Extraña Reunión.
El
aburrimiento las tenía medio malhumoradas.
Ya no estaba soplando el viento de los locos, el
calor sofocante y húmedo no les cortaba la respiración
Con la lluvia sosegadora de ánimos también llegó un
poco y por distintos motivos el aislamiento.
Había
momentos para estar quietos, pensar, reflexionar, planear…..y no todas estaban
dispuestas a entrar en el juego.
Habiendo disfrutado de una seguidilla de días de
sol, pileta, reposeras, mates, refrescos, charlas con la música de fondo, el
estar cada una en su casa, su propio y ¿elegido? mundo por momentos les pesaba.
Los chicos encerrados también, entraban y salían
ensuciando los pisos limpios.
Los uniformes no sacados y colgados a tiempo
chorreaban agua por el repentino diluvio.
Las
heladeras se abrían y cerraban doscientas veces por hora encontrando siempre
algo mágicamente descubierto para seguir comiendo…..ni hablar de salir a
caminar románticamente bajo la lluvia….. ésta no caía, simplemente azotaba.
Fin de semana, con los maridos deambulando, notando
detalles hogareños que en el ajetreo diario pasan desapercibido, no ayudaba a
que las sonrisas se dibujaran en los rostros de estas amigas recluidas en sus
niditos de amor.
Las
que tenían adolescentes bajo sus techos, la población llegaba hasta a
triplicarse…todos los
televisores, DVD, compus y demás artefactos electrónicos quedaban fuera de
alcance, ni que hablar de las habitaciones de uso compartido, los dormitorios….
Era zona de guerra, los limites perfectamente marcados y reglas para no invadir
el espacio ajeno.
Cuando mediaba la tarde y con algunos pelos parados,
desde la relativa privacidad de sus dormitorios comenzó el intercambio de
mensajes por wsapp, corrientes privadas, grupales, individuales…. Todo era válido,
catártico, cada una exponía su letanía de quejas del día provocando la risa de
las demás.
Cada vez que sonaba el clinc de los mensajes la que
no lo tenía en silencioso, tenía que observar la cara de su cónyuge esperando algún
comentario…. Claro que alguno descansaba
placenteramente después de una prolongada siesta sexualmente activa…la lluvia
daba para todo, y más recluidos en sus cómodas camas.
Los comentarios iban y venían, subían fotos “testimoniales”
de lo que comían, leían, algunas viejas de momentos compartidos, amenizando un día
gris con las calles convertidas en un gran lago.
De a poco el humor fue cambiando, de una manera u
otra estaban reunidas, charlaban, se reían y cada pesar parecía mucho más
liviano al compartirlo con las demás.
Cuando llegó el anochecer y luego de duchas
reparadoras, arreglos de uñas, depilaciones, baños de crema y postres
preparados toooooodo mediante wsap compartidos, el día tuvo otro color.
El
cielo se fue abriendo con esa tonalidad naranja que hacía ver el verde de las
plantas con una iridiscencia especial, el arco iris se formó en el cielo….el día
siguiente estaría mejor.
Una salió a dar una vuelta con el esposo y los
chicos, otra calzó sus infaltables zapatillas y salió a caminar, una tercera se
preparó para la misa dominical, las restantes siguieron con la tarde en curso,
de a poco todo volvió a la normalidad, había sonrisas, comentarios, los
adolescentes fueron mermando su densidad, los más chiquitos comenzaron a
quedarse dormidos, las cenas y sobremesas le ganaron a la luna que todavía se veía
borrosa, alguna estrella lograba divisarse en el firmamento.
No hay tormenta que no pase y se atempere cuando uno
tiene gente querida cerca…lo importante es no aislarse interiormente, recluirse
en el ostracismo, a veces las redes
tendidas para darnos una mano son invisibles a simple vista, pero podemos
sentirlas, asirlas y convertir un día gris en otro verde esperanza.
Patricia Figura, diciembre de 2014
Brillante pintura!!
ResponderEliminargracias Rauloooooooo
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