martes, 31 de agosto de 2010

no, no fue ese el motivo


Personajes:
 Suegra: de poco discernimiento, estructurada, responde a lo que otro espera de ella, costumbrista, con el tipo de histeria sin estridencias.
Nuera: verborrágica, sanguínea, leal, segura, de voluntad férrea, idealista.


No, no fue ése el motivo

_No, no fue ése el motivo_ le respondió con absoluta tranquilidad, sin dejar de mirarla a los ojos.
_Entonces no te entiendo. ¿Qué más querés de mi hijo?_ fastidiada acomodó su pesada cartera negra sobre la falda mientras tomaba el mate que su nuera le ofrecía.
_ ¿El único motivo por el que una persona decida terminar una relación de pareja es la infidelidad?_repreguntó mientras se sentaba frente a ella en la mesa de caoba del comedor.
_ Realmente no me imagino ningún otro…no toma, no es vago, lo que gana lo trae a su casa_ hizo un gesto de “qué más querés”_ si te hubiera tocado pasar las que pasé yo, ¡ah! ¡ahí te quiero ver… en una pieza, en la casa de la abuela de mi marido, con los dos chicos durmiendo con nosotros hasta casi los diez años del mayor_ mientras le daba el mate la miraba como advirtiéndole que no había terminado._Y el fin de semana que no trabajaba en el terrenito nuestro, se iba a pescar con los compañeros de trabajo y yo en casa con mis hijos y la vieja que se metía en todo_
_Bueno, está bien si usted eligió eso dentro de sus posibilidades…yo no le firmé una hipoteca de por vida a su hijo, uno va creciendo y hay lugares, personas, vidas en las que ya no se encuentra y seguir en lo mismo me parece obsceno_ la luz que entraba por el pequeño jardín de lajas al costado de la casa las envolvía en una claridad verdosa, las motitas de polvo suspendidas en el aire daban un efecto de irrealidad al reflejo de ambas en las puertas-ventanas.
_Ah, claro…si ahora lo obsceno es cuidar lo que se tiene, respetar al marido y criar a los hijos los dos juntos_ aunque lo intentara con alma y vida no podía entender siquiera a qué se refería su nuera.
No es que su hijo no tuvieras defectos, era muy callado, poco amigo de las reuniones, los paseos, él quería llegar a descansar, tranquilidad y que no lo hablen que demasiado aturdido volvía del trabajo…pero era bueno, quería a su mujer y a sus hijos, les dio un hogar y todo lo que necesitaran.
_Creo que no hay mayor respeto que la lealtad, él fue el primero en saber que nuestro matrimonio no daba para más,  lo supo desde hace tiempo al igual que yo, con la diferencia de que él se conforma…o no le importa que no encontremos nada en común entre nuestras expectativas y proyectos y yo no quiero marchitarme más de lo que he llegado a estar_
_Pero nena…la vida de casada es así, primero sí tenés un tiempo para estar solos, levantarte tarde los domingos, acostarte cuándo querés…pero después todo gira alrededor de los horarios de los chicos, el marido, la comida, la ropa, el médico, los resfríos..en fin “Desde que el mundo es mundo la vida de la mujer casada es así”_ y se sintió una especie de filósofa contemporánea.
_ No pretendo que me comprenda, usted me hizo una pregunta y yo le respondí, no por que crea que deba hacerlo sino por el cariño que siempre me demostró en estos ocho años de conocernos y tratarnos_ con una sonrisa le tomó la mano que tenía apoyada sobre la falda_ Su hijo nunca va a ser cualquier persona para mí y ustedes tampoco y aunque no lo crea intenté  salir adelante con este matrimonio pero a veces con el cien por ciento de uno no alcanza…el otro debe poner al menos un cincuenta…tal vez él dio todo lo que tenía para dar pero no es lo que nos hace felices y cuando los chicos se duermen, los amigos se van o el día se termina no sabemos qué hacer uno con el otro_
_Bueno…quién sabe no está dicha la última palabra, a lo mejor después de un tiempo…_ abrió su cartera revisando innecesariamente el contenido que no había variado en los últimos veinte años_ Esto va a matar al pobre viejo_ suspiró mientras se levantaba para irse.
Su nuera sonrió y la acompañó hasta la puerta de calle, se dieron un beso como siempre.
La señora  bajó los escalones del zaguán abrochándose el tapado de paño negro, agitó la mano y caminó despacio por la vereda del sol hacia  la parada del colectivo.
Se había hecho un poco tarde, el viejo ya habría llegado del taller y estaría esperando los amargos, apretó un poco el paso “Y bueno…Diós dirá”.



                                          Patricia Figura, julio de 2008.

4 comentarios:

  1. Dos generaciones en conflictos: la mujer sumisa, resignada, que cree que el matrimonio es la Meca.
    Y la otra, que reconoce su derecho a la felicidad,por eso puede irse del lugar donde ya no la encuentra.
    Muy actual y difícil de conciliar. Como siempre que te leo,me parece escuchar con el vaso en la pared o me identifico con algún personaje. No dejás de asombrarme, Patricia. Y me gusta. Espero tus relatos con ansiedad. Puedo ser la presidenta de tu "fans club"? Besitos.

    ResponderEliminar
  2. jajajajja....Presidenta y miembro con honores jajajajaj.
    Me alegra que logres encontrar realidad, tangencia, visibilidad en relatos productos de la fantasìa combinada con el inevitable aprendizaje que lleva el ir viviendo. gracias Olga.

    ResponderEliminar
  3. Muy vivido, me parece ver a Chela Ruiz diciendo... pero nena!!!
    muy bueno Patty.

    ResponderEliminar
  4. Me encantó Patri. De verdad. Tus diálogos suenan a verdaderos.

    ResponderEliminar