jueves, 16 de septiembre de 2010

ASÌ QUE VOS SOS LAURA?

Así que vos sos Laura?

Toda mi vida escuché hablar de ella.
Tan hermosa como altiva, aunque, me parece que su altivez era en realidad producto de la constante vigilancia de su madre, defensora acérrima de “la diferencia” entre seres humanos.
Modales encantadores, propios de la época, figura clásica, familia conservadora y una pasión: el baile.
En la academia se conocieron, al menos así me llegó la versión de mi abuela, de lo que fue esta historia.
Mi tío abuelo era lo que por aquel entonces se decía un “buen mozo” que no tenía que ver con la grandeza de espíritu sino con la apariencia, hoy diríamos: “esta bárbaro”, ambos se destacaban en sus movimientos y gracia para las diferentes danzas que allí enseñaban, invariablemente formaban pareja y ganaban todos los concursos y presentaciones.
El corazón de ella latía fuerte cuando él con un guiño le rodeaba el talle, bajo la mirada atenta de la madre, las clases no se debían mezclar, por alguna incomprensible razón pensaba que su nena pertenecía a la alta sociedad.
Él a escondidas más de una anécdota me relató, los ojos le brillaban de picardía y emoción, su nombre mencionaba como si fuera una plegaria aunque más de treinta años pasaran desde que los aplaudieran en los escenarios locales.
Pero a la gran señora las miradas furtivas y esperadas no se le escaparon y a su esposo entusiasmó para que un traslado  a la capital de la república aceptara, allí su elegante princesa tendría clases especiales y las oportunidades adecuadas.
Partieron y ellos con tristeza, cobardía y resignación se despidieron, prometiendo encontrarse cuando ella volviera  a visitar a sus abuelos.
Pasaron los años y siempre me quedó ese recuerdo, adolescentes frustrados por ambiciones ajenas, sólo un retrato en sepia de ambos en un teatro fue la imagen que pude atesorar.
El formó familia, aunque sé y, era secreto entre los dos, que jamás del todo la olvidó, incluso me contó que un par de veces se vieron, corteses y distantes cada uno con su propio cónyuge.
Hasta que un día, una noticia del gran Buenos Aires nos sacudió, una foto actualizada de su antiguo amor era portada en todos los matutinos.
Tomé el periódico entre mis manos y casi murmuré_” Así que vos sos Laura”_ en mi familia casi era una más.
Había sido víctima de un crimen, no recuerdo el móvil, sé que algo tenía que ver su intransigencia y ambición ¿heredadas?. ¿Aprendidas?...lo ignoro, no recuerdo, solo sé que me impresionó leer que tanto ella como su familia fueron carbonizadas.
Llamé a mi abuela, ella a mi tío, se comentó en familia sin que llegara a oídos de mi tía,
se estilaba simular que los integrantes de una pareja nacían en el momento en que se conocían.
Alguna que otra vez él y yo comentamos el caso, incluso llegó a hacerse un unitario en televisión, muy bien representado, y él me contó “un secreto”, inocente por cierto, pero que por alguna razón jamás a nadie confié.
Esta semana, muchísimos años después, él también se fue.
Y nuestro secreto también se fue con él.

Patricia, octubre de 2007

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