viernes, 1 de octubre de 2010

Entre Ocres y Esmeraldas

Entre Ocres y Esmeraldas


Solo, en paz, con cierta zozobra interna recorría el familiar paisaje que era su hogar…lo era.
Los ocres y esmeraldas se reflejaban en sus ojos donde mantenía a raya la melancolía.
Cada uno de esos rincones tenía significado.
Cada uno de esos rincones tenía un imán.
Nadie que hubiese “espiado” el íntimo instante que estaba viviendo, hubiera reconocido al impecable y sagaz profesional que investía durante el año laboral.
Había que cargar las pilas, inundarse de esa tierra roja, con un dejo de olor húmedo, las plantaciones tan familiares, las extensiones de verde…el río.
Pero sobre todo la gente, la de siempre, la de las enseñanzas que nunca se olvidan, la de la infancia compartida, la que ahora extiende sus brazos sinceros a la familia que eligió formar.
En el silencio adornado de crujidos conocidos se despedía una vez más del querido lugar.
A lo lejos se escuchaban las risas de los chicos, los suyos, los que amaba de una manera incondicional, a la vuelta ya no habría tanto tiempo para jugar, serían momentos robados al sueño y nada más.
Sus ojos que en el “yugo” laboral se volvían acerados e impenetrables allí se tornaban camaleónicos con el paisaje selvático de algunos lugares de paseo, la mano de ella descansando confiada en la suya….
Un suspiro largo, era hora de volver, recoger los bagajes de recuerdos y tesoros que lo harían sentir más cerca cuando fueran usados a tantos kilómetros de distancia.
Despacio giró y emprendió el regreso a la casa paterna donde la familia disfrutaba el último atardecer del feliz verano, el mate iba y venía, pan con chicharrón, los chicos en el piletín con los juguetes flotando alrededor.
Los colores variarían un poco en el invierno, sólo un poco.
A los viejos seguramente los encontraría igual y si algo los hacía parecer más cansados o lentos sería adjudicado al trajín de preparar el hogar para recibirlos una vez más.
Una sonrisa se dibujó en su rostro cuando entró en el patio…todos se volvieron a mirarlo por un momento y luego continuaron con la charla.
Estaba en casa.

               Patricia, enero de 2008.

5 comentarios:

  1. Me gustó,lleno de melancolia,amor y sabiduria.Un abrazo.

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  2. gracias! por darme la oportunidad y leerme... y por que el comentario refleja tal cual lo que creo que sentìa el protagonista de mi cuento.
    Làstima que no se quien sos.

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  3. PATRI ME ENCANTÓ.Y ES VERDAD...MIENTRAS LO LEES REFLEJA TAL CUAL LA REALIDAD DE NUESTROS AMIGOS.
    SEGUI ESCRIBIENDO...ME ENCANTA!!!RITA

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  4. gracias riri!.... realmente el amor a la tierra de uno, aunque la vida te lleve por otros caminos.... es algo que va por dentro.

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  5. Me encantó Patri. De verdad. Breve y bello. Te abrazo, Norma.

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