viernes, 13 de abril de 2012

CONTRA EL TIEMPO.


CONTRA EL TIEMPO.

Sentía los pies destrozados.
Le costó llegar a su cama.
Sola…. esta vez, ningún cuerpo joven y viril hasta lo insoportable, la acompañó.
No es que no hubiese tenido oportunidad, en la feria de las vanidades a la que había concurrido, sobraban sementales dispuestos.
Claro, que eran sólo eso.
Y ella hacía años que estaba acostumbrada al juego,  de apariencia cuidada, gastando lo que no tenía para seguir teniendo un aspecto  ¿atractivo?… pero su frescura no era ya la misma, cada vez costaba más mantener un color natural en su  cabello, donde un alegre “despeinado” le daba un toque naif… con las luces bajas, por supuesto, otra cosa era durante el día, donde las manchas de tanto sol en su haber y las reiteradas depilaciones por el molesto vello facial, quedaban expuestas.
Alegre, graciosa y divertida de lunes a lunes, con sus amigos, con sus compañeros sexuales, lejos de ser amantes, ella los utilizaba para su propio e insatisfecho placer, ellos hacían lo propio.
Malhumorada, deprimida e inquieta a solas.
Por lo general manejaba sus estados de ánimo, la sonrisa fluía cuando algún comentario la halagaba o era preliminar de una salida roseada de buena bebida, baile hasta altas horas, todavía conseguía llamar la atención con sus movimientos sensuales, enardecer a quienes sabían que sólo traicionando podrían llegar a ella.
 El grupo de siempre que unía soledades en bloques, le hacían de marco a la imagen que pugnaba por dejar ver.
Pero su mirada se iba nublando con mayor asiduidad…descomposturas productos de la velada histeria la dejaban temblorosa y asustada.
Las fiestas folclóricas, que los agrios racionalizan en “son inventos comerciales” comenzaban a pesarle cada vez más, las parejas que se amaban realmente a su alrededor, la deprimían, la mujeres de su edad que disfrutaban de salidas familiares o en parejas le provocaban una mueca despectiva, aunque tenía en claro que era incapaz de ser fiel o enfrentar la rutina.
Esa disociación en sus sentimientos la molestaba, le fastidiaba, la apartaba de un manotazo que se traducía en frenéticos mensajes de texto organizando salidas, viajes, bailes….cualquier manto era válido para no ver el peligroso paso del tiempo con sus inevitables estragos.
El mirar hacia atrás no se le iba a presentar grato en el inminente declinar físico.
Cuando su compañero genital de turno, encontraba con quien hacer el amor, disfrutando la experiencia y alejándose inevitablemente de su cama, se transformaba en amigo, si los recuerdos eran gratos, o en un pesado, si no había tocado ni una hebra de su acelerado corazón.
A  su alrededor las chicas, jóvenes, frescas, lindas, crecían como un jardín descontrolado, ella se aferraba en seguirlas, mimetizarse, ser una más, pero la brecha era cada vez mayor…todavía podía, la experiencia le sacaba una cabeza a la juventud, pero… por cuánto tiempo más?
Llegaría a pagar por mantener brazos fuertes y vientres trabajados, sobre ella?
Era una carrera contra el tiempo.
Por lógica estaba destinada a perder.
Pero todavía no, faltaba mucho.
Tal vez no tanto…pero no era algo en lo que pudiera pensar.
No se duchó.
Buscó el refugio de las sábanas limpias, perfumadas, se puso de costado y haciéndose un ovillo se entregó al sueño que la sumiría en sus propias fantasías o en sus peores miserias, dependía de cuál de los profundos laberintos  mentales eligiera su atribulado inconsciente seguir.


Patricia Figura, abril de 2012

5 comentarios:

  1. Triste destino de muchas y muchos, escrito desde los ovarios. Bravo, Patri.

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    1. es algo que muchas veces observè a lo largo de los años, mujeres aferradas a su aspecto, desesperadas por sentir que chicos mucho màs jòvenes las "eligen" y que los de su edad se alborotan un poco, pero claro, desde lejos, la verdad es que es tristìsimo, porque inevitablemente el juego llega a su fin, no es algo en que el tiempo pueda jugar a su favor.

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  2. Allí está la clave, ese es el problema... Esa brecha, cada vez mayor. Por eso debemos tener muy en cuenta el poema "Desiderata": "Acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con donaire las cosas de la juventud"

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  3. Lo más sano es aceptar el paso del tiempo, celebrar la vida y disfrutar cada etapa. Estuvo bueno releerlo. Besos.

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  4. Un! Fuerte querida amiga ....el no querer dejar que transcurra el tiempo , tratar de mimetizarse con personas más jóvenes pero interiormente con una gran tristeza sabiendo que no es posible ...no querer aceptar el paso de los años ....la imagino sola , sin hijos y sin otro interés que ella misma sumergida en una soledad que lastima y la hace morir día a día .....pensar que hay muchos así ....
    Excelente historia que no es tal , que se da en la realidad
    Ani

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