martes, 31 de enero de 2012

AMIGAS DE VACACIONES....

AMIGAS DE VACACIONES.
Se veían todos los eneros durante los últimos veinte años.
Habían pasado mil cosas en la vida de cada una en ese transcurso de tiempo.
Eran seis parejas en realidad.
Al menos así comenzaron la amistad veraniega.
En una playa esteña, muy tranquila para ir en familia, ideal por la seguridad, el entorno, cierto cómodo aislamiento del ajetreo del centro.
Poseían  un grupo de bungalows pertenecientes a una empresa de tiempo compartido, eran los dueños en esa época del año, podían canjearlo por otros lugares con otros dueños, todos en algún momento lo habían hecho, para conocer la nieve en el invierno, otros destinos, otras culturas, pero el grueso de esos años fueron pasados en las doradas arenas del país vecino.
Cuando comenzaron a coincidir en la playa, el trato se dio naturalmente, los hombres armando equipos de futbol, de truco, las mujeres tomando sol y supervisando a los más chicos que armaban sus castillos, saltaban las olas cercanas a la orilla o demandaban una siesta bajo las carpitas rompe vientos cuidadosamente armadas.
En el caluroso mes de vacaciones  todos eran más o menos iguales, en el descanso, por lo general solo se hace eso “descansar” aún de lo que en el resto del año puede ser un taladro en la mente de cualquiera.
En la vida real eran muy diferentes.
Una era una súper profesional, ambiciosa, trepadora… desleal a veces, no le importaban demasiado los medios, sólo el fin, su año transcurría entre tribunales, colegiados, estudios jurídicos, sesiones de masajes, gym,  deliverys, alguna escapada al cine en los jueves de amigas y los encuentros sexuales con su marido los sábados por la noche luego de una película o una salida a cenar con amigos.
Las tres que se unieron último al grupo, en realidad también se veían mucho durante el año, la amistad transcendió los límites del tiempo de retozo, tenían puntos en común, cuando comenzaron a tener hijos en edad escolar, descubrieron que iban al mismo colegio, incluso dos al mismo grado, eso hizo que compartieran trayectos, contraturnos, peloteros, cumpleaños y las eternas llamadas para jugar cuando alguno “estaba aburrido”.
La quinta tenía toda la apariencia de ser una esposa cómoda, del norte del país, entregada a la docencia, despilfarrando su sueldo en cuanta cartera, zapato o fruslería se le cruce, enterrada en créditos que luchaba por ocultar a su marido, vivía siempre sin una moneda y con el corazón en la boca…sus hijos eran los más grandes de los grupos familiares, fue la primera en comenzar con los problemas de salidas adolescentes, a discutir en plenas vacaciones porque no los veía nunca, dormían durante el día y por las noches disparaban a cuanto boliche estuvieran a cincuenta km a la redonda.
La integrante final…era la intriga, sencilla, muy reservada, clásica, a través de los años era la que seguía bajando a la playa, de la mano con su esposo casi al amanecer, caminaban juntos, desayunaban con los chicos a la vuelta, hacían excursiones, no se apoltronaban en el lugar como si estuviesen soldados….sus comentarios siempre eran amables, organizaban los asados en el quincho del lugar, los chicos se les pegaban como dulce de leche, cuando los propios crecieron, los siguieron acompañando la mayoría de los años, y en los últimos tres, se sumaron también los dos nietos de sendos hijos.
Si bien la típica foto de todas en las reposeras bajas, bronceadas y sonrientes se repetía año tras años, muchas cosas fueron cambiando, veinte años pasan volando, pero arrasan con algunas cosas y afianzan otras.
Las distancia entre la súper ejecutiva, dedicada a sus propios egoísmos y su esposo era màs que evidente, llegaban puntualmente el primero de mes y se iban el treinta y  uno, fueron pocos los veranos que faltaron a la cita implícita, una vez por el avanzado embarazo de ella, único hijo que casi de inmediato y tras haber cumplido con su “deber” de dar un descendiente a su esposo, entregó a la niñera full time y se internó literalmente a recuperar sus formas y sus clientes.
Durante los primeros años la niñera viajó con ellos, de esa manera, la vida nocturna de los lugares aledaños, no les escapó  a sus vacaciones, también se ocupaba de que hubiese algo de comer, yogures y frutas en la heladera y todo se mantuviera libre de arena, impecable.
En los últimos años, era más que obvio que el capital había aumentado casi tanto como la indiferencia que crecía entre ellos…ese mes parecía ser un impasse, la intersección de dos conjuntos… un único período donde todo se mantenía estable y en una relativa armonía.
Las tres que prolongaban su trato durante la vuelta al hogar, con el correr de los años, fueron comprando sus casas, pasaron épocas de complicaciones en la salud, uno de los maridos perdió el trabajo, ese año, alquilaron el bungalow a una pareja de extranjeros, el siguiente a amigos cercanos, recién al cabo de tres años lograron organizar precariamente sus finanzas como para volver a ser parte del grupo, pero no fue igual,  otro de los maridos de ese pequeño grupo más cercano al resto había fallecido, era uno de los más divertidos y compañeros, el que siempre estaba de buen humor y encontraba una salida para todo, volver y no encontrarlo fuer durísimo.
La maníaca de los créditos, mantenía su look impecable, era la que tenía la colección de bikinis que jamás repetía de un año a otro, los lentes de sol pagados en cuotas con la tarjeta de crédito, las vouiton, y cualquier otro implemento de nuevo rico, pero en su estadía en la esteña jamás tenía una moneda en su billetera, era el marido el que pagaba hasta los helados de los chicos, más de una vez se los vio discutir siseantes porque ella quería “absolutamente” todo lo que pasaran ofreciendo.
Sus hijos una vez recibidos fueron a vivir al exterior, era un peso para el marido, los extrañaba, los necesitaba… ella solo hablaba del viejo continente y del lugar que tenìan en èl sus hijos… los había criado bien, estaba orgullosa y planeando “un viajecito” para visitarlos, si reparaba en la mirada algo aburrida de su esposo, no lo demostraba, cualquiera haya sido el trato entre ellos, enero era sagrado, la foto de la pareja feliz que ahora hasta la podía compartir por facebook.
Los “novios” como llamaban a la pareja de caminantes, compartían algunas arrugas ya, ella no era un prototipo de rubia bronceada y con lolas a estrenar, era demasiado real, dulce, muy compañera, trabajaban muchísimo los dos para poder sostener a través de los años ese refugio, que era como la prolongación de su hogar.
Durante esos años compartieron con sus padres algunos veranos, otros con los “novios y novias “ de sus hijos, jamás dejaron de ir, conocieron otros lugares, pero esa playa era el lugar de descanso, donde los cuatro tenían tiempo para charlar hasta tarde, compartir una mesa todos los días, dar largos paseos y tirarse al sol largas horas en charlas con amigos.
Veinte años parece muchísimo, pero pasan volando… pueden ser sólo veinte fotos que en sus sutiles cambios cuentan tu historia, o la de otros, algunas plenas de sonrisas, otras vacías de algunos afectos, las menos con algunos integrantes nuevos…. Los años no pasan en vano, es una frase de abuelas, pero uniendo lado a lado, la primera y la última, viendo los gestos en cada una te das cuenta que es verdad, hay desvíos que ya no se pueden tomar y caminos que jamás se van a desandar, no hay como siempre digo, una vida para vivir y otra para ensayar.

Patricia Figura, enero de 2012

4 comentarios:

  1. Esto bien puede ser el comienzo de una novela. ¿Te animás?

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    1. HOLA LILI! VOS SABÈS QUE DESPUÈS DE COMPARTIDA LA LEÌ, Y A MÌ TAMBIÈN ME SONO A PROLOGO.
      NO HARÌA UNA NOVELA, NO TENGO PACIENCIA Y NO PLANIFICO JAMÀS LO QUE VOY A ESCRIBIR, PERO TAL VEZ DE PARA DESARROLAR A LAS PAREJAS POR SEPARADO¿NO?

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  2. Como siempre te digo Patri, es tan real!!! y ya que no te vas a entregar a ten extensa escritura como una novela, estaría bueno conocer un poco más a esas parejas!

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    1. si, siempre me das buenas ideas, Liliana, tambièn lo sugiriò , vamos a ver què me sale y como las identifico en un cuento independiente, esa es la contra de no usar nombres! jajajajjaaj besos.

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