jueves, 19 de enero de 2012

SOLO UNA VEZ...

SOLO UNA VEZ.
El trayecto era larguísimo…. Pareciera que mucho más que a la ida.
Valía la pena sobremanera, las playas eran doradas y el mar se aprovechaba aún en días nublados, puesto que el calor era imperante.
Unos pocos días que se llevaron los ahorros de dos extensos años, cada moneda separada y atesorada para poder viajar todos en familia.
Se consideraba propio el mérito de seguir siéndolo.
Miles de indirectas pasadas por alto, bromas que no lo eran tanto, ser sostén económico en el grueso de cada proyecto o progreso.
Pero así crió sus hijos, y tuvo sus fiestas familiares con el marido al lado posando para la foto que luego sería comentada por amigos, hermanos, compañeros de estudios…su pantalla que ojalá fuera real.
¿En qué momento el novio enamorado, firme, presente, encantador y celoso se transformó en un marido aburrido de su esposa?.
¿En qué momento  comenzó a renegar de hacerle el amor?
Encuentros espaciados, sin pasión, sin brillo en los ojos…. cumpliendo antes de que llegaran los reproches y las peleas, saliendo airoso a duras penas…. teniendo en mente a qué mujer, que no era la suya precisamente.
Pero la foto era perfecta para ella, la de afuera, la que compartía con el ¿público?
El solo hecho de pensar en vivir una realidad de divorciada la estremecía, salir con amigas solas y a la espera de conocer a alguien, volver luego de cada fin de semana a la rutina diaria, sabiendo que no pasó nada nuevo, que los que valen la pena por lo general están acompañados y los que se muestran demasiado entusiasmados y con “proyectos juntos” es porque en realidad la mujer se quedó con el hogar familiar y la mitad de su sueldo, por lo tanto hay que buscar donde acollararse.
No, eso estaba muy bien para reírse con las historias de amigas, mates de por medio, o en las salidas de “solas” sabiendo que volvía a su hogar, haciendo la vista gorda al millón de pequeños detalles que le demostraban que su mente tenía una familia y su vida real otra muy diferente.
Pensó que en las vacaciones algunas cosas cambiarían… las horas de ocio, lejos de los problemas cotidianos, de los familiares que “con buenas intenciones” intentaban abrirle los ojos, recostados al sol, las pieles calientes y el compañerismo propio de la alegría compartida provocarían el acercamiento, que la buscara por las noches, en las siestas, cuando los chicos estuvieran entretenidos afuera con los amigos propios de los días de verano.
Pero se dio solo una vez…y  por iniciativa de ella.
Ni siquiera los comentarios sobre otros cuerpos semidesnudos y bronceados como castañas lo encendieron como para acercarse a quien tenía al lado… su libido la descargaba paleteando, con un picadito, o en esas misteriosas “demoras” cuando se ofrecía a buscar algo en el pueblo cercano.
Las lágrimas amenazaron con brotar detrás de sus grandes lentes oscuros, miraba a través de la ventanilla, los campos sembrados se escapaban raudos, igual que sus pensamientos, los carteles indicadores le hicieron saber que ya estaban cerca de su ciudad, de su mundo, de la vida que luchaba por sostener aún a precio de resignar su necesidad sexual, su autoestima, y bancarse su angustia teñida de envidia cuando las otras parejas hacían comentarios divertidos sobre sus intimidades, o sobre los maridos demasiado demandantes….”Dios da pan….” Se decía más de una vez.
Pero dentro de lo que fue eligiendo, los resultados eran buenos, salían con otras parejas, que si bien acentuaban su soledad, también era un momento para compartir con él, que de otra manera, se instalaría frente a la computadora o la tele ignorándola.
Seguía siendo “la casada” de cuatro hermanas mujeres, la única que había dado varios nietos a sus padres, que tenía una hermosa casa para recibirlos a todos,  organizar asaditos en el jardín trasero, y toda la atención de hija mimada y nuera querida de sus casi ancianos suegros a los que tenía en su bolsillo.
La fotografía coincidía con sus sueños de adolescente, más de  una década luchando para que no se borroneara, no se desdibujen sus integrantes….para que no se divida.
Tenía que sacar esos pensamientos de su mente….era lo que había elegido y jamás había querido intentar otra cosa, una vida distinta con alguien diferente a su lado.

Patricia Figura, enero de 2012

6 comentarios:

  1. Que palabra denigrante " Resignación" , es lo primero que se me vino a la mente al sentir la comodidad del personaje femenino. No valoro la idea de convertirse en rutina al ideal de vida que uno sueña y anhela. Cuando uno realmente ama, busca el reflejo del amor en los ojos de ser amado. Si se ve distorsionada o borrosa o ausente, es que esta perdiendo la esencia que los unió al principio. Mantener la llama de la pasión es el acto de la fricción de dos, uno solo no basta. Demasiado triste quedarse tranquila y no animarse a elegir mas allá. Siempre existen oportunidades y no hay que dejar escaparlas. Alguna nos lleva a la felicidad plena.
    Disculpa que te ocupe tanto espacio, es como vivir cada relato. Besos Patricia.

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    1. pienso muy como vos Manzy.... no hay nada peor que no ver el amor reflejado en los ojos del otro.

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  2. Pobrecita, aunque ella lo elije a diario, ser la "pobrecita" por décadas... sabes lo que pienso, primero la dignidad...

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    1. tal cual, no hay nada para el ego como una autoestima alta, tampoco hay porquè esperar de una persona lo que es incapaz de ofrecer, o lo aceptàs asì o....la posibilidad de vivir sola y tranquila o apostar a un nuevo amor....pero compartido.

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  3. Esto sigue, no? Me quedó gusto a poco y desazón. "No seré feliz, pero tengo marido."

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    1. jajajajjajaja..... entonces hay que irse.... no es durar... es honrar. jajajaj puede ser que lo siga, no se me habìa ocurrido.

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