jueves, 12 de junio de 2014

Y EL NUDO SIGUIÒ APRETANDO.

Y EL NUDO SIGUIÒ APRETANDO…
¿Quién puede decir que no existe el amor a primera vista?
¿Alguien se atrevería a afirmar que la magia es solo un truco bien realizado?
¿Se puede creer realmente que una persona maravillosa de la cuál desconocíamos su existencia, de un momento a otro se transforme en parte de nuestros sentimientos más fuertes?
Si…. Absolutamente SI.
Ellos invadieron mi vida de la mejor manera.
Más allá de formar un grupo excepcional, son únicos, irrepetibles, son inmensos y también son muy pequeños… son míos.
Pensé y sentí que el amor a mis hijas, a mi marido, a mi familia en toda su extensión, a mis incondicionales amigas, me tenía colmada, que no quedaban resquicios para intensidades….solo yo sé cuánto me equivocaba.
Mis nenes de sala de cinco son increíbles.
Son poderosos guerreros un momento y dulces mascotas al otro, mamás, súper chicas, bebés, temidos y adorados “hermanos mayores”, profes y seños, jugadores de futbol, basquetbolistas y un coro de ángeles también….no hay mejores actores que ellos convencidos de su transformación.
Son realmente todo eso e infinitamente más.
Son capaces de conmoverse con la caída de las hojas en el otoño, pararse erguidos para saludar a la bandera, conversar durante un trayecto compartido repasando todo lo que han aprendido, pararse  en medio de un trabajo tan solo para abrazarme y decirme “seño, te amo” y demostrar con ojos limpios que no hay estrategia, sino corazón.
El ritual de la merienda, los cumples festejados y mi preferido, el ratito del descanso donde cada uno se pierde en sus sueños, al son de una música tranquila, sabiendo que voy a pasar a hacerle una caricia en el cabello o dejarles un beso suave en la mejilla.
A menudo en casa me han preguntado qué me pasa, cuando las lágrimas sorprenden mis ojos mientras la mente vuela al mismo tiempo que las tareas domésticas ocupan mis manos….la respuesta es siempre la misma…la conocen de memoria…”pienso en el acto final….cuando los abrace por última vez”.
Y el nudo en este punto me está estrangulando la garganta literalmente.
Me consuela saber que es un cambio para bien, para progresar, es porque crecieron, maduraron, se hicieron más fuertes, más grandes, más sabios en muchas cosas y no me refiero solo a lo cognitivo.
Y yo fui parte de eso.
Dedico con todo mi amor este ¿cuento? ¿relato? ¿palabras? A ellos, mis  increíbles nenes de la sala verde, que me volvieron a la vida docente después de tantos años, sus nombres van a quedar grabados para siempre en mi corazón: Juani, Benja, Cande, “las Martinas”, Juli, Helena, Valentina, Ambar, Anita, Thiago, Joaquìn, Lucas, Bianca, Maite, Santino, Lorenzo, Nico y Homero.
Desde el corazón de la Seño Patri.


Patricia Figura, junio de 2014

2 comentarios:

  1. al leer esto me ha recordado algo del espíritu de el globo rojo que acabo de ver en you tuve...es un corto francés del 1956 seguro que lo conoces... perdón por lo del muro de escritores me despisté comentando en dos muros abiertos a la vez, cambien los comentarios.

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