miércoles, 23 de marzo de 2011

Fantasía...Realidad.

Fantasía… Realidad.
Ya había notado de qué manera la miraba.
Hasta el momento no le había hecho ningún comentario, no le había llamado la atención, era su hijo, era adolescente…. en el fondo lo entendía…él también lo fue mucho tiempo atrás y las hormonas parecían gobernar toda su voluntad.
Tampoco se lo comentó a ella…estaba atento, pero no quería generar incomodidad en la convivencia, todavía le parecía increíble tenerla en su vida, en su casa, en su mesa y sobre todo en su cama.
Exquisita, delicada, con piel de durazno…aterciopelada, suave, dorada, firme, comprensiva, compañera… dulce…nunca pensó que sus fantasías se harían realidad…durante años estuvo secretamente…¿enamorado?... no, no enamorado, pero siempre estuvo atento a sus pasos, a su vida, cada tanto se cruzaban, sabían uno del otro, pero jamás hubo algo más que un trato cordial…él viudo relativamente joven, con un hijo chico todavía… ella soltera, noviazgo largo, deterioro…hermanados casi en cuanto a proyectos y a la costumbre de estar juntos…. alejamiento y período sola, con amigas y familia, mucho trabajo.
Se habían conocido en los primeros años de la facu…intercambiaban algunos apuntes, coincidían en algunas clases, ella era amable, paciente, siempre sonriente y bien dispuesta para compartir datos o materiales, él más serio, con gesto adusto, hermético, pero con ella la sonrisa le llegaba a los ojos.
Mil veces fantaseó con un beso, una caricia, sentir los largos y delgados dedos de ella sobre su espalda, sobre su cabello, “tener derecho” a pasar noches enteras descubriéndola y disfrutándose…obviamente, se llamaba a la realidad y si bien hasta un ciego podía darse cuenta de que ella no le era indiferente, jamás dejó entrever algo que la obligara a poner un freno o distancia en la relación.
Era una fantasía con pocas probabilidades de que alguna vez se haga realidad.
Trabajaban para estudios diferentes, se encontraban de vez en cuando en los juzgados, en tribunales, hasta enfrentados en un par de casos años atrás.
Luego de su viudez la invitó a tomar un café… “como por casualidad”… como si se le acabara de ocurrir.
Aceptó , charlaron horas enteras, no resumieron nada…se rieron muchísimo, los dos eran buenos interlocutores…volvieron a verse una y otra vez, la invitó a cenar, a su casa, le presentó a su hijo…vieron pelis los tres mientras comían chocolates…..
En el silencio de la noche…el chico dormía, ellos tomaban un último café antes de que èl la llevara a su casa…ella no podía ignorar las miradas largas de èl, el deseo se traslucía hasta en el tono de voz.
La besó, mucho, muchísimo….como si los años en que imaginó poder hacerlo hubieran estado acumulados dentro de él y por fin pudieran escaparse… liberarlo.
Si bien se sorprendió… no se opuso, tampoco lo alejó…le gustó, lo dejó hacer…estaba curiosa de esta nueva faceta en una persona tan medida, cauta, respetuosa… distante.
Una vez que comenzó no pudo detenerse…si bien era muy tierno… la urgencia era indiscutible….ella no ofrecía resistencia…se amoldaba a él como si hubieran hecho el amor toda la vida juntos, era más suave de lo que imaginaba, su perfume lo volvía loco y su voz en susurros lo llevaban más allá de cualquier límite que pensara tener.
Quedaron sorprendidos, agitados, avergonzados….felices, ávidos de continuar.
_Vas a pensar que tuve toda la intención de que esto pasara cuando te invité a cenar_
_Con tu hijo en la habitación de al lado?... no, creo que ambos teníamos ganas o curiosidad…_ hablaban muy bajito, casi sobre los labios del otro…él no se apartaba de ella, le parecía mentira tenerla ahí… contra su cuerpo… absolutamente desnuda y entregada al placer de estar juntos.
_Te voy a decir algo… a esto lo soñé…años, siempre sentí algo especial, distinto por vos… me encantabas…y ahora es como que se me dio… no sé… el sueño del pibe…y no quiero despertarme… no quiero frenar… si pudiera te comería para llevarte conmigo…_ se rieron juntos, él no podía dejar de acariciarla, darle besos muy suaves, ella estaba cómoda como hacía tiempo no lo estaba, relajada, tranquila… contenta.
En los meses siguientes ella se fue a vivir con ellos, se amoldaban bien, el nene también…era su confidente, casi como una tía…una prima… no la veía como a una segunda madre… tampoco era “la esposa del padre”, se la veía muy joven y fresca como para un título de “madrastra”.
En cuanto a él…estaba simplemente enamorado de su mujer…la pasión que ella le provocaba con el simple hecho de “andar por la casa”, ducharse, su ritual para irse a acostar…no se aquietó con los años, al contrario…más la conocía más tiempo quería pasar en la intimidad…jugaban, se escapaban juntos los feriados, se encontraban en el silencio del hogar.
Por eso, cuando descubrió que al ir creciendo su hijo demoraba las miradas en ella, o sin saberse descubierto la espiaba,…él no se enojó… pero tampoco quería dejar pasar la situación…era un tema delicado, la adolescencia, la mujer del padre que nada tenía que ver con las madres de sus compañeros…tendría que ir con cuidado, para no herir, no confundir… no incomodar…iba a tener que hablar con ella…no para que cambiara su desenfado, espontaneidad, o manera de ser…pero tampoco podía dejar las cosas así…los sentimientos de culpa por desear la mujer de su padre, o por una situación tensa en el hogar nunca terminaban en nada bueno…era su hijo y lo amaba… seguramente no era una situación nueva, muchos padres rehicieron su vida teniendo hijos y con tiempo y paciencia las etapas terminaban  por superarse…para dar paso a otras… lo importante era mantenerse juntos, cerca, conversar y no encerrarse en la ignorancia o el falso pudor.

Patricia Figura, marzo de 2011

3 comentarios:

  1. Me encanto,que mas puedo decirte- Toda una situación el nuevo amor, todo un romance, pasion un renacer; una nueva familia no del tipo habitual. Creo que la madurez que demuestra el padre ante tal descubrimiento me resulta muy conmovedora. Muy interesante... un nuevo amor para los dos, pero el dialogo siempre presente es la esencia de la sinceridad ante toda complejidad que presente la vida. Besotes Patricia.

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    1. gracias Manzy... creo que hablar salva al mundo, decir lo que cada uno cree y piensa tiene un valor agregado si sabe hacerlo con respeto y sin herir.

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  2. Fiuuuuuuuuuu ¡qué situación! Ojalá que la sangre no llegue al río. Muy lindo, Patri. Tus relatos son como fotografías de la vida.

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