lunes, 17 de enero de 2011

QUERÈS ESTAR CONMIGO?

QUERÈS ESTAR CONMIGO?.
Hablaba por el inalámbrico mientras caminaba sobre la alfombra artesanal que cubría el rústico piso de la cabaña esteña.
Su cabello aún húmedo y alegremente desordenado le daba un aire infantil al igual que su físico menudo y firme… ya estaba en la treintena, no lo aparentaba en absoluto, pero el tiempo que se había escurrido entre sus manos, pasó dejándola más sabia en algunas cosas… absolutamente ingenua en otras.
Con la yema de los dedos acariciaba distraídamente los lomos de los libros del estante de tronco, los diminutos floreros con cactus y piedras, las tazas hechas en horno algo desparejas, y los escasos vasos y platos que se apilaban casi al borde del único sostén que hacía las veces de alacena, biblioteca y demás.
Por momentos esbozaba una sonrisa que le llegaba hasta los ojos, en otros su risa auténtica y sonora bailaba por el recinto…. Los rayos del atardecer reflejaban oro y miel en su piel bronceada producto del descanso al sol o de sus momentos de jardinería.
_Me estás tomando el pelo…. No seas tonto y hablà en serio… te va a salir una fortuna la comunicación como para que digas tantas pavadas juntas_ su voz si bien quería que sonara liviana y como restando importancia a la propuesta escuchada, dejaba entrever un cierto nerviosismo… una leve…. Incomodidad?
_Es que  estoy hablando en serio…totalmente en serio….me escondo atrás de un teléfono si querès… pero hablo seguro de lo que te digo_ su voz era grave, sonaba cascosa, pero era firme, no se reía como cuando le hacía bromas para divertirla.
_Es un absurdo lo que me estás planteando…ridículo… ninguno de los dos podría._ la suya no sonaba tan segura…parecía dudosa y expectante…como esperando que él se riera como siempre y saliera hablando de cualquier cosa… pero en realidad quería que eso pasara?...cuando lo escuchó, sintió un nudo en el estómago.
_Ninguno de los dos podría?.... habla por vos…pero te aseguro que ni siquiera te lo crees… vamos, somos grandes y nos conocemos desde hace mucho…me vas a decir que nunca te lo imaginaste?_ otra vez la picardía en el tono, ella agradeció mentalmente que él se encontrara del otro lado del charco… que no pudiera verla porque se hubiera reído de  su rostro rojo como un tomate ._Estás  ahí?... bueno…. Lo único que falta, con la confianza que nos tenemos, que te quedès muda…. Te comieron la len.._
_Basta!. No seas pavo, esta conversación no tiene sentido, hace media hora que estamos hablndo sin decirnos nada…  mejor te llamo más tarde… no te entiendo_ parecía acorralada, y le dio vergüenza su propia reacción… por qué se enojaba?.
_Bueno, bueno, a ver… calmate, soy yo, estás hablando conmigo… porqué te pones tan incómoda?...no te propuse ni casamiento ni que matemos a una carmelita… te propuse una tarde de amor…o una noche… bah… lo que prefieras_ agregó lo último en su tono bromista habitual, el que ella conocía y con el que se sentía cómoda.
El tenía unos dos o tres años más que ella, habían sido compinches en la primaria, iban y venían juntos del cole que quedaba a pocas cuadras de sus respectivos hogares, en la secundaria ella se fue a otro colegio, donde supuestamente “la educación era mejor” y él a una técnica, antes que ella pero ocasionalmente se encontraban en algunos negocios del barrio y charlaban.
Durante un tiempo, en la adolescencia, la cosa no fue tan fluida, tenían grupos distintos, se pusieron de novios él con una chica de un pueblo al que solía ir a bailar, ella con uno de los amigos de su hermano.
Ninguno de los dos tuvo hijos ni matrimonios muy largos, de casualidad se volvieron a encontrar en una oficina pública donde ella tenía papeles que no “salìan nunca” y él  pasaba  a saludar a un compañero de estudios con el que cada tanto se reunía a paletear.
En ese primer encuentro la notó contrariada y molesta, le ofreció su ayuda con el amigo en cuestión e intercambiaron teléfonos.
Hablaron dos o tres veces por asuntos burocráticos y después lo siguieron haciendo por el solo hecho de que encontraban una buena “oreja” uno en el otro.
Llegaron a tener una rutina… y se “esperaban”… al final del día, comentaban sus novedades, pesares, decisiones, ella lo aconsejó  sobre un regalo de bodas que tenía que hacer a la hija del jefe, él la ayudó a encontrar la manera de terminar una relación estancada de hacía meses, ella lo acompañó a buscar el coche nuevo , él le hizo ver que su trabajo la tenía estancada y aburrida…discutieron interminablemente hasta que ella aceptó una propuesta que la obligaba a viajar por lo menos una semana al mes…ahí los llamados ascendían hasta a dos por días.
Estaba en uno de esos viajes, con mucho tiempo libre porque “enganchó” con las vacaciones…aún así continuaron con su rutina, se divertían con comentarios tontos y también comentando temas ajenos a ellos, películas, libros….si uno de los dos no llamaba o contestaba el teléfono era motivo de preocupación.
Esa tarde cuando conversaba confiadamente con su amigo, escuchó la propuesta de él: “querès estar conmigo”?...me parece que los dos tenemos ganas…es como que nos falta algo, cuando vamos a cenar o pasas por casa… es como que hay una cierta “tensión”…no es incomodidad, es como que tendríamos que conocernos más íntimamente, pasar una tarde juntos, horas haciendo el amor…después la comodidad sería total…qué me decís?.
Cuando ella se negó a tomarlo en serio y le dijo de cortar la comunicación, èl cambiò su tono  negociador por otro más cálido, le habló como ella estaba acostumbrada a escucharlo, aunque era la primera vez que le planteaba algo tan descabellado como “hacer el amor para eliminar tensiones”.
_Cómo no me voy a poner incómoda?...no acostumbro a acostarme con mis amigos, menos para que no haya  ¿tensión? entre nosotros… te escuchaste?...que me estás planteando?...encontrarnos, pasar horas juntos haciendo el amor como que fuera una actividad para compartir tipo juego de mesa, deporte?... entonces después ya no hay ningún tipo de inhibición, soy un “amigo” más?
_No… un amigo no…. Una amiga a la que quiero mucho, inteligente y divertida… pero que  inevitablemente llega un momento de incomodidad cuando estamos juntos… si estamos en casa viendo una peli, se hace tarde, tenemos sueño… igual te llevo porque “no está bien que te quedes a dormir”, si te paso a buscar a la salida de tu laburo para que me acompañes a la quinta a cortar el pasto… te pone incómoda irte a duchar o quedarte  en remera, fresca y liviana” …y como esas pavadas te podría enumerar mil… en cambio si nos “internamos” juntos hasta que ya no nos queden secretos… listo, vamos a disfrutar mucho más cada una de las actividades compartidas.
_Te escucho y no se si reírme o llorar_ una risa nerviosa le brotó naturalmente… es cierto lo que decía, no era lo mismo que quedarse a dormir de alguien de su mismo sexo, por momentos un fin de semana en la casa de campo… presentaba cierta  vergüenza en el instante de separarse para irse a dormir… por lo general lo hacía él primero, recostado en el sillón mientras ella acomodaba algunas cosas para el día siguiente.
Pero la solución que èl planteaba…
No estaban enamorados… la pasaban bien juntos, se entendían y preferían su compañía a la de otros… incluso salían con amigos o en grupo también…pero no era para una relación de pareja… o sí? Igual no era eso lo que él proponía…era simplemente –“sacarse las ganas” y siendo sincera… más de una vez se imaginó como sería hacer el amor con él, sobre todo cuando lo veía ejecutivo resolviendo detalles que a ella se le escapaban, o cuando lo observaba trabajar con sus manos, hábiles, rápidas, o cuando fingía no darse cuenta que él la miraba como algo más que una amiga para conversar…se mordía los labios y se despedía aludiendo cansancio.
_Voy a estar un par de días más en la cabaña… sabes donde queda_ lo sorprendió diciendo… si hubiese podido verlo se habría reído de su cara de asombro con los ojos abiertos sin poder creerlo.
_Estás segura?_
_No… me parece una locura…y no prometo nada…pero por lo pronto si querès venir te espero… igual las puestas de sol son espectaculares.
_Tengo el bolso listo…te puedo asegurar que me vas a decir que cómo no  te lo propuse antes_
_Basta!_ se reía pero se sentía con más vergüenza que la primera vez que estuvo con un hombre…jamás había hecho el amor con un amigo…con su compinche… con la persona que más la divertía y entendía…_dejo la llave abajo del felpudo… por si salí a caminar._
_Mañana temprano estoy _ y con un tono más serio agregó_ No sabes el tiempo que hace que me muero por poder hacerte el amor…nos lo debemos desde hace tiempo.
Cuando cortaron, los dos tenían una sonrisa de anticipación dibujada en los labios…

Patricia Figura, enero de 2011


5 comentarios:

  1. Patricia, una vez mas me elevas los pensamientos a los sueños que persigo. Que cuento, esta basado en algo real? Me encanta el romanticismo, la pasion, ese desenfado e inseguridad que aparecen entre ellos. Un amigo con derechos... algo asi. Nada de amor entre ellos o quizas disfrazado por esa confianza de años y tantos momentos cotidianos compartidos. Confieso que lineas me parecieron coincidir con ciertas charlas que tengo con cierto amigo de la infancia. Por eso me encanto, fue como un descubrimiento. Besos

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  2. Hermoso a veces soñamos con tener ocasiones tan bellas creo que todos tuvimos amores adolecentes sin tener el encuentro que ud representa me facino me gustaria haber sido el actor con mi amiga de infancia que no llego a un final feliz gracias por permitir opinar y presentar

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  3. En este no debe haber quedado mi comentario, porque ya lo leí! o bien te lo dejé en el face, buenísimo!!! Te lleva a que quieras que se de el encuentro! Podría haber un segundo cuento... "el encuentro", no?

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  4. pero què buenos comentarios! gracias Susi por estar siempre. y Luisorlan, quise enviarte un mensaje y el servidosr no me lo permitiò, gracias por visitar mi blog.

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  5. Patricia, gracias al destino, a ese segundo en que algo te alivia el dolor en un domingo ya, al igual que todos lo universal es así hace que concordemos, que viajemos, que encontremos un cara a cara con nuestra historia, con su peso y con momentos en que livianos olvidamos o soñamos, volvemos a el amor romántico ese columpio vacío dejamos tantos sueños que por ti y por tu entrar , me llevo tu historia, me llevo ese momento de ilusión de un amor sano , de un amor con amor, con juegos, con fantasías que mueven nuestras hormonas cautas de no dar rienda suelta y matar el embrujo del ser ambos unos voyeur de las imágenes que van en fila india , una tras otra y detrás de todas el Deseo del Desenfreno, me preguntó mientras suspiro y me como mis lágrimas, alguna vez diré o aceptaré un ¿Quieres estar conmigo...?

    Alucinante, seguiría intentando ser cogida por un sorpresivo y anhelado Deja Vú que me lleve al recuerdo de mí misma, ir al cuarto camino..

    Un fuerte y cariñoso abrazo, seguiré leyendo y haciendo de cada letra y cada palabra de este cuento, novela, saga...
    maravillosa , sublime extensión del lenguaje, sentidos, emociones y flash de pasiones con sabor a espuma, con sabor a naranja, con un toque de canela...

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