Es mi deseo para todos y cada uno de uds, los que leen y comparten este blog como los que no.... que mis deseos les llegue igual.
Que logren descubrir què es lo realmente importante para cada uno y luchen por conseguirlo, que el universo conjure en su favor y que el miedo jamàs los paralice.
La FE mueve montañas, las he visto trasladarse personalmente.... dejemonos cuidar y proteger por Dios y sus santos, asì como por nuestra madre del cielo la Virgen Marìa....mientras nosotros trabajamos aquì, en la tierra para poder cumplir nuestros sueños.
Con el corazòn....
Patricia Figura, 31 de diciembre de 2015
jueves, 31 de diciembre de 2015
martes, 29 de diciembre de 2015
LA FIESTA NO SORPRESA....
LA FIESTA NO
SORPRESA.
Por primera vez en su vida había querido ocuparse de
un festejo sin protestar, enojarse, estresarse o hacerlo contra su voluntad.
Ya
era hora querida!!!!!!! Le decían sus amigas….Por fin!!!!!!!....Hasta que no lo
vea no lo creo!!!!!!....
ella se encogía de hombros como siempre y continuaba su camino.
El inminente cambio de década la tenía chinchuda si
se me permite el término, enojada, fastidiada.
Lo hablaba con su marido que minimizaba la cuestión con
un “ a muchas de treinta les encantaría estar como vos”, no era esa la cuestión…. Allá las de treinta con sus
aspiraciones, los “cincuenta” la traían mal.
_Pero mamá! Qué diferencia vas a tener a ahora que
tenès cuarenta y nueve????_ no entendían.
Desde
muy chica, apenas entrada en la adolescencia la habían divertido los piropos
callejeros, no las groserías, sino el ingenio, las cosas lindas que le decían tanto del sexo
opuesto como sus pares, sin haber sido la típica chica linda, había logrado todo
lo que se propusiera…y también a quienes, no había cuentas pendientes en ese
aspecto.
Más allá de que llevaba años casada luego de una
viudez prematura a los veinticinco y un divorcio a los cuarenta,
disfrutaba muchísimo de su vida en pareja, necesitaba constantemente
sentir el deseo de su marido, saber que la veía realmente, no sólo que la
mirara o le dijera algo amable.
Y en eso incluía amigos, parientes, allegados,
conocidos, y toda una cornucopia de personas que podía cruzarse en el camino…el
“qué bien estás”, “che, para vos no pasan los años”, “quiero conocer el retrato
secreto” emulando a Wilde, ella lo disfrutaba aunque no conocía el sacrificio
de una dieta, deporte, o cirugía.
Estaba claro que a partir de los cincuenta todo iría
cuesta abajo.
Incluso la gravedad.
Estaba furiosa.
Decidió hacerse un regalo.
Iba a organizar una fiesta, la suya, con sus amigas
de siempre, sus compañeros laborales, sus compañeros de la escuela, los
matrimonios amigos, su familia y la familia política de sus hijos, primos y
hermanos.
TODOS!!!!!! Iniciaría esa década que la angustiaba
custodiada por toda la gente que le era importante.
Hizo malabares meses antes para intentar que todos o
la gran mayoría pudiera comprometerse a ir, no todos vivían cerca, todos
adultos y con sus propios compromisos.
Una
vez que la fecha estuvo puesta, el entusiasmo de los invitados la contagió y
dieron las pilas necesarias para continuar con algo que usualmente hubiese
odiado.
Contrariamente a lo que era su manera de ser, fue de
una diseñadora de alta costura y se hizo hacer un vestido en gaza con todos los
colores del mar, escote vertiginoso y un tajo que se abría estratégicamente cuando
ella caminaba, breteles delicados, brillantes, y altos tacos haciendo juego.
La noche llegó, había preparado con el DJ un power point
con un tema lento pero muy fuerte que le encantaba, en èl estaban todos los que
habían compartido ese medio siglo de vida…aún los que ya se habían ido y la
esperaban Dios mediante del otro lado.
Mientras
los veía a todos de pie, observando, riendo y comentando la pantalla gigante,
se tomó su tiempo para disfrutarlos, eran muchos, pero todos tenían un lugar en
su corazón, en su alma, en sus recuerdos….los quería tanto, significaban muchísimo.
Por supuesto que esos afectos eran su único capital válido….estaba
feliz, cada uno desde el más demostrativo al más distante, se había hecho un
lugar entre sus compromisos cotidianos, su vida, para darle un beso y un abrazo
ese día tan especial…y podría darse el
lujo de bailar el vals con su padre….claro que nos sería un vals, habían decidido
con el planner que musicalizarían los mejores lentos de su época…ya estaba
disfrutando.
En la pantalla gigante se veía a ella misma dándoles
las gracias a todos…brindando, en un momento más los invitaría a girarse y ahí
muy histriónicamente, bajaría la escalinata al pie de la cuál la esperaban sus
amores, marido, hijos y….nada de nietos todavía.
Los cincuenta llegarían después de doce, y ella
estaba espléndidamente custodiada para esperarlos…. Se sentía feliz, estaban
todos….¿Podía pedir algo más?.
Cambio de música! Era la señal…la diversión estaba
por comenzar y ella se sentía…de diez!!!!
Patricia Figura, diciembre de 2015
viernes, 2 de octubre de 2015
otra expresiòn de arte
siempre "defiendo" todo tipo de expresiòn artìstica, creo que es una de las cosas màs sanas y catàrticas del mundo.
si bien este es un blog de cuentos para adultos, he compartido, trailers que me han emocionado, temas musicales, novelas, videos, etc.
hoy comparto varios tutoriales que me encantaron, de la pàgina Creando Maravillas de mi hija menor....los invito a visitarla, vale la pena.
https://www.youtube.com/watch?v=qp6tR4CkmxA&feature=share
https://www.youtube.com/watch?v=qp6tR4CkmxA&feature=share
https://www.youtube.com/watch?v=zlVTHEiZOzc
besos.
Patricia Figura, octubre de 2015
lunes, 29 de junio de 2015
¿CANALLA O COBARDE?
¿Canalla o Cobarde?
En la primer mitad del 1900, en la época en que
nuestras abuelas eran un poco más que adolescentes…las costumbres eran
diferentes, muy, pero la esencia de las
personas eran las mismas de las de hoy, se manifestaban distinto, eran otros
los usos, las excusas, los métodos….pero desde el momento en que una
sociedad se forma, queda expuesta a todo tipo de seres con sus miserias,
vanidades, lealtades, orgullos, bondades, amores y desamores….cambia el
paisaje, pero la naturaleza humana va donde uno va…..más allá de las diferentes
épocas.
Los jóvenes de ese entonces, comenzaban a usar
pantalones largos después de los dieciocho años…. Incluso usaban cancanes de
lana en los inviernos fríos.
Las casas, alquiladas o propias para los más
afortunados, tenían grandes fondos, patios de tierra, árboles donde se trepaban
tanto los hermanos varones como las señoritingas cuando nadie las veía.
Algunos
tenían la suerte de poder continuar los estudios.
Otros después de la primaria entraban a trabajar de
cadetes e iban haciéndose un lugar a medida de que los años pasaran.
Nunca
faltaba algún músico, el piano para las niñas, bandoneón o violín para los
caballeros.
El infaltable baile en los lugares propios de cada
barrio, donde las madres acompañaban a sus hijas, cómodamente apoltronadas en
mesas, escuchando tanto valses, como orquestas típicas…. Y ellas disfrutando
hasta la media noche, donde pasaba el último colectivo que las llevaba al
hogar, o las más pudientes con taxis, y las menos, el coche del padre manejado
por un hermano que también había salido con sus amigos a bailar.
Ellos se conocieron por ser él uno de los amigos de
toda la vida de uno de sus hermanos mayores.
Bromista,
divertido, enamoraba tanto a las más jovencitas como a sus madres que veían al
yerno ideal…. Un poco “tarambana” pero era seguramente hasta que “siente cabeza”.
Nunca
se oficializó el noviazgo, pero se daba por sentado.
Con la hermana de un amigo no se anda con vueltas.
No se miente.
Por supuesto que estaban las “necesidades de los
hombres” pero eso no contaba.
Ella, dulce, muñeca, hermosa, suave, ingenua….tuvo
la fortuna de poder seguir estudiando.
Sus recreos eran los días en que él se daba una
vueltita a la hora del radioteatro y mateaban con sus otras hermanas y con la
madre.
Se encontraban algún sábado en los bailes de la
vecinal de uno de los mejores barrios de la ciudad….si bien invitaba a todas,
con ella era con quién más piezas compartía.
La sonrisa en forma de corazón que se formaba en el
rostro de ella iluminaba a todos…. Los ojos le brillaban.
Lo buscaba apenas ponía un pié en el salón de baile.
La
fastidiaba la cortesía de tener que aceptar a otros bailarines….sólo con él se sentía
volar.
Él se dio
cuenta de que si bien apreciaba muchísimo a toda la familia, estaba cómodo en
ese que era casi como su segundo hogar….no
estaba enamorado de ella.
De alguna manera se sentía obligado a ir, a pasar más
tiempo con tan devota amiga, que esperaba dejar de serlo para ser realmente su
novia.
Su
amigo lo palmeaba pero también le marcaba territorio.
De esa manera tenía veladamente prohibido comenzar a
tratar a cualquier chica que le gustara, imposible intentar frecuentar a
alguien, comenzar a conocerse….tácitamente
tenía “dueña” y estaba involucrada toda la que de alguna manera consideraba
casi su familia.
Ella comenzó a cansarse mientras estudiaba, sentía fuertes dolores de cabeza.
Su familia le decía que era de tanto soñar con él….volaba
en lugar de leer sus apuntes…estaba distraída
todo el tiempo pensando en el momento en que sonaba la aldaba y con silbido alegre él anunciaba su
presencia.
Pasaba mucho tiempo tocando el piano, la música la distendía….aprendía
frenéticamente las partituras que más le gustaban a su enamorado.
Cuando las indirectas fueron demasiado “directas” de
parte de su amigo y de la “doña” de la casa…. él sintió que algo debía hacer…la
quería, eso sí, le causaban gracia las inocentes demostraciones de amor por
parte de ella….pero no sentía ni su
pulso acelerarse ni mucho menos su sangre arder.
¿Era un mal tipo por querer casarse enamorado?
¿En qué momento todo se salió de cauce?
Cómo plantear algo que nunca se había expresado
formalmente pero que todos daban por sentado?. Su amigo el primero. En privado le decía cuñado.
Los
dolores de cabeza de la núbil iban en aumento…. Viajaron a la gran ciudad vecina para consultar
un oftalmólogo…bromearon a cerca de que usaría lentes como las eruditas.
Y
un plan ¿macabro? se formó en la presionada cabeza de él.
Una
salida nada airosa.
Pero
que esperaba que diera resultado y de la misma manera mantener su amistad y reputación
intacta.
“Es
sólo por un tiempo”.
“Hasta
que se le pase el capricho y se enamore de verdad de alguien que le
corresponda.”
Luego de ausentarse un par de semanas, donde ni los
amigos lo ubicaron en los lugares de costumbre, sabían que su familia vivía en
el campo, así que supusieron que había ido a hacerles una visita, apareció muy cabizbajo y absolutamente
rapado.
Esa tarde nadie escuchó el radioteatro, le
ofrecieron el mejor té de la casa, ella lloró frente a todos y sintió que su
cabeza estallaría en miles de pedazos.
Con gesto caído él explicó que había estado
consultando a varios “doctores” y que aparentemente tenía una enfermedad
terminal, que iría primero de sus padres, que el aire de campo le sentaría muy
bien para el tratamiento y prometió escribirles a todos, confiaba volver con el
tiempo pero que por favor lo entendieran y lo recordaran con cariño.
Ni que aclarar hay, que los medios de comunicación de
la época no eran los de hoy, las distancias se hacían más profundas, casi
insalvables a no ser por el ferrocarril, y que el que quería “desaparecer”
realmente…. Tenía muchas chances de lograrlo.
Ella buscò en el aparador del comedor principal, el bellísimo
retrato que sus padres le hicieran hacer por un reconocido fotógrafo, cuando
cumpliera los diecisiete años….su rostro hermoso orlado de bucles brillantes y
las largas pestañas enmarcando sus ojos tan típicos…. tan soñadores.
“Estaba
pensando en vos cuando me la tomaron….quiero que la tengas hasta que estés bien….y
cuando vuelvas yo voy a estar esperándote con todo mi amor.”.
El nudo en la garganta de él no fue fingido.
Estuvo ausente mucho más de un año, lejos de estar
enfermo, comenzó una nueva vida, buen trabajo en la provincia de las sierras,
estaba satisfecho, le parecía que había sido la mejor manera de salir airoso
sin lastimar demasiado, sin defraudar…no se puede culpar a un enfermo ¿No?
Escribió dos o tres cartas en los primeros meses
pero desde una casilla de correo, sin dar dirección cierta.
Después
el vacío comenzó a hacerse notar.
Ya no se sentía asfixiado ni oprimido.
Los
extrañaba a todos…y a ese amor incondicional más aún.
Miraba esa fotografía que había recibido con tanta
entrega, con fuego en los ojos de ella…la besó….y se extrañó de su gesto.
Y se rió mucho ….hasta que se le salieron las lágrimas….
Estaba listo para volver, quién sería tan necio de no disfrutar de semejante adoración?
Después de todo….había conocido muchas chicas….y
ninguna le había acelerado el corazón…. Tal
vez él no era de esos, tal vez su postura era dejarse amar…lo que si sabía
era de que su destierro había terminado…”una cura milagrosa” nadie discute las buenas noticias.
Con su mejor traje, el silbido en la voz y su
cabello brillante y ya crecido hizo sonar la aldaba de la manera en que lo había
hecho siempre.
Lo recibió una criada ojerosa, triste, una casa
oscura.
Lo anunciaron a la señora de la casa, que recorrió la
galería con su vestido negro riguroso y el inseparable pañuelo mojado en las
manos.
Se arrojó en sus brazos, lloró sin consuelo mientras
repetía “murió diciendo tu nombre…sólo te llamaba a vos”.
No
entendía nada. No quería entender. No podía.
“Esos dolores de cabeza se hicieron más intensos….no
necesitaba lentes…lloraba sobre los libros, en parte por tu partida, también por
la jaqueca….no hubo mucho para hacer… fue todo tan rápido….te llamaba una y
otra vez…no sabíamos donde buscarte, ni si estabas vivo o no…ella no tuvo un
milagro”.
Las palabras de la buena señora lo golpearon durante
años, no encontraba paz, no lo podía creer.
Se sentía un ladrón.
¿Pero
cómo podía prever semejante desenlace?
Con dolor se separó de esa última foto de una
adolescente enamorada de una ilusión.
Se la entregó a su familia.
Él volvió a las sierras.
Con los años formó su propia familia, tuvo hijos, la
mayor llevó el nombre de ese ángel que él no supo cuidar.
¿Era un canalla o un cobarde?.
Pasaron muchísimos años….nunca halló respuesta.
Basada en una historia contada por mi abuela Kiki.
Patricia Figura, junio de 2015
sábado, 13 de junio de 2015
OBNUBILADA
Obnubilada
Aún no lo podía creer.
Le
costaba asimilar que de alguna manera era suyo.
Lo miraba reír en un grupo de amigos, no muy lejos
de donde ella misma estaba.
El pantalón de jeans con marcas cuidadosamente
diseñadas para acentuar la pelvis de su portador…. la camisa rosada suave que
le caía como pintada, casi al descuido…. el cuerpo que desde hacía no mucho había
aprendido a disfrutar “con derecho a hacerlo”.
Se
permitió un regodeo mental.
Se perdió en sus pensamientos.
“Puedo estar con él todo lo que quiera…o me atreva”….”Si
quiero dentro de unas horas vamos a estar tocándonos, acariciándonos, besándonos….es
increíble, pero es así”.
Esa típica historia romántica, repetida hasta el
hartazgo en cuanto best sellers, novela, película, cayó en sus manos…. hoy se
le daba a ella.
Por raras conexiones casuales, causales,
providenciales o como quiera llamarse, el chico “lindo”, “exitoso”, “simpático”
(mujeriego) de su época adolescente…se cruzó en su vida en el momento justo, el
lugar justo y con las necesidades encontradas.
Casi
sin darse cuenta, y con un aparente “me da lo mismo”, “está todo bien”, “nos
ayudamos mutuamente”….terminaron viviendo juntos.
Él viniendo de una traición inocultable e irreparable
hacia su esposa, estaba finalizando sus trámites
de divorcio….dedicado full time a su incipiente y próspera carrera, no se veía
solo, estaba acostumbrado a que le solucionen absolutamente todo lo doméstico…llegar
y encontrar manos y cuerpo dispuesto….casa y vida organizada.
A
lo Rey.
Ella a los treinta y pico venía de una convivencia
fallida, aburrida, sin hijos, un par de noviazgos largos “por amor”, donde el
desgano y los problemas cotidianos fueron mellando la pareja, los celos, el
control….volver a la casa de los padres fue más que traumático.
Un par de
meses atrás se encontraron en un shopping, hacía más de diez años que no se veían,
se tenían de contacto en el face cuando fue furor “recolectar antiguas
amistades” pero ni uno ni otro era de publicar demasiado.
Conversaron más de una hora, parados en uno de los
pasillos, intercambiaron celulares.
Ocasionalmente se enviaban mensajes.
Ella le comentó a su amiga y confidente, él había sido
la fantasía de casi todas las adolescentes que se cruzaban a su paso.
_Y cómo está personalmente??? Yo lo tengo en el face
pero no sube nunca nada_
_Igual…. Pero con más aplomo, más interesante…. La misma
sonrisa, los mismos hoyuelos….nunca fue mi tipo….pero ves a los de su edad y el
vago está muy bien_
_Pero están saliendo?....pasa algo?_ mientras
cambiaba la yerba al mate, eterno compañero de ambas, la miraba con su sonrisa
de “a mi no me engañàs”.
_Pero no!!!!!..... charla como un amigo que se encontró
con otra después de mucho tiempo…. Ahora tenès todos los medios a favor….es eso…
tuvo un divorcio re cruento, la mina está furiosa, dolida, despechada….aparte
lo re quería y él la engañó hasta que se aburrió._¨
_Bueno…. no es un dato menor... ojo…. acordate lo
que decía mi abuela… “lo que a otra hace con vos, seguro que a vos te lo hace
con otra”_ obviamente ambas se rieron mucho, más allá de que su amiga le
asegurara de que no pasaba nada, que él jamás se insinuó en nada y que ella no tenía
ningún interés en alguien en quién no podía confiar.
Se
encontraron tres o cuatro veces para caminar al anochecer, otras veces fueron a
tomar esos lisos de verano, tan típicos de la costa litoral, conversaban muchísimo, ella de lo traumático que era volver a vivir con
sus padres, acostumbrada a que llegaba a su casa, con sus cosas tal y como las
dejaba, acompañada o sola…. Sin hablar si no quería hacerlo….a tener una pareja…
se sentía vacía, desde que tenía uso de razón había estado de novia, siempre
tuvo un par…. Ahora estaba como
despojada.
Él, tenía su casa con todas las comodidades, el
divorcio casi listo, los bienes divididos, los chicos con sus días de visita y
vacaciones….pero no se hallaba en la casa vacía.
Odiaba ocuparse de las millones de cosas que hacen
que una casa sea un hogar habitable., digno de regresar, más allá de la
limpieza y el orden.
_Me
vas a decir que no pasó nada?_ le decía su amiga una y otra vez.
_Pero
no!!!!!! Nada que ver…. Ni ahí….aparte vos crees que con todo lo que tiene a
simple vista el vago está solo en ese aspecto????. Debe elegir y punto, no se
complica más con una novia o una esposa.
_Qué tiene que ver? Miràte un poco…. Vos pensàs que
estando con vos no va a querer nada más??? Te viste amiga en un espejo????.....
vamos…. Por favor!!!!!!...llama todos los días, charlan, salen a hacer deporte….no
te queda el papel de caída del catre_ más allá de que las dos se reían muchísimo,
en esa cocina que las cobijaba mientras preparaban material de sus respectivos
trabajos, algo comenzó a gestarse en la mente de la soltera, se imaginaba a su
lado y la estampa cuanto menos era atractivísima.
Ambos de mediana edad, bronceados, del tipo que hace
dar vueltas las miradas al pasar…abstrayéndose de todo, reconocía que
visualmente quedaban bárbaros.
Y la propuesta novelesca, inquietante,
¿inesperada?...llegó.
Nada romántica y sí muy prácticamente, él le propuso
vivir juntos.
Él trabajaba muchas horas en su empresa, hacía
deportes, tenía grupos de amigos, quería llegar a su casa y no encontrarla fría
como un bunker, ella necesitaba un lugar, continuar con su vida de adulta,
dirigir un hogar….¿por qué no iba a vivir con él? no iban a ser los primeros
amigos en compartir una vivienda y aportar cada uno lo que podía ofrecer al
otro.
Nada
se habló del aspecto sexual.
Ni
como la iba a presentar a los chicos….¿iba a ser una inquilina?.
Aceptó
con un retorcijón en el estómago.
¿Será
que me está gustando él o lo que representa?.
Voy
a arruinar mi chance de formar una familia propia conformándome con esta
mentira?
Si
digo que no qué pierdo?¿sobre todo què gano?
Apartò de su mente estas preguntas incòmodas y la
convivencia se hizo realidad.
A èl parecía alegrarlo encontrarla en casa al llegar
después de una jornada agotadora, ella vivìa como en un limbo, sus manos nunca
estaban quietas, hacìa comidas, se ocupaba de los chicos el finde que les
tocaba con el papá, salían alguna que otra vez a cenar, mucho a caminar…..pero también
les gustaba mirar películas y conversar.
Ella
no le preguntó si estaba acostándose con alguien.
Desde
el momento en que él le propuso esa convivencia se suponía que si había alguna
mujer no era importante, sino alguien ocasional.
El
daba por sentado que ella no mentía al decir que estaba sola.
Ella
no escuchó el mensaje del teléfono fijo, donde èl le avisaba de un cambio de
horario, le decía que pasaba a buscar helado e iba a pasar la siesta calurosa a
casa, quería saber si elegía los gustos de siempre.
Ella sabiéndose sola en las próximas horas, se puso cómoda,
prendió el aire de la sala de estar y después de un baño relajante y con su camisolín
de raso que sólo usaba en su habitación, se apoltronó en el cómodo sillón en
semi penumbra a escuchar música suave…se adormeció, regodeándose en el placer
de sentirse donde quería estar.
No escuchó las llaves de él en la cerradura, ni sus
pasos al entrar, buscándola extrañado de que no respondiese al teléfono en
horas en que usualmente ella estaba en el hogar.
Se quedó mirándola desde el vano de la puerta.
El blanco inmaculado contrastando con la suavidad de
su piel dorada, las piernas que tanto le gustaban, medio estiradas y el largo
cabello ocultando en parte su rostro dormido….así la vio.
Dudó
pero solo un instante…. Se acercó y se sentó en el sillón a su lado, le corrió el
cabello, acarició sus brazos y piernas, ella se despertó, pero el sobresalto
solo duró un instante, lo dejó hacer, no hubo ningún acuerdo, palabra o promesa
en el medio, le siguió los pasos y él a ella, se dieron el gusto mutuamente, se
disfrutaron, el espejo de la pared opuesta los reflejaba a ambos, el cuadro le encantó.
La risa de él contando una anécdota la trajo a la
realidad….los recuerdos de lo ocurrido la siesta anterior, la tenía obnubilada,
lo recreaba en su memoria una y otra vez…. Lo repitieron durante la tarde, casi toda la noche….ahora
en la reunión a la que habían asistido sin rotularse, disfrutaban del preámbulo
de la seducción, se vistieron con cuidado, eligiendo lo que querían que el otro
encuentre, vea, se provocaban….
No hubo promesas, ni cambios de planes, ni proyectos….pero
estaba claro que “por ahora” estaban dedicados uno al otro, viviendo la fantasía
sexual de los comienzos de una relación que podía llegar a prolongarse en el tiempo como una familia….o
no.
Patricia Figura, junio de 2015
lunes, 2 de marzo de 2015
UNA HISTORIA DE OTROS TIEMPOS....
Una historia de otros tiempos.
No existían
los medios de comunicación de hoy, eso es seguro.
Las
noticias volaban más por chimentos que por otro modo más convencional.
Contaban con mensajeros…
hermanitos menores o vecinitos, a menudo usados por los novios y amantes de la
época, encargados de entregar una nota,
esquela, carta cuidadosamente cerrada y en absoluto secreto.
Eran contadas con las manos las adolescentes que
continuaban sus estudios después de la escuela reglamentaria, ella era una y las rejas de los fondos del esa hermosa y respetable escuela
para señoritas contaba con secretos dignos de plasmarse en pluma, papel o
como en este caso, en arte virtual.
Los diecisiete la encontraron en el corazón de una
familia de clase media, que se daba sus gustos, tenía algunos privilegios…un coche para pasear los fines de
semana, una habitación amplia que compartía sólo con una hermana, un sábado al
mes estrenaba vestido nuevo hecho por las manos mágicas de su madre y con las
excelentes telas de la sedería donde era contable su padre.
La menor de tres hermanas y mayor a los dos
hermanitos que la seguían con poca diferencia de edad, estaba acostumbrada a
confiar a su madre los secretos que atribulaban su alma.
Eran compañeras, hábiles las dos con las agujas,
bordaba que era la envidia de cualquier encaje francés, y su voz dulce erra la
preferida en el coro de la iglesia los domingos, donde toda la familia acudía puntualmente y colaboraba fervientemente dejando
el diezmo para purgar cualquier culpa que se haya traspapelado de rodillas al
confesionario.
La sala de costura de la casa familiar, era la
primer habitación que daba a la galería, el gigantesco costurero de pie, hecho
con mimbre y que guardaba tantos tesoros como un cofre, era el mudo oyente que
las acompañaba cada tarde en el descanso, donde ambas zurcían, remendaban y
también confeccionaban las prendas que lucirían orgullosos los demás miembros
de la familia.
Las
hermanas se unían ocasionalmente a la hora del radioteatro, pero la más grande, pronta ya a casarse estaba muy
embarullada con los preparativos y las visitas que hacía su novio a la salida
de la tienda donde trabajaba de dependienta y la del medio vivía más dentro de
su mundo que en el real.
En
cuanto a los varones, se debatían en comenzar con los pantalones largos y
todavía treparse en los altos árboles del fondo, cazando pajaritos o espiando a
los vecinos….pronto comenzarían como cadetes temporales en la sedería.
Los años pasaron de manera tranquila y apacible, era un hogar tranquilo, seguro, donde la
batuta era manejada por el padre para los permisos en general y por la
madre que hacía de filtro para elegir y las
cuestiones que se presentarían al jefe de la familia.
A los veinte, daba clases particulares de idioma
durante la mañana, había egresado con honores su hermana mayor se había casado,
los varones estudiaban y trabajaban, la del medio cuando lograba sacar la nariz
de las novelas que devoraba incansablemente y se conectaba con el mundo,
lograba exasperar tanto a su madre como a su padre porque no tenía ni remota
idea de lo que haría con su vida.
El
padre acostumbraba a leer las noticias después de la cena, por lo general entregaba las páginas de sociales
luego de repasarlas ligeramente, al grupo femenino del hogar, que se divertía
comentando enlaces, participaciones, tés a beneficios, bailes de carnaval,
sorteos y también copiaban algún modelo lucido por alguna señora de la alta
sociedad local.
Y
a los veintitrés se enamoró perdidamente.
Confió a su madre ese sentimiento que parecía
desbordarla.
Había bailado con él en el club varias veces por
eso, no fue necesario describirlo, su madre lo tenía bien visto….algo en él no
le cerraba.
Demasiado obsequioso, muy atento y a la
vez…escurridizo.
Llegaba
siempre tarde, casi promediando la medianoche.
Eso significaba que era sastre, músico, o
bien….tenía compromiso y acudía después de la cita con quién fuera su novia.
A
ella le brillaban los ojos buscándolo en la pista de baile….imploraba a su mamá que la llevase cada sábado, lo
cual era impensable para una señorita de bien, se acordó que irían dos veces al
mes luego de que sus hermanos y padres hubiesen cenado, el más grande las
acercaba en coche junto a la vecina y sus dos hijas.
Y alguna que otra vez se quedaba él también a
disfrutar de la orquesta típica.
El joven, apuesto como pocos, caballero, no era un
dandy, pero había poca diferencia, hablaba con corrección, fumaba con estilo,
bailaba como si hubiese nacido para eso y cuando la tenía en sus brazos los
ojos de él parecían quemarla viva.
Tanto imploró a su madre que lo conociera, que lo
presentaran al padre, puesto que de otra manera no podría recibirlo ni salir a
pasear con él, que la madre cuidadosamente fue preparando el terreno y el día
tan esperado llegó al fin.
Él se presentó con flores para la madre, tabaco para
el padre y masas de la mejor confitería para acompañar el café.
El
apellido del joven sonó familiar al padre.
No dejó muy en claro a qué se dedicaba, algo
referido al comercio, pero no fue muy específico, solicitó permiso para
frecuentar a la señorita, y se excusó a la media hora con un compromiso
impostergable.
En el zaguán de la casa quiso despedirse como novio,
no como un visitante, ella moría por un beso real, el que soñaba, el que su
hermana relataba embobada con sus novelas rosa, ese de los radioteatros….fue
arcilla entre sus labios y ni que hablar entre sus manos.
No
lograba volver a la realidad.
Quedó convenido que el padre daría su asentimiento o
no al cabo de una semana.
Ellos se encontraron a escondidas un par de veces,
cuando ella fue a comprar libros para sus alumnos, metros de cinta a la
mercería del centro, eran encuentros
furtivos y en cada ocasión los besos de él, los susurros, las manos que ceñían
su cintura la dejaban a kilómetros del suelo.
No se reconocía….no era ella, tan pacífica,
ecuánime, pensante….jamás había ocultado nada a su madre….pero prefería
mantener estos encuentros en silencio hasta que el padre diera su aprobación.
En el tranvía el trayecto se le hacía breve,
rememorando una y otra vez esos besos, más de una vez seguía de largo en su
parada, su madre la encontró con la mirada perdida y la costura en el
regazo….”te estás pareciendo a tu hermana…pero lo de ella es inofensivo…jamás
un hombre se va a parecer al de una novela”.
“El si mamá”
respondía ella.
Una noche el padre llegó de trabajar, diciendo que
ya había encontrado de donde le sonaba el apellido y era de una gran compra que
se había hecho en la sedería.
Metros y metros de organdí, seda, encaje y raso, no
todo a su nombre pero había trajes encargados para el caballero tambièn.
Eso
solo podía significar una cosa: Boda.
Por supuesto que ella lloró y lo defendió de
semejante ultraje, podía ser una hermana, una prima, un pariente, los apellidos
no eran exclusivos de una sola persona ¿no?.
El
padre no dio su consentimiento.
Quería
investigar un poco más.
El
hermano menor les hacía de mensajero por medio de su bicicleta, ella le rogó
que fuera sin demora a entregarle una carta donde expresaba lo comentado por su
padre, sus suposiciones y el dolor que ella sentía en el alma.
Respondió con una escandalizada negativa y la propuesta de organizar una huída
juntos si su padre no daba el consentimiento, él la amaba, no estaba dispuesto
a esperar…se encontrarían cada martes y viernes en el paseo del boulevard,
en las calles cercanas al centro, ya buscaría él un lugar donde vivir juntos y
casarse a escondidas, para que su padre ya no pudiera impedirlo.
Fue
preparando su ajuar, bordando, toallas, manteles, servilletas…. Era todo tan
hermoso y delicado….digno de una princesa, se imaginaba usando aquellos tesoros
con su amor, yaciendo bajo las sábanas blancas con las iniciales de ambos
entrelazadas en un perfecto calado.
Confió a su madre el secreto… la miró con ojos
tristes, no podía impedirlo, pero no agoraba nada bueno.
En
uno de esos encuentros su amado de ojos intensos y palabras que quemaban en el
vientre, le mostró el lugar donde vivirían, había hablado con un juez, puso
fecha para la fuga y posterior casamiento, un amigo los ayudaría, la esperaría
a ella el lunes siguiente, en un coche de alquiler a media tarde, mientras su
padre estuviera trabajando.
En esa habitación de una respetable pensión dirigida
por un matrimonio de mediana edad, él la convirtió en mujer…SU mujer…ella no se
negó a la prueba más irrefutable de su amor, al fin y al cabo él estaba
moviendo cielo y tierra para sortear los obstáculos que su propia familia ponía
a su felicidad…. después de la semana siguiente, vendría un período de enojo
por parte de su padre, pero al verla tan plena y feliz, todo cambiaría para
bien, y él la presentaría a su gente como su esposa.
Volvieron a su nido de amor una y otra vez durante
esos días…. ella planeaba mentalmente algunos cambios para hacerlo más hogar, más
íntimo….le dolía el alma de amor al ver que él había alquilado ese lugar,
contando con una buena casa y familia donde vivir.
El
viernes acordaron no verse hasta que el lunes ella saliera de la casa con sus
cosas.
Así dispondría de más tiempo para estar con su
afligida madre y preparar todo cuidadosamente envuelto en papeles de seda azul
y hojas de violetas disecadas.
El domingo, al atardecer, mientras el padre leía el periódico
en el patio y ellas escuchaban la radio, les llamó la atención un golpe seco
contra el diario y el padre que jamás levantaba la voz exclamaba casi a los
gritos..” tenía razón!!!!! Tenía razón de
no dar mi consentimiento a ese mequetrefe”.
Ambas
lo miraron sin entender…sin querer comprender.
“Anoche contrajeron enlace en la Catedral
Metropolitana, la señorita fulana de tal, miembro de la más rancia sociedad no
solo local sino de linaje que se remonta a la época de la colonización, con el
señor…..”…. citó el padre en tono triunfante mientras les pasaba la foto y epígrafe
donde el amado que al otro día debía convertirla en la mujer más feliz del
mundo, posaba sonriente y feliz para la foto junto a una jovencísima novia que
lo miraba arrobada.
La
madre la abrazó con fuerza, la apretó muy fuerte contra su pecho.
Nunca supo en qué momento volvió en sí, cuándo dejó de
mirar esa foto que la ahogaba, si transcurrieron horas o días hasta que dejó de
murmurar “tiene que ser un error”….perdió fuerzas, peso, a su padre no le
contaron toda la verdad, porque lo buscaría hasta poder matarlo trayendo una
nueva desgracia a la familia.
Los
hermanos juraron vengarse.
Cuando logró mantenerse en pie, fue a la pensión, habló
con la encargada que le dijo que él vivía ahí desde hacía no mucho, no le conocía
familia ni amigos, al parecer había puesto “en apuros” a una joven de alcurnia
y se arregló una boda no muy apresurada en realidad porque se radicarían en el
exterior, la familia tenía negocios afuera y él iría de encargado, había saldado
lo que se debía del cuarto y retirado sus pocas cosas…no, no sabía más nada….lo
lamentaba.
Lloró
mucho y durante muchísimo tiempo.
Ya no era el cascabel de la casa, la voz fervorosa
de la iglesia, sus alumnos comenzaron a escasear, ella estaba siempre dispersa,
se negaba a bordar absolutamente…ni siquiera ayudaba a remendar las prendas
familiares.
Algún día se encontrarían frente a frente….ese dolor
no iba a quedar encerrado para siempre envenenando su alma.
Pero eso sucedería en otro tiempo….lejano, muy
lejano.
Patricia Figura, marzo de 2015
martes, 17 de febrero de 2015
Con Gajos de Realidad....
Con Gajos de Realidad.
¿Cómo puede ser?
La sensación de “inconcluso” seguía firme en su espíritu
mientras los miraba a todos.
Algo
no cerraba.
O el tiempo.
O el espacio.
O ellos mismos.
Sin
duda el tiempo había pasado.
Eran los mismos por dentro.
Más
grandes en todo el sentido de la palabra por fuera.
Había como una gran kermesse y ellos festejando algo
¿la primavera? ¿Recaudando fondos para el viaje de fin de curso? ¿Las clases de
música o dibujo al aire libre?
En
parte parecía un circo….había que preparar algo.
Como las obras de teatro que hicieran otrora, en la
adolescencia.
Como los desfiles, donde los defectos físicos no
importaban…los complejos se hacían a un lado…. Se pisaba firme y se salía al ruedo….todo fuera porque la cuenta común
se hiciera un poco más gordita.
Después de los aplausos para uno de los grupos, llegó
un desafío más, debían representar a una pareja a punto de divorciarse frente a
una jueza en la primer audiencia. Mientras miraba a uno de sus compañeros que
se reía a carcajadas con otros del grupo una pregunta vino a su mente ¿Cómo puede operar si adeuda materias del
secundario todavía?
¿Todos debemos materias? ¿Pero si yo me recibí…. Tengo
el título… ¿qué está pasando? No podía apartar los pensamientos, no podía entregarse
a la escena que veía sin replantearse todo.
Los
encargados de relatar la prenda dispusieron un escritorio en el medio de la
rueda hecha de compañeros, se eligieron dos para que representen a la supuesta
pareja a punto de romperse….una cosa era verlo y otra luchar contra la sensación
de irrealidad que todo le provocaba.
La “pareja” se puso de acuerdo en seguir una especie
de libreto rápido, con los típicos comentarios que pueden producirse en una
audiencia de divorcio, los motivos que los llevaron a ese punto, todo entre risas, carcajadas, bromas….como
siempre fue entre ellos.
Los que dirigían el juego les hicieron señas de
que era su turno.
Y algo pasó.
Comenzó
a hablar ante una jueza que no era una de su grupo, se parecía a la que llevaba la contabilidad de todo
lo recaudado…..pero era mucho mayor, el alma de su compañera brotaba con voz de
dolor, de angustia, de impotencia…habló de amor, de desencanto, de haber creído
en él.
Quién representaba al marido en cuestión la abrazó
fuerte, mientras el auditorio emocionado no entendía nada de lo que estaba
pasando.
Solo escuchaba el “va a estar todo bien” que él le susurraba en un abrazo compañero, sano,
limpio, de amigos.
Una nube barrió con todo.
La función se tenía que suspender por orden de una
de las profesoras.
Y
aparecieron en una cocina grande, acogedora, con la mirada benigna de adultos
que ya no estaban.
¿Cómo puede ser? ¿Es una revancha? ¿Entonces sí
existe la posibilidad de ensayar una vida para pasar en limpio otra?
Él se acercó
y le dijo con una sonrisa “ya está, no pasa nada”, “pero vos seguís enganchado con tu ex” mientras con los ojos su
compañera decía “no me mientas” él solo sonrió.
Era
algo inverosímil la combinación….jamás se los hubiera asociado.
Ella los miraba desde afuera, aunque estaba en el mismo lugar… ¿porqué podía sentir lo que ellos sentían?
Algo iluminó la habitación.
Repentino,
fuerte…fugaz también.
Escuchó la lluvia caer con fuerza en el patio de baldosas
que precedía a su dormitorio.
El aire acondicionado era apenas un zumbido fresco…se
arrebujó en las sábanas junto a su marido que descansaba ajeno a la tormenta
que se estaba preparando afuera….la presintió y como una coreografía perfecta
la acomodó a su cuerpo como cuando se encontraban a la madrugada en las vueltas
del sueño.
¿Qué
significaba todo?
Había mezcla de la charla de la tarde con sus amigas,
los comentarios sobre sus propios abuelos a los que tanto extrañaba, la sensación
de angustia de su hermana de la vida ante todo el movimiento que un posible
divorcio podía acarrear.
La
sensación real de materias pendientes.
El grupo al que asociaba a la alegría, la música, el
baile, lo sano, lo seguro lo incondicional más allá de los años transcurridos.
Sintió que su esposo se estaba despertando… después de
todo una madrugada lluviosa era un buen momento para amar, aunque las telas de
araña que atrapaban disparatados sueños, siguieran habitando en su mente.
Patricia Figura, febrero de 2015
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