PARACAÍDAS
Intentó
sentarse por cuarta vez frente a su note para comenzar un trabajo pendiente de
entrega, cada una de las veces anteriores tuvo que suspender antes de poder
avanzar más allá del título.
Chequeó
por la ventana de la cocina en qué programa iba el lavarropas, eso le daba
casi cuarenta minutos antes de colgar la segunda tanda con prendas que todos necesitaban
después de seis días de lluvias consecutivas y dos idas al lavadero para lo más
urgente.
Consultó
la hora en su celular y todavía tenía una antes de ir a buscar al menor de sus
hijos a una de las tantas actividades extraescolares.
Trató
de no pensar en el dolor de cabeza que la aquejaba desde la mañana temprano, en
el WhatsApp silenciado por un año del grupo de madres del colegio de la del
medio marcaba más de sesenta mensajes sin leer que seguirían así hasta que
pusiera vaciar chat, estaban monotemáticas, discutían por tonterías, no leían
lo previo entonces había cinco o seis que decían lo mismo sin reparar una en la
otra…. Insoportable.
Sonó
el teléfono fijo y fue a atender porque podían ser los “grandes de la familia”
es decir abuelos, era su mamá que quería saber si estaba bien, hacía dos días que
no sabia nada y le extrañó,
Le
explicó que estaba a las corridas como cualquiera que tiene casa, hijos,
maridos, trabajo, horas extras y pendientes que se acumulan. “Si, yo también
tuve tu edad, ya vas a llegar a la mía y vas a seguir con obligaciones y a
cansarte más rápido” fue la alentadora respuesta.
Había
escuchado a un médico reconocido, en Instagram que decía que el stress no
viene por el exceso de actividad si es que estas son gratas y generan
entusiasmo, expectativa y alegría…. el stress se genera cuando uno se carga con
obligaciones propias y ajenas y vive contrarreloj…la describía perfecto.
Prendió
la máquina, se sentó, buscó el archivo con el titulo solitario en el costado de
un Word vacío…lo abrió, googleo en YouTube los éxitos de sus músicos favoritos y se dispuso a escribir.
Buscó
las anotaciones previas, las investigaciones y lo que había subrayado como
relevante, chequeó una vez más a los autores que había dejado de lado por resultarle
densos…había gente que sin duda sabía mucho sobre algún tema pero que carecía
totalmente de didáctica para transmitirlo.
Posicionó
sus manos sobre el teclado tal y como había aprendido en su curso de dactilografía
en PC y cuando iba a marcar mayúscula sonó su celular.
Su
amiga, hermana, su amor de años y años de atravesar lo que la vida deparara,
juntas…su confidente.
_Helloooooo,
estás manejando????? Estoy en la puerta de tu casa, si estabas por casualidad,
bajaba diez minutos. _ le dijo con su tono alegre, jovial, aunque el mundo se
le cayera en mil pedazos.
_Si,
estoy y con el mate preparado, no alcancé a tomar ni uno, te abro.
Se
abrazaron fuerte, como siempre, con cariño, comprensión, alegría de verse, ante
la pregunta de si estaba trabajando o estudiando le contestó que “no tenía
importancia, igual tenía que cortar para ir a buscar a uno de los chicos en
minutos”
Conversaron
de cincuenta cosas a la vez mientras Phil Collins daba paso a Bon Jovi, Aeroesmith,
Air Supply y tantos otros testigos mudos de sus años de amistad y de los
mejores lentos que bailaran en las décadas de los ochenta y noventa.
Mientras
una cebaba y la otra sacaba la ropa del tender para colgar la nueva tanda se
pusieron al día, los maridos, las discusiones con los hijos, las presiones
familiares, el descanso en las salidas de a dos o con parejas amigas, los
asados de los domingos, los cumpleaños de las amigas, la tristeza ante lo
irreversible, la impotencia ante determinadas injusticias, engaños que dolían,
próximos reencuentros con los grupos de ex compañeros, viajes programados….ni
ellas sabía cómo podían abarcar tanto en tan poco tiempo.
Cuando
estaban por seguir cada uno el curso de sus actividades, sabiendo que el recreo
las había despejado, alegrado y fortalecido, la dueña de casa le hace una pregunta
que le venía rondando desde hacía mucho.
_Cuando
te sentís sobrepasada, cansada o aburrida, ¿con qué te evadís? ¿En qué o quién
pensás? ¿Cuál es tu fantasía?
Su
amiga lo pensó un momento, después mientras tomaba su mochila, las llaves del
coche y los lentes le respondió: _ Antes,
decía “a esto no lo puedo manejar, no está en mi, no puedo” y me quedaba con
eso, dejaba que en determinadas cosas actúe el universo, Dios, la Providencia
divina en una palabra… ahora, le agregué un plus, me ayuda a desconectar, me
voy, me relajo, dejo de estar en el lugar en el que me puse por algún motivo y
logro irme por un rato hasta que la angustia pasa”_
_Pero
a dónde te vas? _ le preguntó mientras listen to your heart, una de sus preferidas
les llegaba desde la compu.
_A
miles de Km de altura, a un avión seguro, confortable…al que se le abre una
puerta y puedo tirarme absolutamente confiada en paracaídas….._ la sonrisa
era inmensa ante la divertida incredulidad de la otra_ Sin miedo, con la
presión del viento y cayendo a toda velocidad hasta que decido abrirlo y el
silencio, la paz, la protección y la seguridad me envuelven_ las pupilas se
le dilataron como cuando entraba en otra dimensión, se había ido por un momento
de la cocina que las cobijaba a ambas.
_Ah,
bueno, me sorprendiste…igual… no sé si es buena idea_ le dijo señalándole los
pechos recientemente renovados por el mejor cirujano plástico de la ciudad.
Riendo
y continuando ambas con los comentarios de todo lo que podía generar esa fantasía
llevada a la realidad, fueron apagando la note, una vez más el trabajo quedaría
sólo en el título, se fijaron de tener todo lo necesario para salir al ruedo hasta
que las ganas y la realidad propiciaran unos nuevos minutos de resquicio
compartido, cargar pilas lo llamaban ellas, amistad.
Patricia
Figura, junio de 2019
Que lindo Patri gracias por compartirlo 😍😘
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