martes, 8 de noviembre de 2011

ACÀ ESTOY....(segunda parte de: ¿Querès estar conmigo?)

ACÀ ESTOY... ( segunda parte de : ¿querès estar conmigo? ).
Cuando cortó la comunicación no podía evitar la sonrisa que quedó plasmada en su rostro.
Se mordía el labio, recorría la estancia repitiendo mentalmente la conversación con su amigo… su compinche, compañero…._ ¿Querès estar conmigo?_ le había preguntado él.
Así, directamente, como era de frontal y mandado, sin vueltas.
Ella no daba crédito a la charla de locos que habían tenido.
Era una fantasía, una novela de esas románticas….las de la adolescencia aunque ya la habían pasado hacía rato.
Más allá de que intentó minimizar la cuestión, él no le dio tregua, lo planteó como lo más natural a la altura de la relación que tenían, una consecuencia lógica, el desenlace esperado ante tanta confianza, proximidad.
No le reconoció que muchas veces había fantaseado con la idea.
Después de estar toda una noche cenando y viendo películas, o toda una tarde compartiendo sol y pileta en la quinta….llegaba el momento algo incómodo en que tácitamente decidían hacer rancho aparte.
Jamás se hubiese atrevido a ser tan directa como él, a reconocer que lo imaginaba haciéndole el amor, cómo sería?, qué gestos tendría?, si sería tierno o maquinal, si la acariciaría antes y después o si luego de satisfacerse mutuamente estaría más que ansioso por quedar solo y tranquilo con el tele y una cerveza por compañía.
Estaba inquieta… el sol ya casi desaparecía… el ruido de las olas en esa cabaña tranquila inmersa en un paisaje algo agreste en su belleza, la hacían sentirse casi como la protagonista de un libro…salió  a caminar….estaba impaciente, él le dijo que llegaría al otro día… le parecía una eternidad, y por otro lado no quería que el momento llegase.
No iba a poder evitar el nudo en el estómago.
Era su amigo.
Antes que nada era eso… jamás podría sacrificar lo que tenían en aras de una relación sexual y nada más.
Era de las que todavía tenían pudor, no le daba todo lo mismo…. Y él fue muy claro a lo que venía.
Si venía….
Esa noche durmió inquieta, se revolvió en las sábanas, “en unas horas vamos a estar los dos acá…”, “nos vamos a saludar y …¿a la cama?”… “no, seguramente daremos un paseo… y…BASTA,… es él, tenemos toda la confianza…somos amigos. Basta, punto.”
El amanecer llegó despacio…su piel dorada por el sol esteño contrastaba contra las sábanas blancas mientras se estiraba remolonamente…. Se duchó, preparó café…se moría por mandarle un mensaje, por llamarlo para saber qué había decidido….”esto ya empieza a cambiar… todavía no nos acostamos y ya estoy actuando distinto”.
Decidió ir hasta el pueblo, la ansiedad la hizo caminar un par de km más que los habituales… tomó las llaves del todoterreno y se fue a comprar algo de fruta, helado y queso como para tener a mano.
Cuando terminó, era cerca del mediodía, el sol impiadoso la hizo comprarse un sombrero de paja que le sentaba muy bien… se fijó por undécima vez en el celu…nada.
Dio una vuelta por la avenida de la costanera y tomó el camino que la llevaba a su refugio, llegó y una mueca de desilusión se dibujó en su rostro… no estaba, si bien le había dejado la llave escondida como le prometiera… se notaba que todo estaba tal y como ella lo dejara.
Tomó las bolsas y con el pie cerró la puerta del vehículo de un golpe… el mar encandilaba con su espuma blanca, con las manos ocupadas se encaminó a la cabaña cuando a su espalda la conocida voz grave, cascosa le dijo _Acá estoy_
Casi tira todo, un poco por el susto y otro poco porque no lo escuchó llegar.
Recostado sobre una de las esquinas de la propiedad, la miraba con esa mezcla de picardía y burla que a ella tanto le gustaba.
_Viniste?_ le preguntó innecesariamente, _quiero decir…_ se encogió de hombros y sonrió dándole la bienvenida con un beso, él giró brevemente la cara hacia sus labios y ella se echo hacia atrás provocando la risa de su amigo.
_Si, belleza, vine para que te saques las ganas y hagas de mi lo que se te ocurra_ bromeando la abrazó y compartiendo la carga se dirigieron al interior de la vivienda.
El acomodó su bolso junto al futòn de la amplia estancia, recorrió todo con la mirada y le gustó el sencillo encanto de lo que veía, ella comenzó a guardar las cosas y a preparar café, cargado, oscuro como sabía que le gustaba.
Charlaron de tonterías, sobre la construcción, el clima, el viaje.
El dio un par de vueltas, quería decirle algo…se mordió el labio, la miró y le dio la mano, ella se levantó, quedaron muy cerca, más de lo que nunca habían estado.
La besó despacio primero, con más urgencia después…la avidez era de ambos, cada uno hacía lo que sentía, no había coreografía ni necesidad de aparentar nada, eran ellos mismos ofreciéndose al otro.
A tientas llegaron hasta el somier, la brisa marina agitaba las largas y rústicas cortinas… ellos seguían en su mundo, no había vergüenza, no había “no” a esto o aquello, se sentían confiados uno en los brazos del otro…la primera vez fue urgente, necesitaban satisfacerse, después, con horas por delante, fueron descubriéndose uno al otro y les gustó lo que se hacían sentir.
_No quiero que nada cambie entre nosotros… me refiero a que no quiero desconfiar de lo que me decís, ni que me mientas si estas con otra persona…puedo prescindir de muchas cosas, pero no de nuestra amistad_ fue ella la que habló mientras, mucho más tarde, estaban recostados sobre una manta en la arena, acunados por las olas inquietas.
_No te voy a mentir y obviamente espero lo mismo de vos_
_Ok…y tampoco quiero que te sientas obligado a que cada vez que nos vemos tengamos que ponernos a… bueno, ya sabès_
_ ¿Eso sería una obligación?... no sabès lo estoico que puedo ser…._él bromeaba mientras enredaba un mechón del cabello de ella en su índice.
_Basta, estoy hablando en serio, para mí es muy importante…quiero estar segura…_
_A ver_ la interrumpió incorporándose un poco para mirarla a los ojos_ porqué no te relajas, dejàs que las cosas vayan como tengan que ir y  de hacerme salir con otras, de mentirte o de ponerme en abstinencia cuando recién comienzo a disfrutarte?...Llegamos hasta acá como amigos… ahora aparte de eso, somos amantes, todas las parejas deberían serlo… pero no nos rotulemos más, ni ofendamos al otro o le faltemos el respeto, ante todo somos dos personas que hoy eligen estar juntos….no existen hipotecas sobre los sentimientos… de mi parte tengo toda la intención de que esto crezca…no era sólo ganas de hacerte el amor, pero tampoco puedo decir que esté locamente enamorado….¿ vamos paso a paso?_ ella lo escuchó atentamente y estuvo muy de acuerdo con él.
_Tenès vecinos cerca?_ le preguntó luego de un rato de silencio.
_En los días que estuve, nunca vi a nadie en esta zona_
_Pero qué bueno.._ le dijo sobre sus labios, con la mirada que ella estaba aprendiendo a conocer,  la voz suave y ronca_ entonces no vamos a escandalizar ni a despertar la envidia de nadie_ agregó sumergiéndose una y otra vez en los besos que ella generosamente y sin ningún tipo de tapujos le estaba brindando.
_Te hacía más tímida_ bromeó él, ella  le respondió atrayéndolo aún más cerca de su cuerpo.
Era el comienzo de una nueva etapa y ambos estaban dispuestos a disfrutarla al máximo.

Patricia Figura, noviembre de 2011

7 comentarios:

  1. Genial, que placer sentí leyendo, espero que la historia continúe. Se apropia de los sentimientos y ese fluir del dialogo y la recreación visual que genera es magica.
    No hay que dejar escapar oportunidades de poder sentirnos plenamente vivos y dejarnos amar.
    Besos Patricia, repito un placer.

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  2. gracias Manzy por tu entusiasmo y sinceridad. me encantò tu comentario. besotes-

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  3. Respuestas
    1. gracias olguita querida... me gustarìa que me cuentes (por privado) si tuviste algùn amigo que pasò a màs jajajajajjajaja

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  4. PATRI: YO YA SOY INIMPUTABLE. A los 61 una ha pasado de todo y ¿quién me quita lo bailado? jajajajajaja.TQM

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    1. jajajjaaj sabìa que no me ibas a defraudar!!!!!!!!
      me encantarìa conocer la historia... TODO SUMA....

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  5. Uffffffffffffff, tengo para una saga.

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