Mientras Vivía.
“Quiero
ver, quiero entrar, nena nadie te va a hacer mal…
Excepto
amarte”
Mientras con una mano recorría el teclado tarareando
la vieja canción, la mente se iba muy lejos de ese antiguo lugar.
Las paredes con raído empapelado de seda eran testigo
mudo de la lejana época tan viva en su memoria..
“Vas
aquí, vas allá, pero nunca te encontrarás…. Al escaparte”.
Cierto.
Jamás
logró encontrarse cuando escapó.
La vida entera disfrazada con metas, estructuras,
fechas, compromisos, desoyendo lo que las “tripas” le gritaban.
Era excelente para evadirse.
Hasta
que necesitaba el respiro….el momento de regodearse en su mundo perfecto y
privado.
Entonces se entregaba por entero, en cuerpo y alma,
las baladas de Chopin eran su descargo….su interior salía y brotaba por el
marfil…las cosas se acomodaban, la libertad de pensamiento se transformaba en fantasía
y la fantasía en realidad.
Quedaba agotada…como después de haber corrido una
carrera.
Exhausta era la palabra…mientras vivía dentro suyo
una vida distinta, otros la elogiaban, comentaban tal o cual concierto, los
entendidos incluso sugerían variantes en el repertorio, un Bartok que jamás le gustó ejecutar, lo sentía lúgubre,
no la dejaba viajar a su mundo privado, Beethoven con su locura y pasión, eran
un paroxismo casi sexual.
Los aplausos eufóricos en teatros latinos, los fríos
y corteses europeos y esas tierras remotas donde el cuarto de hotel era su prisión,
cuidadosamente elegida por sus padres y representantes.
Era la gallina de los huevos de oro?
No, no quería pensar así, ellos realmente le
labraron un buen porvenir.
Tal vez fueron demasiado exigentes.
Los tres.
“Esas
motos que van a mil….sólo el viento te harán sentir”…con el rostro apoyado en su palma, continuaba
cansinamente la melodía con su mano derecha…recorrió la habitación con la
mirada.
El viejo vestíbulo, con sus ninfas de yeso, desnudas
enmarcando la bellísima chimenea donde los agrupaba a los abuelos y tíos para
escucharla tocar.
Familia de músicos.
Todos tenían alguna habilidad ya sea con los
instrumentos o con la voz…pero ella era la “estrella”, el “orgullo”, la que lucía
un Don.
La
que Vivía hacia adentro mientras la aplaudían de pie.
Muchas chicas hubieran querido cambiarse por ella seguramente…ropa
exclusiva, diseñada para ella, para poder moverse con libertad sobre el teclado,
coiffeurs, manicure para sus pulcras y cortas uñas que debían resistir un
primer plano.
Pero ellas eran “de verdad”.
Mientras
que su vida era solitaria.
Horas de estudio….interminables, masajes para los músculos
sobre sus escápulas.
Dormir y practicar, viajar de un lado a otro,
habitaciones vacías.
Las amigas de la infancia mantenían un contacto
epistolar no muy fluido, ya que continuamente cambiaba de destino.
Sus primas, las de casi su misma edad, que
suspiraban por un día de fama, gozaban con sus esposos, se convertían en mujeres
plenas, satisfechas, madres, amantes, lo que ellas llamaban “una vida sin
estridencias… aburrida”…
A ella le parecía un paraíso.
Y con los años, con el advenimiento de internet y
las redes sociales…. Todo quedaba aún más a la luz.
Tenía seguidores y también a sus compañeros y amigos
de la adolescencia, con hijos crecidos, familias numerosas, lugares de
residencia, viajes solo por descanso.
Se levantó y estiró los brazos uniéndolos por encima
de su cabeza.
Estaba cansada, pero no físicamente.
Cada
vez le costaba más evadirse mientras desgranaba compases durante horas.
¿Qué
hubiera pasado de haberse negado rotundamente a comenzar esa gira siendo
adolescente?.
Si
se hubiese animado a gritar que estaba enamorada, que él también se había fijado
en ella, que le había regalado un Toby 3 con la letra de Seminare escrita por él?
Había sido el primer lento que compartieron, en el
cumple de quince de una de sus compañeras….también le había robado un beso, su
primer beso…dulce, torpe, tímido.
Había ido a despedirla aunque ya lo había hecho en
la fiesta que le organizaron en el colegio…los ojos chispeantes de él la
acompañaron durante toda la gira.
Gira
interminable, rindiendo libre, terminando un secundario sin viaje de quinto ni recepción….
“eso era para los que no tenían una vida privilegiada”.
¿Por qué nunca se reveló?...los mayores firmaban
contratos y ella vivía dentro de sus fantasías, mientras sus dedos delgados y
largos volaban sobre los mejores pianos extranjeros.
Suspiró, se miró en el cristal antiguo y algo
manchado del espejo donde tantas veces hizo muecas de pequeña…algo tenía que
cambiar…ya no era feliz dentro de su vida…necesitaba cortar esos delgados hilos
que la convertían en un títere.
Tal
vez fuera grande para tener hijos…tal vez no.
Había tenido algunos amores casi furtivos, pero el
continuo deambular hacía imposible cualquier relación duradera….salvo que se
hubiese enamorado de un completo desocupado, de su modisto o de su director de
repertorio…cosa bastante imposible porque a ninguno le interesaba las mujeres.
Algo
estaba en efervescencia en su interior….sentía que un grito pugnaba por salir.
Era una adulto…sus padres ya eran gente muy mayor
que hacía rato no la acompañaban en sus interminables viajes anuales, los
visitaba dos veces al año, y no tenía ganas de volver a esa vieja casona a su habitación
de soltera….se compraría un departamento, moderno, coqueto, bien ventilado…tendría
una biblioteca y un vestidor… la cocina tendría vida, color, aroma, sabores….habría
desorden…tendría SUS cosas, SUS cuadros, SU cama, SUS sábanas…elegiría todo
personalmente…retomaría contacto con sus amistades, iría a aprender a bailar, buscaría
grupos…se sentía eufórica… y algo más, algo que le cerraba la garganta… tenía que
hablar con su representante, terminaría con la agenda de los próximos dos meses
y después….se dio cuenta, después sería feliz.
Patricia Figura, agosto de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario