lunes, 27 de junio de 2011

LA VUELTA AL LAGO.

La vuelta al lago.

Siempre le pareció larga, tediosa, no era lo mismo que caminar por avenida o boulevares donde los ruidos de coches y transeúntes se mezclaban con sus pasos rápidos  y el tiempo se acortaba entre tanto ir y venir ajeno.
Era un prejuicio, claro, le tenía idea, cada vez que alguna amiga la invitaba a realizar el circuito prefería negarse y caminar sola.
Hasta que luego de una semana gris, de lluvias intermitentes, cielo plomizo, ropa húmeda y perenne en el tendedero…. fue saliendo el sol….débil al principio y con más fuerza después…se sintió enérgica…los chicos retomaron las clases escolares, las actividades extras, sus ritmos cotidianos y ella necesitó caminar mil km sin parar  donde el verde , el agua y los sonido de la naturaleza la invadieran…¿dónde ir?.
“La vuelta al lago” pensó….relativamente cerca, al menos mucho más que la costanera, su otra posible opción con las características “requeridas” según su estado anímico.
Sin dudarlo, tomó las llaves del coche, y con las calzas de gimnasia y las zapas listas se dispuso a disfrutar de media hora sola, automáticamente dio marcha, puso el estéreo con el CD que contenía sus cien temas preferidos y que jamás se cansaba de escuchar y hacia allí se dirigió, al sur de la ciudad.
Estacionó en la entrada al club náutico, se demoró un momento guardando el dinero, carnet de conductor, apagando el vehículo y escondiendo el celu que no tardaría en sonar, en su campera liviana.
Cerca de veinte adolescentes practicaban “skate” en el playón, los autos entraban y salían de la institución dejando niños que comenzaban sus horas de  hockey, tenis, canotaje, etc.
El sol brillaba entre el follaje y dibujaba hilitos de plata en el lago, se escuchaban gritos de aliento, risas, mientras comenzaba su  primer vuelta al lago.
Pasos que se iban acercando, instintivamente darse vuelta hasta que la costumbre de escucharlos ya no sobresaltaba, mucha gente que había comenzado la rutina desde el otro punto, se  cruzaba de  frente, algunos escuchaban música, otros respiraban metódicamente, algún grupo de amigas conversaban un tanto agitadas, el sendero era estrecho y con desnivel, por momentos los árboles se hacían más espaciados, la zona donde pasaba la ruta de  tránsito pesado permitía oír algún que otro comentario y detalles de los exacerbados sentimientos de los conductores de camiones….mujeres mayores con sus perritos enredándose entre las piernas y tironeando de las correas de manera que sus dueñas parecían desafiar la gravedad en ángulos muy pocos relajados para una caminata.
A medida de que iba completando la vuelta, la parte “urbana” fue invadiendo el paisaje, los colectivos camino a la vecina ciudad de santo tomé, pasaban repleto de pasajeros que volvían a sus hogares,  del ministerio algún que otro rezagado conversaba con el puestero de pan y facturas y ya los primeros caminantes en cruzarse nuevamente del otro lado del lago indicaban que la vuelta estaba llegando a su fin.
No estuvo mal…. Se podía repetir… tal vez tomar como rutina entre idas y venidas familiares, actividades ajenas,  le avisaría a sus amigas, charla mediante el momento sería más grato aún y de a poco las caras con las que se cruzaba irían haciéndose más familiares, los retazos de conversaciones que llegaban hasta ella acortaban las distancias.
Se animó y dio otra vuelta un poco más lenta….vio entrar la traffic de una conocida panadería que era su debilidad, a uno de los estacionamientos del club que bordeaba el lago, le dio hambre.
Cansada y contenta volvió a su coche, buscó una sucursal de dicha panadería y compró facturas de manteca para llevar a casa y despertar las nenas de la siesta con el manjar… llegaron menos de la mitad, pero no importaba, estaba satisfecha, despejada, lista para seguir con las obligaciones y horarios de la tarde, la cena, el final de la jornada, hasta que volviera el recreo de antes de ir a dormir… una charla en familia, un programa de la tele comentado con sus esposo, un rato de face… y dormir abrazada y calentita junto a su amor…. para comenzar bien el nuevo día.

Patricia Figura, junio de 2011

3 comentarios:

  1. Natural y fresco como este día! Contas exactas las cosas, casi como que fueras vos la que camina...

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  2. Sí,como dice Susi, natural y fresco. Pero yo siento un tufillo a suspenso por momentos, que me gustaría que la autora profundice por ese lado.
    Así como los clientes, las fans siempre tienen razón.

    Beso.

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