jueves, 24 de febrero de 2011

MISIÒN CUMPLIDA!

MISIÒN CUMPLIDA.

Por  primera vez no tuvo problema de sacar sus ansiadas vacaciones en enero.
Claro que serían las últimas que solicitaría, no habría regreso al escritorio que con paciencia y nostalgia estaba despejando.
Cuarenta años de trabajo en esas paredes?. Increíble, toda una sucesión de acontecimientos personales volvieron a su cabeza.
Mientras hacía malabares para ser padre, esposo, amigo, hijo, hermano, suegro,  transcurría su vida laboral, con broncas, injusticias, pedidos denegados, compañeros inolvidables, clientes, personajes, amigos que se escapaban de su rutina para invitarlo a un cafecito a mitad de la mañana.
Ahora los días de tormenta no tendría que salir sì o sì a la calle.
Los actos escolares perdieron su turno en el tiempo, tal vez ahora sería el momento de disfrutar los logros de los hijos de otra manera.
Cómo sería una mañana en casa? Estorbaría, seguro, no estaban acostumbrados a que esté dando vueltas mientras se realizaban los quehaceres hogareños.
Una vueltita por el club, un cafecito en la peatonal, más tiempo para compartir  y si se aburría siempre estaba la posibilidad de realizar trámites a otros, incluso podría armar una pequeña gestoría… con tantos contactos de cuarenta años de trabajo!!!!!!!!!!.
Pero ya estaba pensando en trabajar y todavía no termina su última jornada, se rió sólo mientras guardaba lápices, gomas, bandas elásticas y biromes para su sucesor.
Eran muchos los compañeros que se fueron retirando.
Gente trabajadora, cansada…y otros que siempre fueron becados.
Cada vez, las caras nuevas, irían invadiendo el querido lugar, generaciones nuevas que cuando necesitase un trámite debería explicar…” esto es así, trabajé cuarenta años antes que vos acá, mira si sabré lo que te digo”.

 Tal vez recibiría una sonrisa de respeto, o tal vez no, sólo indiferencia hacia alguien que ya no está produciendo, dependería de lo que la nueva camada lleve en su interior.
El por su parte siempre intentó ayudar… a los jóvenes e inexpertos, a los mayores ya cansados y confundidos con tantas firmas y papeles.
Cosecharás tu siembra dice el refrán popular.
Ojalá fuera verdad.
Los ruidos típicos del lugar llegaban a sus oídos, mientras los ojos acuosos recorrían arcadas y molduras.
Clientes y amigos al enterarse de su retiro confesaron que lo iban a extrañar.
Ahora sabía que iba a ser mutuo.
El trabajo le quitó muchas cosas…pero le brindó otras.
Cerró los cajones, miró si no quedaba nada personal, y comenzó a caminar lento hacia la salida del costado, la principal estaba cerrada a los clientes.
De todas maneras volvería todos los meses a cobrar.
De a poco se fueron acercando los compañeros, palmadas, buenos deseos, “Venì a visitarnos”. “ tenès suerte, yo en quince días tengo que volver a esta locura”. “disfrutà de tu familia” los que todavía estaban de otra época y los que él ayudó a formar, todos ofrecían sus saludos y buenos augurios.
Su sonrisa franca y emocionada lo acompañó hasta la planta baja, levantó su mano en un saludo de “hasta pronto”.
Misión Cumplida.
Salió a la calle, a pesar de la lluvia intermitente, hacía un calor sofocante.
Se iba en taxi.
Ya tendría tiempo de ser jubilado.
Ahora iba a dormir la siesta y después tal vez un  rato al club.
Sin apuro… total,…mañana no se madruga.

Patricia Figura. enero de 2010

Al Señor Berràz, una cara amiga que voy a extrañar, cuando vaya a hacer trámites al ..”banco de mami”.

1 comentario:

  1. Muy bueno, muy como sucede a menudo con los que se van dejando una vida en un lugar...
    Susi

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