domingo, 22 de agosto de 2010

TE VOY A LASTIMAR

Te voy a lastimar

_Vamos a tener que hablar de esto. _ ella fue la primera en romper el silencio tenso y a la vez cargado de sensualidad y culpa que fluía entre los dos.
Estaba segura de que él iba a llegar.
Había dejado la puerta abierta, del  que era su hogar, desde hacía un par de meses.
Estaba de espaldas a él, recostada en un mullido sillón, con las luces bajas y escuchando a Mozart muy despacio.
_Para eso estoy acá_ su voz era vencida y ronca, como de un luchador agotado, como la de un nadador yendo contra la corriente.
Lentamente se acercó a ella que recogiendo los pies le hizo un lugar para que se sentara.
¿Realmente cuándo comenzó todo?
¿Cuándo ella llegó al pueblo tan poco tiempo atrás?
¿La primera vez que escuchó hablar de él?
¿O fue cada vez que recibía una carta de su amiga de la infancia, donde narraba la alegría de su vida conyugal?
No podía precisarlo, tampoco le interesaba demasiado hacerlo, lo que importaba era lo que estaba pasando en ésta  que era su realidad.
Eran compañeras desde que tenían tres años, materno juntas, primaria y secundaria, cada una leía los diarios de la otra, escuchaban sus mutuas conversaciones telefónicas  y reían como tontas por cualquier cosa.
Destrozaban en privado a cualquier posible “candidato”, imitaban profesores y pasaron juntas la varicela a los diez.
Cuando hubo que elegir carrera universitaria la feliz “convivencia” terminó, buscaron mil vueltas, cedieron un poco cada una, pero igualmente el final llegó.
Medicina para una lejos del hogar, con un mundo diferente y a iniciarlo en soledad.
El profesorado de idiomas para otra, no tan lejos en horas, pero igualmente fuera del hogar.
_Dos cartas por semanas, es lo mínimo que vamos a despachar_ se prometieron mutuamente, en ese entonces ni qué hablar del chat.
_Vamos a hacer lo imposible para que coincidan las vueltas a nuestro querido lugar.
_Te voy a extrañar más que a mi almohada_ dijo una mientras se limpiaba la nariz, hacía días que lloraba sin parar.
_Tonta, ¿y porqué no te la llevàs?_ riendo se abrazaron y despidieron hasta que la primer carta les fuera a llegar.
Cada una inició su vida, el entusiasmo no tardó en llegar, continuaban haciéndose participé, de anécdotas  e injusticias por igual.
Los primeros años fueron de rutina, las cartas se espaciaban pero no màs de lo normal, cada una avanzaba en lo suyo y mantenía intacta la amistad.
La futura médica atraía mucho, invitaciones jamás le hicieron faltar, algunas aceptaba por aburrimiento y otras sólo por curiosidad.
La “profe” no era tan vistosa, aunque era muy grata su personalidad, si bien es justo decir que tanto una como otra seducían por su inteligencia y espontaneidad.
La escuela de medicina aportó su título y especialidad, horas cargadas de estudio, guardias y miserias, pero ningún amor en especial.
El profesorado fue otra cosa, amén del título, trabajo y contactos llegaron por igual, y con un curso intensivo de idiomas para viajeros llegó un amor fuera de lo real.
Se sonrieron apenas cruzaron las miradas.
Sentían una confianza y comodidad que con otros no habían experimentado jamás.
Compartían apuntes y ejercicios y también mucha curiosidad.
La médica y el arquitecto muy pronto uno de otro comenzaron a escuchar, endiosados por la “profe” mejor de lo que pensaban uno de otro no se podía pensar.
Hubo boda en el instituto, sorpresiva, para un viaje de bautismo poder aprovechar.
_¡ Te voy a matar! ¿Como me vas a avisar tres dìas antes y nada más? ¿ creès que las dichosas guardias son fáciles de coordinar?_ aunque se manifestaba molesta, la sonrisa se dibujaba sin poderlo evitar, que su querida amiga se casara  la colmaba de felicidad y si aparte él era la octava maravilla…¿quién podía pedir màs?
La relación epistolar que mantenían desde hacía años, se había convertido en todo un ritual, la médica aportaba toda una lista de nombres nuevos, que cambiaba cuando la otra la había podido memorizar.
La profe vivía en una dichosa armonía que a su amiga quería contagiar, cada tres palabras incluía a su marido de quién más orgullosa no podía estar.
Tres hijos tenían, “en escalerita” como decían las viejitas de su querido lugar natal
_Tienes que venir a visitarnos_ no se cansaba de rogar _Es obsceno que todavía no lo conozcas, las fotos no le hacen justicia, en carne y hueso parece un galán_
_Disfrútalo nena entonces, y déjalo de ponderar.
Un día llegó una carta diferente de las demás, la médica, su amiga estaba dispuesta a huir de la gran ciudad.
Mucha mugre y trepadores, asqueada de su realidad afectiva y laboral… había enviado currículum y al pueblo de la profe se venía a instalar.
¿Qué más podía pedir a la vida? Completa su familia iba a estar, su compinche de toda la vida a tres cuadras de distancia iba a tener nada más.
Volvió loco a marido e hijos, su alegría era imposible de gobernar, le alquiló vivienda, amoblada y lista se la hizo encontrar.
_Por fin se van a conocer!!!_ repetía una y otra vez más _ ella no va a estar más sola, le vamos a brindar nuestro hogar_
Como  no podía ser de otra manera, un rayo los fulminó apenas estuvieron a un metro de distancia y nada más.
Ella se sintió débil y mareada, por sorpresa la tomó el golpe, no le dio tiempo para disimular.
Murmuró algo del agotador viaje y del ajetreo final, es demoledor cambiar de vida, aunque todo sea para mejorar.
Él estaba mudo, ningún sonido podía articular, sus piernas se negaban a moverse y su mirada de ella no podía apartar.
La profe estaba feliz, en un abrazo espontáneo los acercó aún más, su risa era fresca y los próximos movimientos comenzaba a organizar.
_ Cada mañana al ir a tu estudio, la puedes pasar a buscar, vas para el mismo lado, queda a metros del hospital, los chicos van a la escuela del barrio, sólo cruzan la esquina y ya está, la vida aquí es muy distinta, todos nos damos una mano y así es más fácil progresar_ mientras disponía todo, servía la cena que con amor a su amiga quería obsequiar, el mantel de coco y la vajilla que usaba para navidad.
Ella apenas probó bocado, estaba pasando lo que contra todo pronóstico hubiese podido imaginar, el marido de su amiga, sin aliento la acababa de dejar.
El estaba turbado, del golpe en el estómago no se podía recuperar, ésta era la famosa amiga? La vida era cruel de verdad.
Como era natural se veían todos bastante, aunque las guardias ofrecían buenas excusas, no eran infalibles, él aceptó viajes laborales que antes detestaba, cualquier cosa antes de tener que asumir cabalmente lo que estaba por pasar.
Hasta que todo se volvió agotador y confuso, la charla titubeante y sin espontaneidad, es tan fácil engañar a los que nos aman, pero se torna doloroso cuando uno también los ama por igual.
_Para eso estoy acá_  murmuró nuevamente  y su labio mordió mientras a ella no dejaba de observar.
_ Es obvio que a los dos nos pasó lo mismo, cuando estás cerca me cuesta respirar, me tomaste desprevenida, nadie jamás me impactó de una manera tan real.
_ Es difícil sentirte cerca, me atraes como un animal, aunque pienso en vos todo el dìa al verte las entrañas se me estrujan sin que lo pueda evitar.
_Sólo he tenido parejas esporádicas, o amantes ocasionales, amigos de la facu, que nunca me hicieron temblar, ofrecíamos consuelo mutuo y algo de sexo para alejar el olor a muerte y enfermedad… no soy muy mística, pero desde que te vi he rezado casi sin cesar, si Díos existe esto tiene que evitar.
_ Díos no tiene que ver en esto, tal vez nuestra voluntad, pero aunque a la tentación venzamos, cómo a ella vamos a poder mirar.
_Ella nos adora, no va ver algo que su mente le impida procesar, a mí me ve como en la infancia y a vos le cuesta no hacerte un altar.
_Hasta ahora lo estamos manejando, pero es imposible hacerlo por mucho tiempo más… como pretender gobernar con la razón algo que es involuntario y que surge aún a nuestro pesar?_ ella se abrazaba las piernas, por fin podían hablar con algo de naturalidad, Mozart dejó paso a Chopìn y èl sus manos tomó sin poderlo evitar.
_Le va a servir a ella nuestro disimulo? Armar todo un teatro y seguir aunque no creo que esto llegue a pasar, me conozco demasiado, me imagino mil cosas con vos, solo me frena la lealtad.-
_¿Serías capaz de tomar lo poco que podemos ofrecernos? Gozarnos una y otra vez más, disfrutarnos hasta caer rendidos pero no compartir un amanecer jamás?
En el silencio siguiente un mismo rostro en sus mentes se dibujó con total claridad,
Esa risa fresca, alegría y espontaneidad, esa persona que ambos querían, de diferente manera pero con total intensidad. “te voy a lastimar” pensaron al mismo tiempo sin saberlo, “te vamos a destrozar”.
_ Ya sea que sigamos como hasta ahora, o que demos rienda  suelta a nuestra reprimida voracidad, nunca va a volver a ser igual para ella, hay cosas que sólo en partes se pueden disimular.
_ Tarde o temprano esto vamos a tener que blanquear, es utópico creer que la pasión contenida va a optar por expirar, de ahí en más muchas cosas para todos van a cambiar, ignoro si va a elegir la ceguera antes que a la soledad._ le parecía mentira estar hablando de su amiga, en términos de fría transacción comercial, el dolor la lastimaba por dentro pero las ganas de tenerlo en su cuerpo la quemaban aún más.
_Las cartas están echadas, es imposible negar semejante realidad, nosotros nos vamos a tener uno a otro, pero a ella quién la va a abrazar?_ .abrió sus brazos por fin y la amiga de su mujer se cobijó en ellos, quedaron mudos, en silencio, absortos en sus propios pensamientos, con “El Amanecer” de Grieg que parecía formar parte de semejante secreto.
Pero no fue el único testigo de semejante confesión, una figura pálida, con las pupilas dilatadas se escondía en la penumbra a sus espaldas…con el repasador a cuadros cubriendo el plato que llevaba en sus manos, se mordió muy fuerte los labios, hasta que las lágrimas recorrieron sus mejillas” no voy a perderlo, me ha amado durante años”, giró en silencio y salió tan suavemente como había entrado. “ ya veremos, este va a ser un camino muy largo, he perdido a mi única amiga, pero jamás va a ser suyo el hombre que amo”    

Patricia, junio de 2007

1 comentario:

  1. a este cuento lo escribì hace algunos años, cuando comencè a hacerlo y a compartir con mis seres queridos esto que es una necesidad para mì.
    està escrito con rima porque asì tal cual "me lo dictaba mi interior", es como que necesitaba una determinada cadencia, un ritmo, ahora no lo hago, me aconsejò la prof. Marìa del Carmen Villaverde de Nessier que trate de cambiar eso porque distrae al que lee o escucha el cuento.

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