domingo, 11 de marzo de 2012

ENEMIGO A CUESTA.

Enemigo a Cuesta.
Cada día se despertaba más o menos de buen humor.
En el ajetreo diario, se iba “poniendo en marcha” a medida que las horas pasaban, que los objetivos diarios se iban cumpliendo.
La mente le funcionaba a mil, más de lo que hubiera podido expresarlo verbalmente.
La agotaba…. era como tener dentro suyo una persona con capacidad de rebatirle cada buen momento, cada comentario favorable, le susurraba ideas….
La desmejoraba.
No siempre eran los mismos planteos.
Siempre la misma voz.
Todo iba pasando por épocas… se tildaba y ahí quedaba…dando vueltas a una idea….hasta que entraba en ebullición y sus amores más cercanos volvían a ser victimas de sus planteos y replanteos, idas y vueltas, miserias…. deducciones que hasta que no encontraban una palabra final, que le cierre y le cuadre…. atormentaban su espíritu.
Los focos de atención iban cambiando, desde el arranque de celos que podía provocarle el mejor amigo de su novio en la adolescencia, con fantasías sobre lindas chicas presentadas para separarlos, para alejarlo de ella, provocando peleas, explicaciones, llantos, me dijo, me dijiste, hizo, me mira, no me mira…. Hasta quedar sin fuerzas… con ganas de dormir un mes seguido, y la relación lastimada por palabras que nunca debió pronunciar en el fragor de la lucha.
Períodos tranquilos, donde se sentía segura, feliz, exitosa en lo suyo, sea cual sea la etapa que estuviera transitando, las imágenes eran bien recibidas y la voz maliciosa hibernaba, entonces abundaban las salidas en grupo, las ganas de renovar su vestuario, salir a correr, dorarse al sol más allá de la estación en que se encontrara…se sentía querida, mimada, le parecía que el teléfono sonaba más seguido, que recibía más mensajes.
Y de la nada vuelta a caer.
No sabía si era algo orgánico, si los ciclos eran regulares, como para poder atajarse y prevenirlos.
Pero bastaba con encontrar de casualidad a dos amigas en un café para sentirse excluida, enterarse de alguna salida en la que no fue partícipe, para que la voz susurrara sus miserias y minaran su espíritu… si sus hijos no eran incluidos en determinados encuentros escolares, el corazón se le encogía, si su familia no era parte de reuniones amigas, se sentía infectada…discriminada.
No lograba entender que cada uno llevaba su vida, con sus limitaciones, oportunidades, casualidades, emprendimientos, que nada era ex profeso, que no estaba permanentemente en la mente de los demás.
El fastidio la ganaba, los teléfonos bullían en mensajes, llamadas, sonsacando lo imposible, tratando de perseguir a sus “verdugos mentales” hasta que confesaran lo que sus demonios le habían grabado a fuego.
Se sentía sola… y si bien todo era fruto de su imaginación, el dolor era real, inmanejable, y el cansancio familiar cada vez habría una brecha más grande.
Agotada, se sumergía horas en la bañera, tratando de refrescar su cuerpo golpeado internamente, sin huellas físicas… los demonios de a poco se retiraban de su mente, ya habían hecho su trabajo, se relamían satisfechos, se escondían agazapados en un rincón oscuro… sabiendo que la nueva oportunidad no tardaría en llegar.
Suspirando… en un blanco total, relajada como si un grupo de personas se hubieran retirado de su cuerpo, permitiéndole volver a ser una, con total dominio de sì…. retomaba su vida, planeaba almuerzos y cenas, idas al súper, al instituto a buscar a sus hijos, al trabajo, conversaba con sus compañeras, hacía bromas casi todo el tiempo, se ofrecía a colaborar en la tarea ajena, entendía el cansancio de su esposo, el aburrimiento de los chicos, las demandas paternas…. La paciencia se hacía su aliada y buscaba soluciones a todo y a todos…compartía la carga familiar.
En esos momentos le parecía imposible que otro período negro tomara su cabeza por asalto… se convencía que no podrían con su racionalidad, que la batalla vencida no era una simple escaramuza….después de todo a Napoleón, también le llegó Waterloo…¿porqué no a sus guerreros invisibles?.
La casa olía a fresco, a sol y habitaciones aireadas, había flores, toallas nuevas, sábanas con perfume a orquídeas sacándose con la brisa de primavera, brotes nuevos en los grandes macetones… pronto sería verano, tiempo de planear las vacaciones, las navidades, los regalos para cada miembro de una familia que no dejaba de crecer….era joven…tenía más de lo que hubiera soñado….debería asirse a eso cuando sus hambrientos habitantes mentales quisieran salir.

Patricia Figura, marzo de 2012

10 comentarios:

  1. Muy bien narrado y descripto. Puede ser ombligomanía o una patología verdadera.

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  2. cierto.... tal vez sea un poco y un poco....¿no?

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  3. Tal vez... Y de poetas y de locos... jajajajajaja.

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  4. me encanto lo de...cada uno llevaba su vida ...me gustó tu cuento

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    1. gracias Karlo por tu comenario, la visiòn masculina en una perspectiva o problemàtica femenina es muy vàlida.

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  5. Cuento... por suerte! esa persona debe buscar ayuda! ja! es bueno tener presente que las cosas suceden y no que "nos" suceden ex profeso, a menos que se busque.

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  6. Me sigue gustando como en la primera lectura, pero cada vez me inclino más a creer que se trata de un trastorno.

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    1. jajajaj Olguita, puede ser, no se, no me acuerdo si me basè exclusivamente en alguna idea central o en susceptibilidades femeninas... viste que los hombres no se plantean que hacen los otros cuando no los incluyen en alguna actividad grupal.... gracias!!!!!

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  7. Muy bien contado, sin censuras de ese diablillo que llevamos y que a veces no logramos acallar. Me gusta tu estilo.

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