las pilas necesarias para continuar con algo que usualmente hubiese odiado.
Contrariamente a lo que era su manera de ser, fue de una diseñadora de alta costura y se hizo hacer un vestido en gaza con todos los colores del mar, escote vertiginoso y un tajo que se abría estratégicamente cuando ella caminaba, breteles delicados, brillantes, y altos tacos haciendo juego.
La noche llegó, había preparado con el DJ un power point con un tema lento pero muy fuerte que le encantaba, en èl estaban todos los que habían compartido ese medio siglo de vida…aún los que ya se habían ido y la esperaban Dios mediante del otro lado.
Mientras los veía a todos de pie, observando, riendo y comentando la pantalla gigante, se tomó su tiempo para disfrutarlos, eran muchos, pero todos tenían un lugar en su corazón, en su alma, en sus recuerdos….los quería tanto, significaban muchísimo.
Por supuesto que esos afectos eran su único capital válido….estaba feliz, cada uno desde el más demostrativo al más distante, se había hecho un lugar entre sus compromisos cotidianos, su vida, para darle un beso y un abrazo ese día tan especial…y podría darse el lujo de bailar el vals con su padre….claro que nos sería un vals, habían decidido con el planner que musicalizarían los mejores lentos de su época…ya estaba disfrutando.
En la pantalla gigante se veía a ella misma dándoles las gracias a todos…brindando, en un momento más los invitaría a girarse y ahí muy histriónicamente, bajaría la escalinata al pie de la cuál la esperaban sus amores, marido, hijos y….nada de nietos todavía.
Los cincuenta llegarían después de doce, y ella estaba espléndidamente custodiada para esperarlos…. Se sentía feliz, estaban todos….¿Podía pedir algo más?.
Cambio de música! Era la señal…la diversión estaba por comenzar y ella se sentía…de diez!!!!


Patricia Figura, diciembre de 2015


viernes, 2 de octubre de 2015

otra expresiòn de arte


siempre "defiendo" todo tipo de expresiòn artìstica, creo que es una de las cosas màs sanas y catàrticas del mundo.
si bien este es un blog de cuentos para adultos, he compartido, trailers que me han emocionado, temas musicales, novelas, videos, etc.
hoy comparto varios tutoriales que me encantaron, de la pàgina Creando Maravillas de mi hija menor....los invito a visitarla, vale la pena.


https://www.youtube.com/watch?v=qp6tR4CkmxA&feature=share


https://www.youtube.com/watch?v=qp6tR4CkmxA&feature=share


https://www.youtube.com/watch?v=zlVTHEiZOzc


besos.

Patricia Figura, octubre de 2015

lunes, 29 de junio de 2015

¿CANALLA O COBARDE?

¿Canalla o Cobarde?

En la primer mitad del 1900, en la época en que nuestras abuelas eran un poco más que adolescentes…las costumbres eran diferentes, muy, pero la esencia de las personas eran las mismas de las de hoy, se manifestaban distinto, eran otros los usos, las excusas, los métodos….pero desde el momento en que una sociedad se forma, queda expuesta a todo tipo de seres con sus miserias, vanidades, lealtades, orgullos, bondades, amores y desamores….cambia el paisaje, pero la naturaleza humana va donde uno va…..más allá de las diferentes épocas.
Los jóvenes de ese entonces, comenzaban a usar pantalones largos después de los dieciocho años…. Incluso usaban cancanes de lana en los inviernos fríos.
Las casas, alquiladas o propias para los más afortunados, tenían grandes fondos, patios de tierra, árboles donde se trepaban tanto los hermanos varones como las señoritingas cuando nadie las veía.
Algunos tenían la suerte de poder continuar los estudios.
Otros después de la primaria entraban a trabajar de cadetes e iban haciéndose un lugar a medida de que los años pasaran.
Nunca faltaba algún músico, el piano para las niñas, bandoneón o violín para los caballeros.
El infaltable baile en los lugares propios de cada barrio, donde las madres acompañaban a sus hijas, cómodamente apoltronadas en mesas, escuchando tanto valses, como orquestas típicas…. Y ellas disfrutando hasta la media noche, donde pasaba el último colectivo que las llevaba al hogar, o las más pudientes con taxis, y las menos, el coche del padre manejado por un hermano que también había salido con sus amigos a bailar.
Ellos se conocieron por ser él uno de los amigos de toda la vida de uno de sus hermanos mayores.
Bromista, divertido, enamoraba tanto a las más jovencitas como a sus madres que veían al yerno ideal…. Un poco “tarambana” pero era seguramente hasta que “siente cabeza”.
Nunca se oficializó el noviazgo, pero se daba por sentado.
Con la hermana de un amigo no se anda con vueltas.
No se miente.
Por supuesto que estaban las “necesidades de los hombres” pero eso no contaba.
Ella, dulce, muñeca, hermosa, suave, ingenua….tuvo la fortuna de poder seguir estudiando.
Sus recreos eran los días en que él se daba una vueltita a la hora del radioteatro y mateaban con sus otras hermanas y con la madre.
Se encontraban algún sábado en los bailes de la vecinal de uno de los mejores barrios de la ciudad….si bien invitaba a todas, con ella era con quién más piezas compartía.
La sonrisa en forma de corazón que se formaba en el rostro de ella iluminaba a todos…. Los ojos le brillaban.
Lo buscaba apenas ponía un pié en el salón de baile.
La fastidiaba la cortesía de tener que aceptar a otros bailarines….sólo con él se sentía volar.
Él  se dio cuenta de que si bien apreciaba muchísimo a toda la familia, estaba cómodo en ese que era casi como su segundo hogar….no estaba enamorado de ella.
De alguna manera se sentía obligado a ir, a pasar más tiempo con tan devota amiga, que esperaba dejar de serlo para ser realmente su novia.
Su amigo lo palmeaba pero también le marcaba territorio.
De esa manera tenía veladamente prohibido comenzar a tratar a cualquier chica que le gustara, imposible intentar frecuentar a alguien, comenzar a conocerse….tácitamente tenía “dueña” y estaba involucrada toda la que de alguna manera consideraba casi su familia.
Ella comenzó a cansarse mientras estudiaba, sentía fuertes dolores de cabeza.
Su familia le decía que era de tanto soñar con él….volaba en lugar de leer sus apuntes…estaba distraída todo el tiempo pensando en el momento en que sonaba la aldaba  y con silbido alegre él anunciaba su presencia.
Pasaba mucho tiempo tocando el piano, la música la distendía….aprendía frenéticamente las partituras que más le gustaban a su enamorado.
Cuando las indirectas fueron demasiado “directas” de parte de su amigo y de la “doña” de la casa…. él sintió que algo debía hacer…la quería, eso sí, le causaban gracia las inocentes demostraciones de amor por parte de ella….pero no sentía ni su pulso acelerarse ni mucho menos su sangre arder.
¿Era un mal tipo por querer casarse enamorado?
¿En qué momento todo se salió de cauce?
Cómo plantear algo que nunca se había expresado formalmente pero que todos daban por sentado?. Su amigo el primero. En privado le decía cuñado.
Los dolores de cabeza de la núbil iban en aumento…. Viajaron a la gran ciudad vecina para consultar un oftalmólogo…bromearon a cerca de que usaría lentes como las eruditas.
Y un plan ¿macabro? se formó en la presionada cabeza de él.
Una salida nada airosa.
Pero que esperaba que diera resultado y de la misma manera mantener su amistad y reputación intacta.
“Es sólo por un tiempo”.
“Hasta que se le pase el capricho y se enamore de verdad de alguien que le corresponda.”
Luego de ausentarse un par de semanas, donde ni los amigos lo ubicaron en los lugares de costumbre, sabían que su familia vivía en el campo, así que supusieron que había ido a hacerles una visita, apareció muy cabizbajo y absolutamente rapado.
Esa tarde nadie escuchó el radioteatro, le ofrecieron el mejor té de la casa, ella lloró frente a todos y sintió que su cabeza estallaría en miles de pedazos.
Con gesto caído él explicó que había estado consultando a varios “doctores” y que aparentemente tenía una enfermedad terminal, que iría primero de sus padres, que el aire de campo le sentaría muy bien para el tratamiento y prometió escribirles a todos, confiaba volver con el tiempo pero que por favor lo entendieran y lo recordaran con cariño.
Ni que aclarar hay, que los medios de comunicación de la época no eran los de hoy, las distancias se hacían más profundas, casi insalvables a no ser por el ferrocarril, y que el que quería “desaparecer” realmente…. Tenía muchas chances de lograrlo.
Ella buscò en el aparador del comedor principal, el bellísimo retrato que sus padres le hicieran hacer por un reconocido fotógrafo, cuando cumpliera los diecisiete años….su rostro hermoso orlado de bucles brillantes y las largas pestañas enmarcando sus ojos tan típicos…. tan soñadores.
“Estaba pensando en vos cuando me la tomaron….quiero que la tengas hasta que estés bien….y cuando vuelvas yo voy a estar esperándote con todo mi amor.”.
El nudo en la garganta de él no fue fingido.
Estuvo ausente mucho más de un año, lejos de estar enfermo, comenzó una nueva vida, buen trabajo en la provincia de las sierras, estaba satisfecho, le parecía que había sido la mejor manera de salir airoso sin lastimar demasiado, sin defraudar…no se puede culpar a un enfermo ¿No?
Escribió dos o tres cartas en los primeros meses pero desde una casilla de correo, sin dar dirección cierta.
Después el vacío comenzó a hacerse notar.
Ya no se sentía asfixiado ni oprimido.
Los extrañaba a todos…y a ese amor incondicional más aún.
Miraba esa fotografía que había recibido con tanta entrega, con fuego en los ojos de ella…la besó….y se extrañó de su gesto.
Y se rió mucho ….hasta que se le salieron las lágrimas…. Estaba listo para volver, quién sería tan necio de no disfrutar de semejante adoración?
Después de todo….había conocido muchas chicas….y ninguna le había acelerado el corazón…. Tal vez él no era de esos, tal vez su postura era dejarse amar…lo que si sabía era de que su destierro había terminado…”una cura milagrosa” nadie discute las buenas noticias.
Con su mejor traje, el silbido en la voz y su cabello brillante y ya crecido hizo sonar la aldaba de la manera en que lo había hecho siempre.
Lo recibió una criada ojerosa, triste, una casa oscura.
Lo anunciaron a la señora de la casa, que recorrió la galería con su vestido negro riguroso y el inseparable pañuelo mojado en las manos.
Se arrojó en sus brazos, lloró sin consuelo mientras repetía “murió diciendo tu nombre…sólo te llamaba a vos”.
No entendía nada. No quería entender. No podía.
“Esos dolores de cabeza se hicieron más intensos….no necesitaba lentes…lloraba sobre los libros, en parte por tu partida, también por la jaqueca….no hubo mucho para hacer… fue todo tan rápido….te llamaba una y otra vez…no sabíamos donde buscarte, ni si estabas vivo o no…ella no tuvo un milagro”.
Las palabras de la buena señora lo golpearon durante años, no encontraba paz, no lo podía creer.
Se sentía un ladrón.
¿Pero cómo podía prever semejante desenlace?
Con dolor se separó de esa última foto de una adolescente enamorada de una ilusión.
Se la entregó a su familia.
Él volvió a las sierras.
Con los años formó su propia familia, tuvo hijos, la mayor llevó el nombre de ese ángel que él no supo cuidar.
¿Era un canalla o un cobarde?.
Pasaron muchísimos años….nunca halló respuesta.


Basada en una historia contada por mi abuela Kiki.


Patricia Figura, junio de 2015

sábado, 13 de junio de 2015

OBNUBILADA

Obnubilada
Aún no lo podía creer.
Le costaba asimilar que de alguna manera era suyo.
Lo miraba reír en un grupo de amigos, no muy lejos de donde ella misma estaba.
El pantalón de jeans con marcas cuidadosamente diseñadas para acentuar la pelvis de su portador…. la camisa rosada suave que le caía como pintada, casi al descuido…. el cuerpo que desde hacía no mucho había aprendido a disfrutar “con derecho a hacerlo”.
Se permitió un regodeo mental.
Se perdió en sus pensamientos.
“Puedo estar con él todo lo que quiera…o me atreva”….”Si quiero dentro de unas horas vamos a estar tocándonos, acariciándonos, besándonos….es increíble, pero es así”.
Esa típica historia romántica, repetida hasta el hartazgo en cuanto best sellers, novela, película, cayó en sus manos…. hoy se le daba a ella.
Por raras conexiones casuales, causales, providenciales o como quiera llamarse, el chico “lindo”, “exitoso”, “simpático” (mujeriego) de su época adolescente…se cruzó en su vida en el momento justo, el lugar justo y con las necesidades encontradas.
Casi sin darse cuenta, y con un aparente “me da lo mismo”, “está todo bien”, “nos ayudamos mutuamente”….terminaron viviendo juntos.
Él viniendo de una traición inocultable e irreparable hacia su esposa, estaba finalizando sus  trámites de divorcio….dedicado full time a su incipiente y próspera carrera, no se veía solo, estaba acostumbrado a que le solucionen absolutamente todo lo doméstico…llegar y encontrar manos y cuerpo dispuesto….casa y vida organizada.
A lo Rey.
Ella a los treinta y pico venía de una convivencia fallida, aburrida, sin hijos, un par de noviazgos largos “por amor”, donde el desgano y los problemas cotidianos fueron mellando la pareja, los celos, el control….volver a la casa de los padres fue más que traumático.
Un  par de meses atrás se encontraron en un shopping, hacía más de diez años que no se veían, se tenían de contacto en el face cuando fue furor “recolectar antiguas amistades” pero ni uno ni otro era de publicar demasiado.
Conversaron más de una hora, parados en uno de los pasillos, intercambiaron celulares.
Ocasionalmente se enviaban mensajes.
Ella le comentó a su amiga y confidente, él había sido la fantasía de casi todas las adolescentes que se cruzaban a su paso.
_Y cómo está personalmente??? Yo lo tengo en el face pero no sube nunca nada_
_Igual…. Pero con más aplomo, más interesante…. La misma sonrisa, los mismos hoyuelos….nunca fue mi tipo….pero ves a los de su edad y el vago está muy bien_
_Pero están saliendo?....pasa algo?_ mientras cambiaba la yerba al mate, eterno compañero de ambas, la miraba con su sonrisa de “a mi no me engañàs”.
_Pero no!!!!!..... charla como un amigo que se encontró con otra después de mucho tiempo…. Ahora tenès todos los medios a favor….es eso… tuvo un divorcio re cruento, la mina está furiosa, dolida, despechada….aparte lo re quería y él la engañó hasta que se aburrió._¨
_Bueno…. no es un dato menor... ojo…. acordate lo que decía mi abuela… “lo que a otra hace con vos, seguro que a vos te lo hace con otra”_ obviamente ambas se rieron mucho, más allá de que su amiga le asegurara de que no pasaba nada, que él jamás se insinuó en nada y que ella no tenía ningún interés en alguien en quién no podía confiar.
Se encontraron tres o cuatro veces para caminar al anochecer, otras veces fueron a tomar esos lisos de verano, tan típicos de la costa litoral, conversaban muchísimo, ella de lo traumático que era volver a vivir con sus padres, acostumbrada a que llegaba a su casa, con sus cosas tal y como las dejaba, acompañada o sola…. Sin hablar si no quería hacerlo….a tener una pareja… se sentía vacía, desde que tenía uso de razón había estado de novia, siempre tuvo un par…. Ahora estaba como despojada.
Él, tenía su casa con todas las comodidades, el divorcio casi listo, los bienes divididos, los chicos con sus días de visita y vacaciones….pero no se hallaba en la casa vacía.
Odiaba ocuparse de las millones de cosas que hacen que una casa sea un hogar habitable., digno de regresar, más allá de la limpieza y el orden.
_Me vas a decir que no pasó nada?_ le decía su amiga una y otra vez.
_Pero no!!!!!! Nada que ver…. Ni ahí….aparte vos crees que con todo lo que tiene a simple vista el vago está solo en ese aspecto????. Debe elegir y punto, no se complica más con una novia o una esposa.
_Qué tiene que ver? Miràte un poco…. Vos pensàs que estando con vos no va a querer nada más??? Te viste amiga en un espejo????..... vamos…. Por favor!!!!!!...llama todos los días, charlan, salen a hacer deporte….no te queda el papel de caída del catre_ más allá de que las dos se reían muchísimo, en esa cocina que las cobijaba mientras preparaban material de sus respectivos trabajos, algo comenzó a gestarse en la mente de la soltera, se imaginaba a su lado y la estampa cuanto menos era atractivísima.
Ambos de mediana edad, bronceados, del tipo que hace dar vueltas las miradas al pasar…abstrayéndose de todo, reconocía que visualmente quedaban bárbaros.
Y la propuesta novelesca, inquietante, ¿inesperada?...llegó.
Nada romántica y sí muy prácticamente, él le propuso vivir juntos.
Él trabajaba muchas horas en su empresa, hacía deportes, tenía grupos de amigos, quería llegar a su casa y no encontrarla fría como un bunker, ella necesitaba un lugar, continuar con su vida de adulta, dirigir un hogar….¿por qué no iba a vivir con él? no iban a ser los primeros amigos en compartir una vivienda y aportar cada uno lo que podía ofrecer al otro.
Nada se habló del aspecto sexual.
Ni como la iba a presentar a los chicos….¿iba a ser una inquilina?.
Aceptó con un retorcijón en el estómago.
¿Será que me está gustando él o lo que representa?.
Voy a arruinar mi chance de formar una familia propia conformándome con esta mentira?
Si digo que no qué pierdo?¿sobre todo què gano?
Apartò de su mente estas preguntas incòmodas y la convivencia se hizo realidad.
A èl parecía alegrarlo encontrarla en casa al llegar después de una jornada agotadora, ella vivìa como en un limbo, sus manos nunca estaban quietas, hacìa comidas, se ocupaba de los chicos el finde que les tocaba con el papá, salían alguna que otra vez a cenar, mucho a caminar…..pero también les gustaba mirar películas y conversar.
Ella no le preguntó si estaba acostándose con alguien.
Desde el momento en que él le propuso esa convivencia se suponía que si había alguna mujer no era importante, sino alguien ocasional.
El daba por sentado que ella no mentía al decir que estaba sola.
Ella no escuchó el mensaje del teléfono fijo, donde èl le avisaba de un cambio de horario, le decía que pasaba a buscar helado e iba a pasar la siesta calurosa a casa, quería saber si elegía los gustos de siempre.
Ella sabiéndose sola en las próximas horas, se puso cómoda, prendió el aire de la sala de estar y después de un baño relajante y con su camisolín de raso que sólo usaba en su habitación, se apoltronó en el cómodo sillón en semi penumbra a escuchar música suave…se adormeció, regodeándose en el placer de sentirse donde quería estar.
No escuchó las llaves de él en la cerradura, ni sus pasos al entrar, buscándola extrañado de que no respondiese al teléfono en horas en que usualmente ella estaba en el hogar.
Se quedó mirándola desde el vano de la puerta.
El blanco inmaculado contrastando con la suavidad de su piel dorada, las piernas que tanto le gustaban, medio estiradas y el largo cabello ocultando en parte su rostro dormido….así la vio.
Dudó pero solo un instante…. Se acercó y se sentó en el sillón a su lado, le corrió el cabello, acarició sus brazos y piernas, ella se despertó, pero el sobresalto solo duró un instante, lo dejó hacer, no hubo ningún acuerdo, palabra o promesa en el medio, le siguió los pasos y él a ella, se dieron el gusto mutuamente, se disfrutaron, el espejo de la pared opuesta los reflejaba a ambos, el cuadro le encantó.
La risa de él contando una anécdota la trajo a la realidad….los recuerdos de lo ocurrido la siesta anterior, la tenía obnubilada, lo recreaba en su memoria una y otra vez…. Lo repitieron  durante la tarde, casi toda la noche….ahora en la reunión a la que habían asistido sin rotularse, disfrutaban del preámbulo de la seducción, se vistieron con cuidado, eligiendo lo que querían que el otro encuentre, vea, se provocaban….
No hubo promesas, ni cambios de planes, ni proyectos….pero estaba claro que “por ahora” estaban dedicados uno al otro, viviendo la fantasía sexual de los comienzos de una relación que podía llegar  a prolongarse en el tiempo como una familia….o no.


Patricia Figura, junio de 2015

lunes, 2 de marzo de 2015

UNA HISTORIA DE OTROS TIEMPOS....

Una historia de otros tiempos.

No existían  los medios de comunicación de hoy, eso es seguro.
Las noticias volaban más por chimentos que por otro modo más convencional.
Contaban  con mensajeros… hermanitos menores o vecinitos, a menudo usados por los novios y amantes de la época, encargados de entregar una nota, esquela, carta cuidadosamente cerrada y en absoluto secreto.
Eran contadas con las manos las adolescentes que continuaban sus estudios después de la escuela reglamentaria, ella era una y las rejas de los  fondos del esa hermosa y respetable escuela para señoritas contaba con secretos dignos de plasmarse en pluma, papel o como en este caso, en arte virtual.
Los diecisiete la encontraron en el corazón de una familia de clase media, que se daba sus gustos, tenía algunos privilegios…un coche para pasear los fines de semana, una habitación amplia que compartía sólo con una hermana, un sábado al mes estrenaba vestido nuevo hecho por las manos mágicas de su madre y con las excelentes telas de la sedería donde era contable su padre.
La menor de tres hermanas y mayor a los dos hermanitos que la seguían con poca diferencia de edad, estaba acostumbrada a confiar a su madre los secretos que atribulaban su alma.
Eran compañeras, hábiles las dos con las agujas, bordaba que era la envidia de cualquier encaje francés, y su voz dulce erra la preferida en el coro de la iglesia los domingos, donde toda la familia acudía puntualmente y colaboraba fervientemente dejando el diezmo para purgar cualquier culpa que se haya traspapelado de rodillas al confesionario.
La sala de costura de la casa familiar, era la primer habitación que daba a la galería, el gigantesco costurero de pie, hecho con mimbre y que guardaba tantos tesoros como un cofre, era el mudo oyente que las acompañaba cada tarde en el descanso, donde ambas zurcían, remendaban y también confeccionaban las prendas que lucirían orgullosos los demás miembros de la familia.
Las hermanas se unían ocasionalmente a la hora del radioteatro, pero la más grande, pronta ya a casarse estaba muy embarullada con los preparativos y las visitas que hacía su novio a la salida de la tienda donde trabajaba de dependienta y la del medio vivía más dentro de su mundo que en el real.
En cuanto a los varones, se debatían en comenzar con los pantalones largos y todavía treparse en los altos árboles del fondo, cazando pajaritos o espiando a los vecinos….pronto comenzarían como cadetes temporales en la sedería.
Los años pasaron de manera tranquila y apacible, era un hogar tranquilo, seguro, donde la batuta era manejada por el padre para los permisos en general y por la madre que hacía de filtro para elegir y  las cuestiones que se presentarían al jefe de la familia.
A los veinte, daba clases particulares de idioma durante la mañana, había egresado con honores su hermana mayor se había casado, los varones estudiaban y trabajaban, la del medio cuando lograba sacar la nariz de las novelas que devoraba incansablemente y se conectaba con el mundo, lograba exasperar tanto a su madre como a su padre porque no tenía ni remota idea de lo que haría con su vida.
El padre acostumbraba a leer las noticias después de la cena, por lo general entregaba las páginas de sociales luego de repasarlas ligeramente, al grupo femenino del hogar, que se divertía comentando enlaces, participaciones, tés a beneficios, bailes de carnaval, sorteos y también copiaban algún modelo lucido por alguna señora de la alta sociedad local.
Y a los veintitrés se enamoró perdidamente.
Confió a su madre ese sentimiento que parecía desbordarla.
Había bailado con él en el club varias veces por eso, no fue necesario describirlo, su madre lo tenía bien visto….algo en él no le cerraba.
Demasiado obsequioso, muy atento y a la vez…escurridizo.
Llegaba siempre tarde, casi promediando la medianoche.
Eso significaba que era sastre, músico, o bien….tenía compromiso y acudía después de la cita con quién fuera su novia.
A ella le brillaban los ojos buscándolo en la pista de baile….imploraba a su mamá que la llevase cada sábado, lo cual era impensable para una señorita de bien, se acordó que irían dos veces al mes luego de que sus hermanos y padres hubiesen cenado, el más grande las acercaba en coche junto a la vecina y sus dos hijas.
Y alguna que otra vez se quedaba él también a disfrutar de la orquesta típica.
El joven, apuesto como pocos, caballero, no era un dandy, pero había poca diferencia, hablaba con corrección, fumaba con estilo, bailaba como si hubiese nacido para eso y cuando la tenía en sus brazos los ojos de él parecían quemarla viva.
Tanto imploró a su madre que lo conociera, que lo presentaran al padre, puesto que de otra manera no podría recibirlo ni salir a pasear con él, que la madre cuidadosamente fue preparando el terreno y el día tan esperado llegó al fin.
Él se presentó con flores para la madre, tabaco para el padre y masas de la mejor confitería para acompañar el café.
El apellido del joven sonó familiar al padre.
No dejó muy en claro a qué se dedicaba, algo referido al comercio, pero no fue muy específico, solicitó permiso para frecuentar a la señorita, y se excusó a la media hora con un compromiso impostergable.
En el zaguán de la casa quiso despedirse como novio, no como un visitante, ella moría por un beso real, el que soñaba, el que su hermana relataba embobada con sus novelas rosa, ese de los radioteatros….fue arcilla entre sus labios y ni que hablar entre sus manos.
No lograba volver a la realidad.
Quedó convenido que el padre daría su asentimiento o no al cabo de una semana.
Ellos se encontraron a escondidas un par de veces, cuando ella fue a comprar libros para sus alumnos, metros de cinta a la mercería del centro, eran encuentros furtivos y en cada ocasión los besos de él, los susurros, las manos que ceñían su cintura la dejaban a kilómetros del suelo.
No se reconocía….no era ella, tan pacífica, ecuánime, pensante….jamás había ocultado nada a su madre….pero prefería mantener estos encuentros en silencio hasta que el padre diera su aprobación.
En el tranvía el trayecto se le hacía breve, rememorando una y otra vez esos besos, más de una vez seguía de largo en su parada, su madre la encontró con la mirada perdida y la costura en el regazo….”te estás pareciendo a tu hermana…pero lo de ella es inofensivo…jamás un hombre se va a parecer al de una novela”.
“El  si mamá” respondía ella.
Una noche el padre llegó de trabajar, diciendo que ya había encontrado de donde le sonaba el apellido y era de una gran compra que se había hecho en la sedería.
Metros y metros de organdí, seda, encaje y raso, no todo a su nombre pero había trajes encargados para el caballero tambièn.
Eso solo podía significar una cosa: Boda.
Por supuesto que ella lloró y lo defendió de semejante ultraje, podía ser una hermana, una prima, un pariente, los apellidos no eran exclusivos de una sola persona ¿no?.
El padre no dio su consentimiento.
Quería investigar un poco más.
El hermano menor les hacía de mensajero por medio de su bicicleta, ella le rogó que fuera sin demora a entregarle una carta donde expresaba lo comentado por su padre, sus suposiciones y el dolor que ella sentía en el alma.
Respondió con una escandalizada negativa y la propuesta de organizar una huída juntos si su padre no daba el consentimiento, él la amaba, no estaba dispuesto a esperar…se encontrarían cada martes y viernes en el paseo del boulevard, en las calles cercanas al centro, ya buscaría él un lugar donde vivir juntos y casarse a escondidas, para que su padre ya no pudiera impedirlo.
Fue preparando su ajuar, bordando, toallas, manteles, servilletas…. Era todo tan hermoso y delicado….digno de una princesa, se imaginaba usando aquellos tesoros con su amor, yaciendo bajo las sábanas blancas con las iniciales de ambos entrelazadas en un perfecto calado.
Confió a su madre el secreto… la miró con ojos tristes, no podía impedirlo, pero no agoraba nada bueno.
En uno de esos encuentros su amado de ojos intensos y palabras que quemaban en el vientre, le mostró el lugar donde vivirían, había hablado con un juez, puso fecha para la fuga y posterior casamiento, un amigo los ayudaría, la esperaría a ella el lunes siguiente, en un coche de alquiler a media tarde, mientras su padre estuviera trabajando.
En esa habitación de una respetable pensión dirigida por un matrimonio de mediana edad, él la convirtió en mujer…SU mujer…ella no se negó a la prueba más irrefutable de su amor, al fin y al cabo él estaba moviendo cielo y tierra para sortear los obstáculos que su propia familia ponía a su felicidad…. después de la semana siguiente, vendría un período de enojo por parte de su padre, pero al verla tan plena y feliz, todo cambiaría para bien, y él la presentaría a su gente como su esposa.
Volvieron a su nido de amor una y otra vez durante esos días…. ella planeaba mentalmente algunos cambios para hacerlo más hogar, más íntimo….le dolía el alma de amor al ver que él había alquilado ese lugar, contando con una buena casa y familia donde vivir.
El viernes acordaron no verse hasta que el lunes ella saliera de la casa con sus cosas.
Así dispondría de más tiempo para estar con su afligida madre y preparar todo cuidadosamente envuelto en papeles de seda azul y hojas de violetas disecadas.
El domingo, al atardecer, mientras el padre leía el periódico en el patio y ellas escuchaban la radio, les llamó la atención un golpe seco contra el diario y el padre que jamás levantaba la voz exclamaba casi a los gritos..” tenía razón!!!!! Tenía razón de no dar mi consentimiento a ese mequetrefe”.
Ambas lo miraron sin entender…sin querer comprender.
“Anoche contrajeron enlace en la Catedral Metropolitana, la señorita fulana de tal, miembro de la más rancia sociedad no solo local sino de linaje que se remonta a la época de la colonización, con el señor…..”…. citó el padre en tono triunfante mientras les pasaba la foto y epígrafe donde el amado que al otro día debía convertirla en la mujer más feliz del mundo, posaba sonriente y feliz para la foto junto a una jovencísima novia que lo miraba arrobada.
La madre la abrazó con fuerza, la apretó muy fuerte contra su pecho.
Nunca supo en qué momento volvió en sí, cuándo dejó de mirar esa foto que la ahogaba, si transcurrieron horas o días hasta que dejó de murmurar “tiene que ser un error”….perdió fuerzas, peso, a su padre no le contaron toda la verdad, porque lo buscaría hasta poder matarlo trayendo una nueva desgracia a la familia.
Los hermanos juraron vengarse.
Cuando logró mantenerse en pie, fue a la pensión, habló con la encargada que le dijo que él vivía ahí desde hacía no mucho, no le conocía familia ni amigos, al parecer había puesto “en apuros” a una joven de alcurnia y se arregló una boda no muy apresurada en realidad porque se radicarían en el exterior, la familia tenía negocios afuera y él iría de encargado, había saldado lo que se debía del cuarto y retirado sus pocas cosas…no, no sabía más nada….lo lamentaba.
Lloró mucho y durante muchísimo tiempo.
Ya no era el cascabel de la casa, la voz fervorosa de la iglesia, sus alumnos comenzaron a escasear, ella estaba siempre dispersa, se negaba a bordar absolutamente…ni siquiera ayudaba a remendar las prendas familiares.
Algún día se encontrarían frente a frente….ese dolor no iba a quedar encerrado para siempre envenenando su alma.
Pero eso sucedería en otro tiempo….lejano, muy lejano.


Patricia Figura, marzo de 2015

martes, 17 de febrero de 2015

Con Gajos de Realidad....

Con Gajos de Realidad.
¿Cómo puede ser?
La sensación de “inconcluso” seguía firme en su espíritu mientras los miraba a todos.
Algo no cerraba.
O el tiempo.
O el espacio.
O ellos mismos.
Sin duda el tiempo había pasado.
Eran los mismos por dentro.
Más grandes en todo el sentido de la palabra por fuera.
Había como una gran kermesse y ellos festejando algo ¿la primavera? ¿Recaudando fondos para el viaje de fin de curso? ¿Las clases de música o dibujo al aire libre?
En parte parecía un circo….había que preparar algo.
Como las obras de teatro que hicieran otrora, en la adolescencia.
Como los desfiles, donde los defectos físicos no importaban…los complejos se hacían a un lado…. Se pisaba firme y se salía al ruedo….todo fuera porque la cuenta común se hiciera un poco más gordita.
Después de los aplausos para uno de los grupos, llegó un desafío más, debían representar a una pareja a punto de divorciarse frente a una jueza en la primer audiencia. Mientras miraba a uno de sus compañeros que se reía a carcajadas con otros del grupo una pregunta vino a su mente ¿Cómo puede operar si adeuda materias del secundario todavía?
¿Todos debemos materias? ¿Pero si yo me recibí…. Tengo el título… ¿qué está pasando? No podía apartar los pensamientos, no podía entregarse a la escena que veía sin replantearse todo.
Los encargados de relatar la prenda dispusieron un escritorio en el medio de la rueda hecha de compañeros, se eligieron dos para que representen a la supuesta pareja a punto de romperse….una cosa era verlo y otra luchar contra la sensación de irrealidad que todo le provocaba.
La “pareja” se puso de acuerdo en seguir una especie de libreto rápido, con los típicos comentarios que pueden producirse en una audiencia de divorcio, los motivos que los llevaron a ese punto,  todo entre risas, carcajadas, bromas….como siempre fue entre ellos.
Los  que dirigían el juego les hicieron señas de que era su turno.
Y algo pasó.
Comenzó a hablar ante una jueza que no era una de su grupo, se parecía a la que llevaba la contabilidad de todo lo recaudado…..pero era mucho mayor, el alma de su compañera brotaba con voz de dolor, de angustia, de impotencia…habló de amor, de desencanto, de haber creído en él.
Quién representaba al marido en cuestión la abrazó fuerte, mientras el auditorio emocionado no entendía nada de lo que estaba pasando.
Solo escuchaba el “va a estar todo bien” que él le susurraba en un abrazo compañero, sano, limpio, de amigos.
Una nube barrió con todo.
La función se tenía que suspender por orden de una de las profesoras.
Y aparecieron en una cocina grande, acogedora, con la mirada benigna de adultos que ya no estaban.
¿Cómo puede ser? ¿Es una revancha? ¿Entonces sí existe la posibilidad de ensayar una vida para pasar en limpio otra?
Él  se acercó y le dijo con una sonrisa “ya está, no pasa nada”, “pero vos seguís  enganchado con tu ex” mientras con los ojos su compañera decía “no me mientas” él solo sonrió.
Era algo inverosímil la combinación….jamás se los hubiera asociado.
Ella los miraba desde afuera, aunque estaba en el mismo lugar… ¿porqué podía sentir lo que ellos sentían?
Algo iluminó la habitación.
Repentino, fuerte…fugaz también.
Escuchó la lluvia caer con fuerza en el patio de baldosas que precedía a su dormitorio.
El aire acondicionado era apenas un zumbido fresco…se arrebujó en las sábanas junto a su marido que descansaba ajeno a la tormenta que se estaba preparando afuera….la presintió y como una coreografía perfecta la acomodó a su cuerpo como cuando se encontraban a la madrugada en las vueltas del sueño.
¿Qué significaba todo?
Había mezcla de la charla de la tarde con sus amigas, los comentarios sobre sus propios abuelos a los que tanto extrañaba, la sensación de angustia de su hermana de la vida ante todo el movimiento que un posible divorcio podía acarrear.
La sensación real de materias pendientes.
El grupo al que asociaba a la alegría, la música, el baile, lo sano, lo seguro lo incondicional más allá de los años transcurridos.
Sintió que su esposo se estaba despertando… después de todo una madrugada lluviosa era un buen momento para amar, aunque las telas de araña que atrapaban disparatados sueños, siguieran habitando en su mente.


Patricia Figura, febrero de 2015