jueves, 31 de octubre de 2013

TODA UNA MAÑANA....

TODA UNA MAÑANA.

El último paciente acababa de irse.
Eran las ocho de la noche y sabía que su secretaria estaría contando los segundos para irse a organizar la cena en su casa.
La cena.
Qué tema!
Todos los días, cansada como estaba, debía llegar a su casa donde cinco pares de ojos la miraban expectantes.
Cuando su día, que comenzaba a las cinco de la mañana, debía estar terminando, le quedaba todavía el tiempo equivalente a toda una mañana.
Suspiró…. Se echó hacia atrás en la silla, escuchó que su secretaria y persona de confianza le estaba sirviendo el cafecito que era su pausa antes de atravesar la puerta de al lado y sumergirse en la locura de horas de ajetreo antes de poder apoyar la cabeza en la almohada nuevamente.
Cerró los ojos un minuto.
A menudo recordaba la pregunta que con su habitual naturalidad, le hiciera hace algunos años atrás, esta chica que con tan pocos años, parecía entender tanto a la vida.
_Con tu primer hijo, no conocías bien a tu marido, con el segundo…tampoco….pero con todos los otros???? ¿por qué seguiste teniendo hijos?. Entendès de salud, física y mental….¿por qué elegiste esto?_
Su esposo, varios años menor, hijo de un prestigioso artista de la ciudad, en pocos meses se convirtió en su marido, amaba la risa de ella, su alegría, su tonada del interior, su humor, sobre todo eso, su humor.
Lamentablemente, los alertas comenzaron a sonar muy rápido.
Celos, vigilancia obsesiva,  encono hacia la profesión que ella amaba.
Durante el parto y los meses siguientes, todo fue como una amnistía, contrataron a una mujer de algún pueblo cercano, le acondicionaron un par de habitaciones que había en el fondo del viejo patio, con cocinita y baño.
El bebé pasaba las noches y las siestas con la niñera, ambos necesitaban estar bien despiertos y descansados para atender a su trabajo.
Casi en un suspiro llegaron el segundo y el tercero, junto con las exposiciones del suegro al que ella amaba y admiraba, viajes familiares y compra de propiedades que su marido administraba.
Antes de los diez años de matrimonio, todo se hizo insostenible.
Se fue perdiendo el respeto, la paz, la tranquilidad y lo financiero.
Era todo un gran efecto dominó.
Quedó  embarazada nuevamente.
Mellizas.
Amaba la maternidad, sus hijos, eran lo mejor de todo sin ninguna duda.
En los períodos de calma, su esposo era un amante tierno y paciente.
_¿pero por qué seguías teniendo relaciones con un demente????_ era la pregunta de siempre de su secretaria, cuando conversaban  café de por medio, o cuando la veía superada por los gastos y el cansancio.
_Qué se yo que contestarte…. Estás acostada, con tu marido  y bueno, de última lo haces, es más rápido que discutir o despertar la ira._
_No te cuidabas?_
_Si…. Pero, evidentemente ni el diu fue infalible._ se quedó mirando un punto fijo ante la incredulidad de su compañera de consultorio_ Creo que lo que más quise siempre fue la familia, los chicos….disfruto con ellos, soy feliz…. Vivo agotada pero estoy viva por ellos…. Más allá de un divorcio sangriento y con demasiadas concesiones….si no los hubiese tenido a los chicos sería una frustrada._ los pasos de ella la volvieron al presente,  tomó el café mientras ordenaban la agenda del día siguiente para saber a qué hora tenía el primer y último turno.
Siempre dejaba la franja horaria de las cinco a seis de la tarde para buscarlos del colegio, darles la merienda con abundantes y variadas facturas  y aprovechar para comprar lo que faltara para la cena de la noche.
Eran chicos tranquilos, estudiosos, responsables, las nenas eran las más revoltosas por ser tan chicas todavía….por Dios, cuánto faltaba todavía para criarlos, alimentarlos, ofrecerles buena educación….y sola.
El papá ayudaba desde lo económico, pero su personalidad poco estable hacía que todo pendiera de un hilo….jamás colaboraba en llevarlos o traerlos de algún lugar, cada dos o tres fines de semana los invitaba a dormir, pero ninguno quería.
Tenían todo su mundo en el hogar familiar, su música, sus libros, esos escritorios personales donde cada cual se entendía, la compu….igualmente lo veían todos los días, ya que trabajaba puerta de por medio.
Fueron cerrando todo, guardando las fichas, acomodando los escritorios, cerciorándose de que nada quede enchufado por si venía tormenta a la noche.
_ Estoy tan cansada….los llevaría a comer algo por ahí, cosa de volver y acostarnos….no tengo ganas de hacer de comer, lavar los platos, guardar todo, preparar para el desayuno….pero…. sentarnos los seis a comer se está volviendo prohibitivo._ iban saliendo por el largo corredor mientras apagaban las luces.
_Pediles una pizza…o dos…. Si merendaron hace no mucho…._ le sugirió su amiga.
_ Ya comieron ayer… no, pobres, deja, les voy a hacer la carne con arroz y azafrán que les gusta, los varones me ponen la mesa y las nenas se tienen que bañar todavía…. No, si es como yo digo, me queda Toda una mañana todavía….¿cuándo crecerán??? ¿Cuándo volveré a tener tiempo para salir un fin de semana?_  una vez cerrado todo, se pararon un rato en la puerta para disfrutar del perfume de la noche y sentir el sonido de la brisa entre los árboles tan añejos, típicos de los barrios.
Medio encorvada, mitad por su manera medio masculina de andar y otro poco por el peso de tantas responsabilidades, se dirigió a la puerta de al lado, su hogar, detrás de la cual sabía que se encontraban sus hijos haciendo la tarea, mirando la tele, dibujando o leyendo.
Buenos chicos, excelentes, poco comunes por lo tranquilos y responsables en la niñez.
Entró y sonrió al ver a las mellizas con sendos bebés en coches paseando a lo largo de la galería cubierta, los varones estaban con un par de amigos haciendo un trabajo escolar, ella fue derecho a la cocina, buscó lo necesario para preparar la cena mientras se fijaba en los titulares del diario vespertino…. Fue hasta el baño, preparó el agua calentita en la bañera para las nenas, con sus cinco años recién cumplidos, todavía  jugaban mientras se bañaban a la vez… echó un vistazo, eran muchos, pero había paz, tranquilidad, se escuchaban risas….estaba cansada, era cierto, pero de alguna manera, también era la mejor hora del día, todos juntos en la seguridad del hogar.




Patricia Figura, octubre de 2013

4 comentarios:

  1. No sólo dadoras de vida, sino MUJERES en toda la extensión de la palabra y algo más. Sólo comparables con el Universo...

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