Y EL NUDO
SIGUIÒ APRETANDO…
¿Quién
puede decir que no existe el amor a primera vista?
¿Alguien se atrevería a afirmar que la magia es solo
un truco bien realizado?
¿Se puede creer realmente que una persona
maravillosa de la cuál desconocíamos su existencia, de un momento a otro se
transforme en parte de nuestros sentimientos más fuertes?
Si…. Absolutamente SI.
Ellos
invadieron mi vida de la mejor manera.
Más allá de formar un grupo excepcional, son únicos,
irrepetibles, son inmensos y también son muy pequeños… son míos.
Pensé y sentí que el amor a mis hijas, a mi marido,
a mi familia en toda su extensión, a mis incondicionales amigas, me tenía
colmada, que no quedaban resquicios para intensidades….solo yo sé cuánto me
equivocaba.
Mis
nenes de sala de cinco son increíbles.
Son poderosos guerreros un momento y dulces mascotas
al otro, mamás, súper chicas, bebés, temidos y adorados “hermanos mayores”,
profes y seños, jugadores de futbol, basquetbolistas y un coro de ángeles
también….no hay mejores actores que
ellos convencidos de su transformación.
Son realmente todo eso e infinitamente más.
Son capaces de conmoverse con la caída de las hojas
en el otoño, pararse erguidos para saludar a la bandera, conversar durante un
trayecto compartido repasando todo lo que han aprendido, pararse en medio de un trabajo tan solo para
abrazarme y decirme “seño, te amo” y demostrar con ojos limpios que no hay
estrategia, sino corazón.
El ritual de la merienda, los cumples festejados y
mi preferido, el ratito del descanso donde cada uno se pierde en sus sueños, al
son de una música tranquila, sabiendo que voy a pasar a hacerle una caricia en
el cabello o dejarles un beso suave en la mejilla.
A menudo en casa me han preguntado qué me pasa,
cuando las lágrimas sorprenden mis ojos mientras la mente vuela al mismo tiempo
que las tareas domésticas ocupan mis manos….la respuesta es siempre la misma…la
conocen de memoria…”pienso en el acto final….cuando los abrace por última vez”.
Y
el nudo en este punto me está estrangulando la garganta literalmente.
Me consuela saber que es un cambio para bien, para
progresar, es porque crecieron, maduraron, se hicieron más fuertes, más
grandes, más sabios en muchas cosas y no me refiero solo a lo cognitivo.
Y
yo fui parte de eso.
Dedico con todo mi amor este ¿cuento? ¿relato?
¿palabras? A ellos, mis increíbles nenes
de la sala verde, que me volvieron a la vida docente después de tantos años,
sus nombres van a quedar grabados para siempre en mi corazón: Juani, Benja,
Cande, “las Martinas”, Juli, Helena, Valentina, Ambar, Anita, Thiago, Joaquìn,
Lucas, Bianca, Maite, Santino, Lorenzo, Nico y Homero.
Desde el corazón de la Seño Patri.
Patricia Figura, junio de 2014
al leer esto me ha recordado algo del espíritu de el globo rojo que acabo de ver en you tuve...es un corto francés del 1956 seguro que lo conoces... perdón por lo del muro de escritores me despisté comentando en dos muros abiertos a la vez, cambien los comentarios.
ResponderEliminares un relato real, para mis nenes de la sala verde
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