jueves, 19 de agosto de 2010

Familia o Dignidad?

¿FAMILIA O DÍGNIDAD ?
No era el momento.
No porque no lo hubiese deseado  durante tanto tiempo, sino por el momento en que llegaba.
Todo a la vez.
Dos noticias en menos de tres días.
Una buena ¿?.
La otra …¿inesperada?, ¿insospechada?...
Dignidad o familia, era ése el planteo?.
Comodidad o tranquilidad emocional?.
Doblo el blíster que confirmaba sus sospechas y lo arrojó  al cesto de la basura.
Puso música lenta de los ochenta en el equipo, abrió las cortinas que dejaban ver el patio de baldosas mexicanas atestado de plantas en tiestos de barro.
Se recostó en el comodísimo sillón testigo de otros placeres y su mirada se perdió en el pichoncito que picaba miguitas dejadas cada tarde en la fuentecita de hierro.
La infidelidad llegó para desarticular su vida, su organizada y cuidada vida.
Plena de pequeños placeres como asados al anochecer, en familia o con amigos, tardes de club, vacaciones en el mar o la montaña, salidas a cenar con los matrimonios de siempre, o con uno de los cónyuges estrenando pareja.
Dos hijos, nena y varón, casi adolescentes.
Ahora un bebé que se anunciaba inoportunamente… cuando terminaba de confirmar sus sospechas.
Se conocieron en la ruta.
Ella miraba inútilmente con el capót levantado el agua que hervía.
El venía por la mano contraria pero igual, baliza de por medio, hizo banquina y se cruzó.
Atento, simpático, servicial, encantador…la acompañó a esperar el auxilio luego de echar agua (mineral que siempre llevaba como buen deportista) y que el purguerito siguiera en ebullición.
El motor no llegó a fundirse pero su corazón sí.
Desde el momento en que lo vio el nudo en el estómago  le dijo que era “él” cual novela rancia de secundaria.
Se vieron en apenas tres ocasiones antes de llegar a la cama y una vez que comenzaron no pudieron parar.
Le causaba gracia ver a sus amigas medio locas por él…era de ella.
Si entraban a un restaurant sentía el impacto de las miradas femeninas sobre su compañero, la sonrisa nunca se le borraba y era el invitado obligado a todas las reuniones para garantizar el éxito de la velada.
Sus ex novias (dos insoportables) mantenían buena relación y cada tanto hacían una llamadita para saber “qué era de su vida”… fuera de circulación obvio.
Paciente con los ancianos  e incansable con los  chicos, el tío ideal que cualquiera  desea en la familia.
Se casaron luego de un noviazgo relativamente normal¿?, fiesta, despedidas de solteros, primero compraron el depto, luego cambiaron  uno de los autos, vacaciones cortas al principio, luego llegaron los chicos y salvo los contratiempos  usuales de toda familia fueron  diecisiete años muy buenos.
Diecisiete…la desgracia? No, esa son cosas de viejas o de jugadores.
Seis meses atrás uno de los eternos divorciados del grupo presentó a su “pareja”.
Linda, suave, dulce, viuda, con una nena que era un solcito.
Ella alcanzó a ver la inevitable  mirada que provocaba su apuesto marido.
Cenaron los cuatro en un lugar alejado de la ciudad,  muy bien atendidos y la charla apenas si les daba tiempo para la sabrosa comida.
Ella era adorable, más allá de la velada tristeza en su mirada, simpática y conversadora, informada y divertida.
Le cayó bien
A su marido mejor.
Comenzó a notarlo distraído, a veces casi angustiado… la miraba con nostalgia.
De lo que fue? De lo que dejó de ser para él?
Paradójicamente hacían el amor con más frecuencia, siempre por iniciativa de él y muchas veces hasta bruscamente, la buscaba una y otra vez, en el sillón, en el piso, en la cama, en la ducha.
Por qué parecían sentirse más solos después?.
Por qué no primaba la alegría y la espontaneidad?.
Cada uno buscaba una actividad distinta o una excusa para hacer algo que no incluyera al otro.
Se reunían mucho con amigos, sobre todo con ellos, el divorciado quería dejar de serlo, ella aseguraba que lo había adoptado con todo su grupo a cuestas, que nunca se había divertido tanto ni se había sentido tan contenida.
Unos días atrás levantó el tubo del teléfono, se ve que la extensión no hizo ruido o ellos ensimismados en la conversación no lo oyeron, supuestamente ella recién salía para la peluquería pero se confundió de turno y volvió a su casa.
_Sé que es un callejón sin salida…pero no puedo dejar de hablarlo, de otra manera la incomodidad va a seguir y así no tengo sosiego…._ escuchó que decía esa voz tan querida.
_ Te entiendo, no sabès cómo te entiendo… cada vez que me arreglo para salir pienso más en vos que en él_ sonaba como si estuviera llorando o por hacerlo.
_A mí me provoca un placer casi adolescente saber que me estoy bañando y que en poco tiempo nos vamos a encontrar y por lo menos durante dos o tres horas vamos a estar justificadamente juntos… a la vista…diciendo lo que todos pueden escuchar_
Se hizo un silencio en que creyó que se iba a desmayar, en el escritorio estaba su marido, su amor de toda la vida, su motor familiar, confesando a otra persona su deseo por ella…¿o su amor?.
_No hay nada que se pueda hacer, si somos las personas que somos es por cómo actuamos, cómo sentimos, por las personas que tenemos al lado… te imaginàs dejando tu familia, viendo a tus hijos con fechas y horarios? …Cambiar radicalmente tu amistad con el grupo después de traicionar a uno?._
_No estoy traicionando a nadie…en realidad sólo a mí por no poder vivir esto que siento… si llegué al punto de hablarlo es porque no sos una fantasía o una calentura eso es obvio…de vos me enamoré.-
La puntada que sintió en el pecho creyó que iba a fulminarla como un rayo.
Empezó a intentar despertarse como de una pesadilla horrible.
Era imposible que eso sucediera.
Era como un diagnóstico terminal.
Existía, pero no podía estar pasándole a ella.
_ Jamás  alimenté esto, nunca en la vida engañé a mi mujer y te puedo asegurar que los amigos son sagrados… pero a esto no lo elegí, no fue la razón,  es visceral, es emoción, es inevitable aunque trate de convencerme de lo contrario e intente que mi vida vuelva a ser la que era._
_Obviamente esto termina acá_ ella ya no disimulaba su llanto ni su desazón._ Nosotros somos los únicos en saberlo y jamás lo vamos a compartir con nadie._
_Si, claro, nuestras familias seguirán siéndolo… te vas a casar con él no?_
_no sé, no creo, no se merece entrar en este baile ni ser un premio consuelo…
 Se despidieron, casi no entendiò lo que se dijeron… estaban equivocados, no eran los únicos en saber de este tsunami que se había desatado en sus vidas.
Ella lo sabía y no creía poder vivir con eso.
Acaso era a ella a quien le había hecho ese bebé su marido?
Era su rostro, su cuerpo, su esencia la que poseía cada vez que hacían el amor?.
Como mirarse a los ojos y continuar?.
El tercer hijo que durante tanto tiempo buscaron…. Llegaba en este momento en que la encrucijada era actuar con dignidad y aceptar que ya no era lo que alguna vez fue… hasta ayer.
O tratar de pensar sólo en su familia y en esto como una prueba terrible a superar todos juntos.
Evidentemente su marido estaba dispuesto.
No era aceptar un desliz, una atorranta, una de esas muñecas plásticas sin cerebro que se arrodillan para escalar.
La voz de su marido diciéndole a otra “ de vos me enamoré”… era un martillo.
Cómo seguir? Cómo afrontar todo un embarazo. Si llegaba a mirarla con pena era capaz de matarlo.
Horas más tarde se encontraron en la cocina.
No se dio cuenta que la peluquera no hizo milagros en la larga cabellera de su mujer.
Miró a través de ella.
Organizaron la cena, los chicos estaban por llegar del club.
El puso la tele con sus dosis diarias de desastres en el noticiero vespertino.
Ella dejó correr el agua mientras sus manos acostumbradas a los quehaceres domésticos se desdibujaban bajo el temblor de lágrimas que nadie vería.

Patricia Figura, febrero de 2010.

5 comentarios:

  1. Seguro antes te dejé el comentario en la página... no lo recuerdo, pero, no quisiera estar en esos zapatos!!!!! de eso estoy segura!!!

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    1. situaciòn odiosa y difìcil si las hay, con eduardo siempre que discutimos el tema, èl sostiene que no es algo que se "de", sino que el que es infiel busca serlo, porque sino al menor indicio las cosas se pueden revertir, alejarse, frenar... el que sigue viaje, segùn èl es porque quiere.
      Claro, son opiniones.

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  2. Esta historia es como la voz de Gardel. Cada día suena mejor.

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    1. JAJAJAJ GRACIAS NORMISSSSSSSSSSSS? QUÈ HUBIERAS HECHO VOS CON SEMEJANTE GARRÒN?

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  3. Cortazar diria que uno no elige, a uno le cae....
    Como evitarlo si nuestro Julio tiene razon...? buena tu historia amigui, gracias!

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