TODA UNA MAÑANA.
El último paciente acababa de irse.
Eran las ocho de la noche y sabía que su secretaria
estaría contando los segundos para irse a organizar la cena en su casa.
La cena.
Qué tema!
Todos los días, cansada como estaba, debía llegar a
su casa donde cinco pares de ojos la miraban expectantes.
Cuando su día, que comenzaba a las cinco de la
mañana, debía estar terminando, le
quedaba todavía el tiempo equivalente a toda una mañana.
Suspiró…. Se echó hacia atrás en la silla, escuchó
que su secretaria y persona de confianza le estaba sirviendo el cafecito que
era su pausa antes de atravesar la puerta de al lado y sumergirse en la locura
de horas de ajetreo antes de poder apoyar la cabeza en la almohada nuevamente.
Cerró
los ojos un minuto.
A menudo recordaba la pregunta que con su habitual
naturalidad, le hiciera hace algunos años atrás, esta chica que con tan pocos años, parecía entender
tanto a la vida.
_Con tu primer hijo, no conocías bien a tu marido,
con el segundo…tampoco….pero con todos los otros???? ¿por qué seguiste teniendo
hijos?. Entendès de salud, física y mental….¿por qué elegiste esto?_
Su esposo, varios años menor, hijo de un prestigioso
artista de la ciudad, en pocos meses se convirtió en su marido, amaba la risa
de ella, su alegría, su tonada del interior, su humor, sobre todo eso, su
humor.
Lamentablemente,
los alertas comenzaron a sonar muy rápido.
Celos, vigilancia obsesiva, encono hacia la profesión que ella amaba.
Durante el parto y los meses siguientes, todo fue
como una amnistía, contrataron a una mujer de algún pueblo cercano, le
acondicionaron un par de habitaciones que había en el fondo del viejo patio,
con cocinita y baño.
El bebé pasaba las noches y las siestas con la
niñera, ambos necesitaban estar bien despiertos y descansados para atender a su
trabajo.
Casi en un suspiro llegaron el segundo y el tercero,
junto con las exposiciones del suegro al que ella amaba y admiraba, viajes
familiares y compra de propiedades que su marido administraba.
Antes
de los diez años de matrimonio, todo se hizo insostenible.
Se fue perdiendo el respeto, la paz, la tranquilidad
y lo financiero.
Era todo un gran efecto dominó.
Quedó
embarazada nuevamente.
Mellizas.
Amaba
la maternidad, sus hijos, eran lo mejor de todo sin ninguna duda.
En los períodos de calma, su esposo era un amante
tierno y paciente.
_¿pero por qué seguías teniendo relaciones con un
demente????_ era la pregunta de siempre de su secretaria, cuando
conversaban café de por medio, o cuando
la veía superada por los gastos y el cansancio.
_Qué se yo que contestarte…. Estás acostada, con tu
marido y bueno, de última lo haces, es más
rápido que discutir o despertar la ira._
_No te cuidabas?_
_Si…. Pero, evidentemente ni el diu fue infalible._
se quedó mirando un punto fijo ante la incredulidad de su compañera de
consultorio_ Creo que lo que más quise siempre fue la familia, los chicos….disfruto
con ellos, soy feliz…. Vivo agotada pero estoy viva por ellos…. Más allá de un divorcio sangriento y con
demasiadas concesiones….si no los hubiese tenido a los chicos sería una
frustrada._ los pasos de ella la volvieron al presente, tomó el café mientras ordenaban la agenda del
día siguiente para saber a qué hora tenía el primer y último turno.
Siempre dejaba la franja horaria de las cinco a seis
de la tarde para buscarlos del colegio, darles la merienda con abundantes y
variadas facturas y aprovechar para
comprar lo que faltara para la cena de la noche.
Eran chicos tranquilos, estudiosos, responsables,
las nenas eran las más revoltosas por ser tan chicas todavía….por Dios, cuánto
faltaba todavía para criarlos, alimentarlos, ofrecerles buena educación….y
sola.
El papá ayudaba desde lo económico, pero su
personalidad poco estable hacía que todo pendiera de un hilo….jamás colaboraba
en llevarlos o traerlos de algún lugar, cada dos o tres fines de semana los
invitaba a dormir, pero ninguno quería.
Tenían todo su mundo en el hogar familiar, su música,
sus libros, esos escritorios personales donde cada cual se entendía, la compu….igualmente
lo veían todos los días, ya que trabajaba puerta de por medio.
Fueron cerrando todo, guardando las fichas, acomodando
los escritorios, cerciorándose de que nada quede enchufado por si venía tormenta
a la noche.
_ Estoy tan cansada….los llevaría a comer algo por ahí,
cosa de volver y acostarnos….no tengo ganas de hacer de comer, lavar los
platos, guardar todo, preparar para el desayuno….pero…. sentarnos los seis a comer
se está volviendo prohibitivo._ iban saliendo por el largo corredor mientras
apagaban las luces.
_Pediles una pizza…o dos…. Si merendaron hace no
mucho…._ le sugirió su amiga.
_ Ya comieron ayer… no, pobres, deja, les voy a hacer
la carne con arroz y azafrán que les gusta, los varones me ponen la mesa y las
nenas se tienen que bañar todavía…. No, si es como yo digo, me queda Toda una
mañana todavía….¿cuándo crecerán??? ¿Cuándo volveré a tener tiempo para salir
un fin de semana?_ una vez cerrado todo,
se pararon un rato en la puerta para disfrutar del perfume de la noche y sentir
el sonido de la brisa entre los árboles tan añejos, típicos de los barrios.
Medio encorvada, mitad por su manera medio masculina
de andar y otro poco por el peso de tantas responsabilidades, se dirigió a la
puerta de al lado, su hogar, detrás de la cual sabía que se encontraban sus
hijos haciendo la tarea, mirando la tele, dibujando o leyendo.
Buenos chicos, excelentes, poco comunes por lo
tranquilos y responsables en la niñez.
Entró y sonrió al ver a las mellizas con sendos bebés
en coches paseando a lo largo de la galería cubierta, los varones estaban con
un par de amigos haciendo un trabajo escolar, ella fue derecho a la cocina, buscó
lo necesario para preparar la cena mientras se fijaba en los titulares del
diario vespertino…. Fue hasta el baño, preparó el agua calentita en la bañera
para las nenas, con sus cinco años recién cumplidos, todavía jugaban mientras se bañaban a la vez… echó un vistazo, eran muchos, pero había paz,
tranquilidad, se escuchaban risas….estaba cansada, era cierto, pero de alguna
manera, también era la mejor hora del día, todos juntos en la seguridad del
hogar.
Patricia Figura, octubre de 2013
No sólo dadoras de vida, sino MUJERES en toda la extensión de la palabra y algo más. Sólo comparables con el Universo...
ResponderEliminarquè hermosas palabras.
Eliminarleiste mi historia??? jaajaja
ResponderEliminarjajaajaj no moni querida, pero es la de tantas....
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