Miradas
Diferentes.
A
veces le parecía que su vida en lugar de ser un sendero, era un abanico
desplegado.
Si bien, cada vara salía del mismo soporte, la
distancia entre una y otra se ampliaba cada vez más hacia el otro extremo.
Cada
uno de esos espacios era un aspecto diferente de ella misma.
Y de las decisiones que tomó y seguiría tomando.
Su carrera, relegada, casi sin interés….solo en el
aspecto financiero…. pero apenas.
Su aspecto personal, juvenil, descontracturado,
libre, limpio, nada producido, sin artificios.
Sus
metas, algunas cumplidas, otras anestesiadas otras pendientes… replanteos
permanentes, ruegos, pesares, consecuencias de actos ajenos que invaden vidas
que rodean a tal decisión.
Esperas…. las más densas, pesadas, las que generan
inquietud, incertidumbre…. Las que no se pueden acelerar por propia voluntad.
Angustias por el futuro, el propio, el de su
familia, el de los viejitos que todavía la seguían peleando de este lado, el de
los hijos tan chicos todavía.
Todo dependía del estado de ánimo preponderante en
el momento en que se hacía cargo del balance.
Tal vez en un lapso de tiempo breve las miradas diferentes sobre un mismo
aspecto la dejaban confusa, insegura, divertida, optimista….todo variaba de
acuerdo a como se sentía.
Si se levantaba con su mejor costado, el alegre,
esperanzador, renovado, confiado… todo tenía solución, incluso lo que no dependía
enteramente de ella….parecía capaz de enfrentar cualquier contratiempo o
problema bajo la protección de la Divina Providencia.
En cambio si su ánimo estaba oscuro, nublado, triste….
Todo se hacía cuesta arriba… insoslayable, impostergable….con abismos demasiado
cercanos….y en esos días arrastraba a quién se le cruzara a su desazón,
angustia, desasosiego….no había manera de tenderle una mano…..el velo negro era
más grueso que cualquier haz de luz que quisiera atravesarlo.
No siempre era cíclico.
Pero los días nublados no eran buenos.
Las discusiones con sus hijos la agotaban.
Más allá de que no fueran frecuentes, la
debilitaban, la angustiaban.
Cuando volvía la calma, se sentía capaz de todo… de
atravesar cualquier problema saliendo airosa.
Con
los años se iba sintiendo más cansada…le parecía que había mucho que modificar,
pero por otro lado se sentía incapaz de ser diferente, su esencia primaba en
cualquier campo, no podía ir contra ella, aunque la razón le indicara que
estaba equivocada.
Y había cuestiones que ya no se podrían revertir…. lo
que no se hace en un determinado momento…. con los años es más difícil… se
puede intentar, pero el mundo siguió su curso también, con sus elecciones
colectivas e individuales…. Nada quedó extático esperando su cambio, su giro,
sus ciento ochenta grados de vuelta.
A veces miraba los abanicos ajenos y se preguntaba
si en realidad lo eran….algunas vidas parecían
solo un gran rectángulo interminable…. Otras un camino, sinuoso, pero de una
sola mano, en un solo sentido, sin bifurcaciones ni paralelos.
¿Quién era dueño de la verdad de la milanesa?
¿Alguien lo era simplemente de “su” verdad o era
empecinamiento y orgullo solamente?
¿Había personas tan valientes como para replantearse
su transcurrir y hacer un jaque sólo por sentirse vivo?
O había que seguir tapando fisuras….caminando, sin
volverse para no convertirse en estatua de sal?????
Realmente
la respuesta estaría al final?
Existiría en el último minuto, la lucidez como para
conocer con el corazón en la mano si se honró la vida o sólo se sobrevivió?
Por
lo pronto…. cerraría su abanico por hoy.
Haría
su parte con el corazón…. Dios se encargaría del resto.
Nunca
tuvo la bendición del avestruz.
Ni
del autoengaño.
Ni
del enmudecimiento de las vocecitas molestas
que le soplaban al oído.
Se sacudió del ensimismamiento, cerró la ventana que
daba al jardín interno, tomó la lista de la librería, realmente era un
presupuesto con tres chicos en edad escolar.
Buscó las lleves del auto, ya que estaba iba a pasar
por la verdulería y el súper… la vida la llamaba, al menos la real, la tangible….
Con la otra seguiría sus replanteos en otro momento….
De todas
maneras, jamás se encontraban muy lejos una de la otra.
Patricia Figura, septiembre de 2013
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