martes, 10 de enero de 2012

PARA QUE SIGAN JUNTOS.

PARA QUE SIGAN JUNTOS.
En honor a la verdad, se intentó de todo.
Hasta quedar a merced de ellos mismos.
Para que no haya peleas, discusiones, abandonos…para que la realidad no los supere, para que la economía no los desborde, para…. Muchísimos “para” más.
Se conocieron en la etapa final de la adolescencia de ella, él, unos años mayor, tenía uno de esos trabajos seguros, con todo un sueldo para sus caprichos, pilchas, viajes, juegos electrónicos, regalos, aunque pronto comenzó a endeudarse…. Sin administración coherente no hay dinero que alcance.
Ella intentó ordenarlo.
En  parte se desordenó también.
Pero eran dos… y cada uno vivía con su familia, así que la comida jamás faltaba, tampoco la luz, el agua caliente en el invierno, la buena refrigeración en el verano, de alguna manera la familia al sostenerlos colaboró en el desmadre.
Crisis de celos, escenas histriónicas, escapadas a los boliches con amigos que estaban libres y solteros, la madre cubriendo con un “si, ya llegó, está dormido”… “¿para qué provocar peleas?”. “Es lógico que quiera salir con los muchachos…. “Ella lo persigue, lo asfixia… lo va a terminar cansando…” justificaciones que terminan involucrando a quien las manifiesta y después queda en el entretejido sin poder salir….y cada vez con mayor compromiso, una cosa es una pareja de novios, pero cuando ya formaron una familia… en aras de “salvar la pareja” y que el hijo en cuestión no vuelva con su bolso al hogar, se llega a un punto en que la madre  (suegra del otro) queda a merced, fagocitada, agotada.
Porqué tomarse semejante responsabilidad con la vida de otro?.
Porqué cubrir tantos baches ajenos?
Porqué ir rellenando fosas que elijen cavar?.
Nunca entendí semejante baile de disfraces.
“Por los chicos….si doy una mano es porque me dan lástima” y así seguir sosteniendo una realidad que no es más que una fotografía.
Sacar créditos que de antemano sabía que ellos no iban a cubrir, extensiones de tarjetas de crédito donde los intereses mensuales iban formando un alud….juntar aguinaldos para cubrir lo más urgente…pagar las visitas médicas cuando la obra social de ellos no cubrían al profesional.
Llegar al agotamiento, estar ahogada sin necesidad.
“Si no les damos una mano… se van a terminar matando”…discusiones con el esposo que desde un principio dejó en claro que cada pareja debe sostenerse por si misma, y enfrentar con madurez sus decisiones….pero la madre, que también era suegra, prefirió seguir sosteniendo la pareja que ya era una familia, ayudarlos a comprar un  vehículo para que pudieran trasladarse todos juntos, pagar las cuotas atrasadas del colegio para poder tener acceso al año siguiente, solicitar un nuevo crédito personal para poner a cero la recargada tarjeta y así darla de baja antes que queden todos inhibidos.
A estas alturas el matrimonio daba por sentado que ella era una prolongación de sus ingresos, que si bien eran buenos, la pésima administración y control los llevó a la cornisa.
Cada vez que debían renovar un alquiler, las discusiones entre la madre y el padre se tornaban agotadoras, hirientes, tormentosas…. Pero finalmente firmaban la garantía y de alguna manera se continuaba.
Los chicos sentían a la casa de sus abuelos como si fuera propia, la heladera, el despensero con las masitas dulces, el patio grande con la pileta de lona instalada para pasar el verano ( en el diminuto departamento de ellos era imposible) era casi un desafío a los otros nietos que siempre se sintieron un poco ajenos.
No faltaron las discusiones entre cuñados.
Los hermanos más de una vez intentaron hacer entrar en razones a la pareja, sobre todo a él que llevaba su sangre, “pensà en la vieja, no da más, no tenès derecho a esquilmarla de esa manera” “ si le pasa algo a ella, se las van a tener que arreglar igual,¿ porqué no la cuidas un poco?. “Todos formamos familia y sin embargo no jorobamos a nadie, al contrario, los invitamos, los atendemos, intentamos darles un poco de paz y descanso”.
Pero la madre con tal de mantener la tranquilidad y la unión de sus hijos, se cuidaba muy bien de demostrar su cansancio o preocupaciones, ella quería tenerlos a todos cerca y reunidos, que no haya problemas familiares, si un hijo necesitaba algo, no iba a ser ella quien se lo niegue.
Hasta que no dio más.
En menos de un año se fue deteriorando.
Intentó hacer como si nada pasara, pero el día a día la agotaba, la perspectiva de que el encause no era posible, la sumía en crisis de llanto, angustia, se fue enfermando.
Por supuesto que los primeros en correr fueron los otros, los que estaban acostumbrados a hacerse cargo, a manejar situaciones límites, a responder por sus actos.
El eterno protegido negó completamente la situación.
Nada le podía pasar  a su madre.
Jamás, imposible.
Los hermanos se pusieron firmes y por una vez el padre fue terminante.
Ella no tenía fuerzas para seguir, la sangre que tenía, la había entregado hacía mucho.
Por supuesto que ellos siguieron con su caos, eran incapaces de manejarlo, pero ya sin el sostén incondicional, las cosas se hicieron muy cuesta arriba, los alquileres cada vez más altos les llevaban muy buena parte de sus ingresos, las anginas u otitis de los chicos los sacaban completamente de presupuesto, alcanzaba para la comida y poco más, los colegios se hicieron insostenibles  y el auto debió ser vendido para cancelar los créditos pedidos con desesperación y alevosía.
Demasiados años y demasiadas personas viviendo a merced de otras, las realidades que no se sostienen por sí mismas… no son tus realidades….es un holograma, un dibujo.
Tampoco se puede pretender que las cosas cambien de un día para el otro, que las vendas caigan, que las responsabilidades se asuman.
Pero no hay peor daño que  los padres pueden hacer, que ser tutores eternos de sus hijos, una cosa es ayudar y proteger, dar una mano, otra es criar seres incapaces de enfrentar la vida, con todo lo que eso  implica y arrastrar a otros en la caída.

Patricia Figura, enero de 2012

5 comentarios:

  1. Esperemos no llegar a eso, una madre suele hacer "todo" por un hijo... lo peor es no ver el límite.

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    1. tal cual, vos lo dijiste, "ver el lìmite"....no hacerlos inùtiles y dependientes, sino personas fuertes, seguras y con el hogar de los padres para volver a cargar pilas cuando el afuera pesa sobre los hombros.

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  2. Los padres, a veces, vivimos en la cornisa de tanto quererlos. Pero es un error. Qué "julero" (No digas jósjoro que queda julero)

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  3. No atravesar la linea...que dificil... pero el amor en estos casos debe dejar un espacio a la razon...
    Dice un escrito..." Lo facil ya lo hice, lo dificil ya lo estoy haciendo... y lo imposible me tardare, pero... lo lograre !"
    Espero... jaja

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  4. gracias primix, siempre ilustrativo tu comentario... pero no creo poder hacer lo imposible, puedo traspasar mi propio lìmite por amor.... pero solo hasta ahì.

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