miércoles, 13 de octubre de 2010

EL COACH

EL COACH
_ Vamos a dejar las cosas en claro de entrada_ le dijo ella la primera vez que se encontraron en el gym… su aire displicente y autoritario, ponía una barrera que nadie dio a entender que necesitara.
Él sin mover un sólo músculo de la cara y cruzado de brazos la miraba sin pestañear ni dando atisbo de buscar una respuesta para darle.
_Te lo digo porque vamos a pasar muchas horas juntos… en… bueno, ya sabes en contacto….y no quiero problemas ni malos entendidos…._ se paseaba de un lado a otro, con sus pantys de gimnasia, la malla enteriza negra y las zapatillas de baile, impecable, el larguísimo cabello brilloso y tirante en una cola de caballo, los ojos refulgían de autoridad y distancia.
_ Si estamos acá es porque somos lo mejor cada uno en su “género” aunque está  mal dicho es para expresarlo de alguna manera….este concurso es muy importante para mí, hay mucho en juego tanto para mi carrera como para mi matrimonio… mi marido… bueno, él no tiene nada que ver con esto y … te darás cuenta que para él no es fácil que yo me vaya a vivir a otra provincia casi un mes, me conoció como estudiante de ballet que nada tiene que ver con todos estos ritmos contemporáneos_ titubeaba, se fastidiaba, recitaba… se sentía ridícula con el “no me toquès” antes de que él siquiera haya dado muestras de tener algún interés más allá del profesional.
Él  recostado sobre una de las columnas espejadas del gran espacio, `la seguía con gesto pétreo, inmutable, ella le hizo un ademán con los brazos como preguntando si entendía o le hablaba a la pared.
_ Terminaste?... porque hace 20 minutos que estoy escuchando gansadas y vine a trabajar…esto sí      te tiene que quedar claro… yo acá vengo a trabajar, mi tiempo vale… y te recuerdo que mucho, no soy tu “partenaire”… somos uno… sino lo entendès así volvè al lago de los cisnes con tus compañeritos afeminados y dejale el lugar a una mina que sepa de laburo y no se crea que uno toca el cielo con las manos cuando ella está cerca…NO ES CIERTO._ dicho eso y sin dirigirle una mirada de zanjar la cuestión amistosamente se dirigió al equipo de música y puso un ritmo intermedio como para calentar los músculos, estirar, elongar , ella sobre la barra delante del gigantesco espejo de cristal comenzó con su rutina.
Él bailó toda su vida, con pasión, dedicación  y toda la adrenalina capaz de producir sus suprarrenales, ganó concursos interprovinciales en casi todos los ritmos… su fuerte eran los más calientes y se caracterizaba por ser un coach muy exigente… no aceptaba que otro dirigiera su baile, estudiaba incansablemente nuevas variantes, observaba como un gato en la oscuridad mientras otros ensayaban, discutía con los mejores, no se molestaba en hablar con los demás.
Ahora peleaba por el nacional, y sabía que no había otro mejor que él, en cuanto a la chica … era insoportable en su altanería,  excelente en su técnica, pero sus prejuicios y estructura no le permitían dejar “las tripas” en el escenario, y eso para él era imperdonable… tenía que cambiar sí o sí… o sencillamente quedarían afuera de lo que tanto costó conseguir.
Le dirigió un “estás lista? poco amable luego del precalentamiento. Ella asintió y comenzaron con los primeros compases de la coreo que ambos habían estado de acuerdo en esquematizar, la base sobre la que modificarían hasta lograr la excelencia.
El tema era potente, fuerte, con un ritmo que permitía jugar con las emociones del espectador, ávido de pasión y desenfreno… estaban acostumbrados a ver “correr sangre” en los shows y en una final nacional no podían ir con una sucesión de acrobacias vistas hasta el cansancio.
Se colocó detrás de ella, pegado a su cuerpo, bajó su rostro hacia el cuello de la chica, ella por encima de su cabeza levantó su brazo en una curva perfecta y rodeó el cuello de él, separó ligeramente sus muslos trabajadísimos y firmes colocando la punta de uno de sus pies por detrás de uno de él… contaron los cuatro tiempos del compás de espera y comenzaron una danza sugestiva y audaz.
_ No, no, no, no… no, basta, así no_ cortó él, furioso e impaciente_ no es una danza infantil, es la final de baile nacional de ritmos latinos… te suena?... son ritmos excitantes, atrevidos, calientes, osados… siento que bailo con mi hermana_ se agarraba sus cabellos algo largos y despeinados, sus ojos grandes y claros echaban chispas de frustración ante la limitación ajena.
_Estoy siguiendo la coreo tal como la marcaste, mis brazos y piernas están en línea y no hubo movimientos sucios…toda mi vida controlé los ángulos de mis articulaciones,  de un vistazo al espejo ya se qué corregir y te aseguro que la mayoría de las veces el mirarme es obsoleto… tengo totalmente incorporadas mis posiciones a la imagen visual._
_Vos lo dijiste… ahora por el amor de Dios…deja de seguir tan “al pie de la letra” tus pazos y PONELE SENTIMIENTO!... vibrà, entregate!_
Retomaron una vez más y la imagen era bellísima, hermosos y malhumorados los dos, con fuego en los ojos y los cuerpos tensos, él la rozaba descaradamente, la tomaba por los lugares menos ortodoxos y la llevaba al límite de lo permitido… para tratarse de un baile.
 _Basta!_ le dijo con lágrimas de indignación. _ quién te pensàs que soy?... estás acostumbrado a bailar con callejeras … pareces un, un, un… alzado o … _ no tenía palabras para insultarlo, se sentía manoseada y sucia, eso no era baile, no era arte, era una demostración vulgar de sexo.
_Evidentemente…esto no es para vos… sos un pedazo de carne sin vida, puro aprendizaje, nada de estremecimiento, pasión, … pensàs que es a vos a quien toco cuando te acaricio en el baile?... crees que disfruto de tu piel… por suave que sea?... me tenès muy sin cuidado… y particularmente no te elegiría como mujer… no me gustan las reprimidas… PERO EL PÙBLICO Y LOS JUECES TIENE QUE CONVENCERSE DE QUE TE ESTOY HACIENDO EL AMOR EN LA PISTA… sos capaz de entender eso y dejar tus pasitos convencionales  y perfectitos para algún marica del bolshoi o vas a renunciar y no hacerme perder tiempo  que como te dije vale… y mucho._ estaban enfrentados  y furiosos, respiraban agitados pero no por el ejercicio… ella acallaba lo que el nudo en el estómago le gritaba cada vez que él descaradamente rozaba sus pechos o tomaba su  generoso trasero con ambas manos  en medio de la danza, él intuía que si ella se dejaba llevar…mandaría a sus prejuicios, estructuras y al aburrido marido al diablo.
En silencio volvieron al ruedo, de a ratos la cosa iba mejorando, tomando forma, cuando ella estaba a punto de protestar por la manera en que él pegaba su pelvis a la de ella mientras con los ojos le juraba mil obscenidades, se acordaba de que la trató de reprimida… de las hirientes palabras donde dejaba más que claro que no era el tipo de mujer que elegiría.
Se despidieron  cuatro horas más tarde… apenas un saludo cortante mientras se ponían de acuerdo para el día siguiente.
Cuando lo llamó  a su marido estaba más que irritada y él se lo comentó, formuló excusas más o menos creíbles acerca de la distancia, el cansancio, el stress de cambiar de almohada y colchón.
Esa noche soñó con su coach  y compañero… claro que estaba convencida de que no era un sueño así que no luchaba por despertarse… `le exigía más entrega, pero no para el baile,   la iba despojando de cada prenda en los giros y movimientos unísonos…las manos grandes y calientes de él la acariciaban sin ningún tipo de freno y ella era incapaz de separarse o protestar… se despertó transpirada, agotada, tenía sed…. Eran las tres de la mañana pero no logró conciliar el sueño nuevamente… deambuló por el minúsculo departamento, se sentó en el descanso de la ventana de la buhardilla que es lo que en realidad era, y miró el desierto boulevard hasta que los primeros rayos solares comenzaron a asomar por los techos vecinos.
Cuando él entró ella estaba hacía rato en precalentamiento, ya había caminado, trotado y desayunado,  lo miró de reojo y no pudo evitar evocar todo lo que habían echo durante su letargo…se sintió culpable porque el recuerdo le despertaba oleadas de placer, le cerraba la garganta, la hacía sentirse vulnerable, nada que ver a como era ella en realidad, eficiente, parca, ejecutiva… apagó su celular, no quería que su marido acostumbrado a darle los buenos días la llamara en pleno ensayo.
El parecía estar de mejor humor… casi alegre, se demoró estirando y extendió una mano hacia ella para invitarla a comenzar con la coreo… era una tregua no declarada abiertamente.
Cerró sus ojos y su mente a todo lo aprendido durante siglos… simplemente se dejó llevar, pero no pudo evitar un ligero temblor cuando el rozó con el dorso de su mano todo el costado de su cuerpo antes de arrancar con el  giro que los desplazaría varios metros uno de otro.
El final del segundo día los encontró mejor… considerablemente rápido teniendo en cuenta las chispas y remilgos de la previa.
 Al cabo de una semana la coreo era fantástica en cuanto  a diseño y performance, ella evitaba hablar con su esposo, sabía que algo estaba pasando en su interior, lejos de molestarla los avances de él en los ensayos…los ansiaba, los esperaba… ella misma evitó sus propios frenos, y sin ningún tipo de pudor pasaba las palmas de sus manos sobre el pecho de él, clavaba sus ojos en los claros y acerados de su coach, pegaba su cuerpo como si estuvieran adheridos realmente por  algo más que la fuerza del ritmo.
Tuvo que reconocer que él tenía razón, el resultado era provocativo, excitante pero impecable artísticamente, hasta último momento le exigió más de lo que podía dar… y se lo agradecería siempre.
No sólo descubrió una bailarina insospechada sino que como mujer ya no era igual… se debía una charla sincera y extensa con su esposo, no podría soportar la aburrida rutina que los invadía en las pocas actividades compartidas.
Pulieron el final donde quedaban en la misma posición inicial y con los labios a escasos milímetros uno del otro.
El día de la presentación se sentía eufórica pero tranquila y respaldada… sabía que confiaba plenamente en él y él en ella, eran uno… realmente lo sentía así, se intuían, se adivinaban, conocían sus movimientos.
Los cuatro tiempos del compás los encontró adheridos y con el corazón más que palpitante… ella no quería que fuera la última vez, no iba a soportar no estar más entre sus brazos, con sus directivas y exigencias, si pensaba que era una despedida la vista se le iba a nublar y no podría continuar con lo que tanto habían preparado.
_Qué te pasa?_ le susurró él mientras la inclinaba y sostenía casi como si ella desafiara a la gravedad_ estás descompuesta? Mareada?.- su gesto preocupado, que sabía sincero la conmovió,  una lágrima rodó y ella con un movimiento rápido y gracioso la disimuló.
Para el público y los jueces… no para él.
_Decime qué te pasa o paro todo y quedamos descalificados_ le habló con la urgencia del temor,  estaba pálida y vio que los ojos se le anegaron en llanto… no entendía qué le pasaba pero intuía que era algo que la lastimaba… y mucho.
La bajó de la prueba más difícil, donde la sostenía sólo con una mano, quedaron enfrentados, pegados, ella estaba ciega de dolor … de frustración porque en un minuto todo terminaría para ellos…. _ te amo… eso me pasa…. Me enamoré de vos_  fijó los ojos en los de ella incrédulo, era como que no entendía lo que le estaba diciendo… con un salto unísono que aplaudió todo el público volvieron a encontrarse en la posición que marcaba el final.
_Estás segura?... ella asintió y como si la coreo así estuviese  pautada él extendió el movimiento final y tomándola de la nuca la besó… con todas las ganas acumuladas tras horas de ensayos, de discusiones, de pactos, de risas, de charla…el aplauso cerrado los volvió a la realidad.
El acorde final se perdía resonando entre los jueces e invitados, la calificación excelente, se abrazaron felices… quedaba un largo camino por recorrer… lejos de ser el último baile como creyó tres minutos atrás… comenzaba uno nuevo, el más importante…la coreografía de su vida juntos… y no solo en el escenario.

Patricia Figura, octubre de 2010

3 comentarios:

  1. Este ya lo leí y ahora lo vuelvo a leer, me suena a película y con final feliz!!!! Me encantó!!!! Es de ensueño!!!

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  2. Señora: ya la estaba extrañando. Pero valió la pena, como dice Susi: UN FINAL FELIZ. Qué buena coreo literaria.

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