viernes, 16 de septiembre de 2011

IDAS Y VUELTAS...

IDAS Y VUELTAS.

La relación era un vaivén.
La relación era enferma.
Al menos para los que la vivían desde afuera.
¿Ellos podían no darse cuenta del daño que se hacían?.
¿ La angustia que generaban en los que los amaban?.
Sufrían juntos, sufrían separados….
 Nunca llegaban a estarlo del todo o el tiempo suficiente como para que la herida cicatrice….el histrionismo o la simple debilidad les ganaba y otra vez un período de paz….¿de paz?.
Guantes de seda, amabilidades, compartir un helado, risas, mirar una película juntos, algunas cenas y quedarse a dormir uno en casa del otro.
Pero él no podía con su genio.
Sus sonrisas no eran sólo para ella, sus gestos amables tampoco, no podía evitar las miradas abiertas y sexuales a ciertas … amigas por decirlo de alguna manera.
Susurros telefónicos, conversaciones con doble sentido,  encuentros casuales, excusas para llevar las charlas a terrenos más íntimos, personales.
Ella era la primera en darse cuenta cuando él estaba fantaseando con otra.
Ella lo sentía inquieto, distraído, evasivo.
Crecía la tensión… lo buscaba, lo llamaba mil veces al celular, se conectaba al chat, entraba a su perfil, inventaba salidas para tenerlo bajo su mirada, lo buscaba en las noches, en las madrugadas, se frustraba, comía de más, se sentía mal, se angustiaba, lloraba horas y horas, le gritaba a sus hijos… que no eran los de él….se rendía, lo amenazaba con irse lejos, quería que se sintiera culpable de su tristeza.
_Te estás inventando cualquier cosa….son amigas, contactos del face como tiene todo el mundo…así nunca vamos a estar bien_ la congoja que demostraba, ¿era real?.
Obviamente lo cansaban los planteos y los llantos de su pareja, la mirada acusadora de los chicos, las indirectas de las compañeras de trabajo de ella cuando coincidían en alguna reunión o cuando la llevaba a la oficina.
Sabía que la quería y mucho, cuando estaban bien, se divertían juntos, les gustaba la misma música, tenían amigos en común, odiaban los deportes, ninguno llegaba a fin de mes con sus ingresos, no había grandes viajes ni lujos.
Pero le encantaban las mujeres…ajenas, solas, mayores, menores, no podía evitar sentirse atraído y dejarlo en claro, aunque supiera de antemano que no pasaría nada, que la persona en cuestión no compartía el interés o bien, que sólo se llegaría hasta el escarceo verbal.
 Era más fuerte que él, no renunciaba a intentar un acercamiento, una palabra que despertara y disparara la imaginación de la ¿presa? de turno.
Las charlas con los amigos estaba salpicada de miles de anécdotas, ninguno era santo de la devoción de nadie,  sus mujeres gozaban del autoengaño o de la lamentable justificación “son hombres, son así”.
Por supuesto que lo que menos eran era justamente hombres, no tenían el límite de la lealtad, la integridad, el dominio de sus instintos por sobre la tentación vulgar de cambiar de cama, de brazos en los cuales distraerse solo un rato, sin problemas ni responsabilidades.
Luego de la repetida y desgastada discusión llegaba una vez más el tiempo de separación, donde ella no respondía los mensajes de texto, pedía días en su trabajo, lloraba y angustiaba a los que la amaban y querían alguien que la valorara a su lado.
Le parecía que sin él poco tenía sentido, recordaba sólo los buenos momentos y desdibujaba los malos, comenzaba a convencerse de que ella era la obsesiva, la que no manejaba los celos, la que veía fantasmas donde no los había.
Su debilidad y el trabajo de hormiga de él hacían el resto.
Y el círculo comenzaba una vez más.
¿Hasta cuándo?. Hasta que la dignidad le desprendiera la venda a ella?. Hasta que en el camino de él se cruzara alguien que realmente lo enamorara hasta el punto de ganarle a sus miserias?
 Para que haya un victimario… debe haber una víctima, alguien que permita la presión, el maltrato moral, la manipulación y la vejación….
O tal vez no se trata más que de dos personas en igualdad de condiciones que no saben que se puede vivir una vida de a dos desde la entrega mutua, el respeto y la lealtad, encontrando el placer, la diversión, el sosiego, uno en los brazos únicamente del otro.


Patricia Figura, setiembre de 2011

8 comentarios:

  1. Fotografía de ¿cuántas? realidades. Detenida en el tiempo para darles a tus lectores la oportunidad de observarlas con mayor detenimiento. ¡Bravo por tí! Norma

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  2. què gràfica que sos Normis en tus comentarios.... me hacen sentir tan bien....recibis tal cual lo que quiero transmitir. besotes.

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  3. Muchas veces caemos en ese círculo porque no tenemos el coraje suficiente para tomar una decisión.Un cuento que refleja la realidad de muchas parejas.Me gustó la forma que lo construiste.Saludos!

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  4. gracias por dejar tu comentario Catalinaladivina, me encantaría saber como llegaste hasta mis cuentos. besos.

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  5. Por suerte es sólo un cuento... no? Esperemos que pronto tu personaje descorrala venda de sus hojos.

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    1. susi, este es el cuento que comentàbamos la otra tarde, ya lo habìas leìdo.

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  6. Muy bueno, Patri. Pinta una realidad escalofriante, la de esta sociedad machista en la que los hombres searrogan derechos que nosotras alentamos o justificamos. Esto se tiene que terminar, mañana organizo un piquete.

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    1. tal cual Olguita, y una relaciòn enfermiza, que no corta y hace infelices a muchos....no?.

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