La Segunda Esposa.
No se sentía muy bien.
Le dolía mucho la nuca, el cuerpo en general, detrás
de los ojos….
Hacer la cena le llevó un esfuerzo titánico.
No le gustaba dejar los platos para el otro día, así
que apenas terminaron de comer y los chicos subieron a sus habitaciones para
hablar por teléfono, jugar a la play o repasar para el día siguiente antes de
dormir, quedó sola en la cocina… ¿su
cocina?... ordenó y dejó la mesada impecable, guardó lo que había quedado
de la tarta de zapallitos, un par de choclos en mantecados y dos milanesas.
Su marido estaba fuera de la ciudad esa noche por
cuestiones laborales.
Volvería
al atardecer del otro día.
Miró a través de la ventana que estaba sobre la bacha, se veía la vereda de enfrente de esa
calle tranquila…iba a extrañar todo eso…una parte suya nunca volvería a ser la
misma.
Se preparó un té de manzanilla para llevar a su
habitación, revisó puertas y ventanas, dejó la luz de la escalera encendida por
si alguno de los chicos bajaba durante la madrugada… había finalmente aprendido
las costumbres.
Un
año después, una parte de ella se había transformado en otra persona… el
fantasma siempre presente de una mamá perfecta, una primer esposa ideal, una
vecina querida por todos….era demasiado el lugar que intentó ocupar… le quedaba
grande.
Jamás había renunciado en su vida a nada.
Las clases de danza para las que no tenía una
elasticidad natural, le habían costado el triple que a la mayoría de sus
compañeras…. Siguió firme y terminó airosa, el profesorado que estudió mientras
trabajaba, le costó noches sin dormir para llevar la carrera al día, pero se
recibió y consiguió un trabajo mejor.
Logró comprar su propio departamento y su coche,
nada de lujo, pero suyo.
Nada la desanimaba, buen humor natural, compañera,
divertida, franca…amiga de sus amigos, siempre presente en la vida de su
familia.
Pero
se había metido en camisa de once varas.
Por
amor.
Absolutamente
por amor.
Dos años atrás, cuando cambió su viejo primer coche
por uno más nuevo, conoció al dueño de la agencia mientras tramitaba los miles
de papeles que le pedían, indignada ante tanta burocracia le preguntó si no
necesitaban el buco dental también… para su sorpresa, él esbozó una sonrisa de
caramelo…y una tristeza increíble en sus ojos dulces.
Formulario va y formulario viene, él descubrió que
era en los únicos momentos en que sonreía, en que su pena se encapsulaba… ella
no hablaba de otra cosa que no fuera de él con sus amigas.
La invitó a cenar, charlaron de todo y de todos,
resultaron tener varios conocidos en común.
Le preguntó ya más relajados y disfrutando un buen
vino de sobremesa con postre incluido, porqué parecía siempre tan triste.
“Es mi estado habitual” “Si no fuera por los chicos…
creo que no hubiera vuelto a salir de casa en mucho tiempo”.
Había enviudado hacía no mucho tiempo.
Buena esposa, familia feliz, crecieron juntos,
participaban de todo lo de sus hijos… estaba perdido, a la deriva y los chicos
en el mismo barco que él.
No encontraba explicación… daba vueltas como zombi…
se olvidaba del millón de cosas que su
esposa hacía con naturalidad…que aparecían como magia… las reuniones escolares,
de futboll, de patín, las piyamadas, las firmas de último momento autorizando
excursiones, los regalos para los cumpleaños eran una tortura aparte, elegidos
a los apurones y la mayoría de las veces inadecuados.
“Se vino el mundo abajo” “¿Por qué una mujer muy
joven, buena persona, excelente madre muere un día sin previo aviso dejando una
familia sin timón?”.
Un accidente.
Los
chicos ayudaban mucho.
Pero
estaban desolados.
Las abuelas no demasiado cerca ni lo suficientemente
activas como para suplir nada.
Ella escuchó.
Lo invitó a tomar un café en su departamento.
No
pudo evitar tomarlo entre sus brazos como había fantaseado desde que lo
conoció.
Le
dolía el cuerpo de esperar ese momento…sentía una necesidad física de sentirlo
plenamente, de tocarlo y disfrutarlo… le costaba creer que por fin ese momento
podía llegar.
“No
se si puedo” dijo él…últimamente
los únicos momentos buenos eran los que pasaba con ella… no la apartaba de sus
pensamientos.
Pasaron horas descubriéndose, gozándose…. Era mil
veces mejor a lo que había imaginado… él se prendió a su belleza, alegría y
juventud como si fuera a una balsa.
En los meses siguientes hicieron malabares entre los
trabajos, las obligaciones de él dentro y fuera de la ciudad y los chicos, para
verse.
Se la presentó a sus hijos.
El olfato infantil a full.
Una fría cortesía que la lastimó más hondo que
cualquier otra cosa en toda su vida.
“Dales tiempo… extrañan horrores a su mamá…aún
sienten su perfume en un par de prendas que atesoran, siguen fielmente lo que
ella les enseño, jamás se acuestan sin bañarse aunque la hayan hecho renegar
mil veces por el mismo motivo, salen con camperas aunque antes desataran
guerras por no querer abrigarse, lloran en silencio…en cada rincón de la casa
está ella, los cuadros, los adornos, los escritoritos de sus habitaciones, la
ropa…. todo lo eligió ella.”
Antes del año le pidió que se casaran… ella
absolutamente enamorada y optimista aceptó… eran niños, necesitaban amor, y
ciertamente jamás dudó del amor de él y su incansable manera de demostrárselo
con miles de atenciones y sobre todo en la cama.
Con entusiasmo, empeño y la mejor disposición se
mudó a la casa de la primera esposa.
Pese a que jamás había tenido hijos propios,
enseguida intentó estar en todos lados a la vez como si fuese realmente la mamá
de los chicos…ellos meneaban la cabeza ante sus torpezas, inexperiencias y
pequeños logros.
“Mamá mezclaba bien la leche con chocolate en una
taza y después le agregaba el resto así no se hacían grumos”.
“Mamá no me dejaba ir a la escuela con estos globos
en la cabeza”.
“Mamá no me dejaba leer hasta tarde, después cuesta
levantarse”.
“Mamá sacaba la carne del freezer antes de salir a
trabajar, así no teníamos que comer siempre arroz con salchichas”.
“Mamá no se olvidaba de los turnos”.
Mamá era cada día más perfecta y ella aún
descuidando su propio empleo, su tiempo de charlas con amigas que era sagrado,
sus sábados de remolonear hasta tarde, no lograba llegarle a los talones.
Así
durante un año.
No
quería mezclar a su marido en el tema con los chicos.
Pero
ella ya no aguantaba más.
Necesitaba
un tiempo sola, alejada, donde no se
sintiera que hacía todo mal en esta familia heredada a un fantasma perfecto.
Subió a su cuarto con la taza de té.
Pasó
por el cuarto de los chicos.
Dormían.
Los amaba. Los entendía. Pero no daba más.
La
lealtad que creían deberle a su madre les impedía demostrar el más mínimo
afecto hacia ella.
Luego de recibir la llamada de su esposo, amoroso,
compañero, único….se durmió pensando en cómo decirle su decisión y mostrarse
firme para no desistir… se estaba enfermando…por momentos no sabía bien quién
era en realidad.
Tuvo pesadillas, sueño afiebrado… la cama era un
revoltijo y sintió que alguien le taladraba la cabeza.
Se incorporó con dolor…. Eran golpecitos suaves en
su puerta.
“Qué te pasa?...no te levantaste y es muy tarde” ¿podía
ser cierto que había preocupación en la voz infantil?.
“Tenès la cara hinchada…¿estuviste llorando? ¿lo
extrañas a papá?.
“Me siento mal… debo estar con gripe o algo así.”
“ Te vas a morir?”…¿una nota de miedo?
“Por supuesto que no me voy a morir.”
“Nosotros sabemos hacer un té… si querès te lo
subimos en una bandeja”…¿era real o estaba soñando?. “Y también sabemos donde
están los remedios… si querès te traemos la caja y buscàs algo para el dolor”.
Timidamente se fueron acercando a la gran cama… eran
tan chiquitos…parecían tan indefensos en esos piyamas demasiado grandes que
ella les había comprado.
Los vio desdibujados por las lágrimas…¿estaría
soñando?.
El primer gesto de afecto, de preocupación en tanto
tiempo.
“Papá dijo que siempre vamos a amar a nuestra mamá…
y que ella está orgullosa de nosotros… y que está contenta porque vos nos
cuidas a todos cuando ella ya no pudo estar más”.
“¿Cuándo les dijo eso?” “Siempre… lo dice siempre…”.
Extendió sus brazos, la cabeza le dolía horrores y
los ojos inundados de lágrimas que no había vertido en tanto tiempo, parecían
se dos tajos en su rostro.
Ellos se acercaron muy lento y se dejaron abrazar…
era algo.
Era mucho.
“Voy a prepararme el té…no quiero que se quemen…
después me voy a dar una ducha, y si quieren podemos ver unas pelis todos en la
cama, comer arriba y esperarlo a papá”
Asintieron, pero no se separaron de su cuerpo tibio…
les acarició el cabello sedoso como había querido hacer tantas veces… los besó
despacio.
“Lo único que hay que darle al tiempo… es tiempo…una
escaramuza no es la guerra… pero una batalla ganada, es un buen comienzo”… se
sintió optimista…todo terminaría saliendo bien.
Patricia Figura, mayo de 2013
Hace muchos años atrás, leí un libro que quedó atesorado
en mi mente, se llamaba “La segunda mujer”… hoy tuve este tema dándome vueltas
y este es el resultado.
Que hermoso Patricia! me encanto... todo un tema.
ResponderEliminargracias moinauta! ya lo creo... hay quienes creen que es mejor formar pareja con quien no tiene a su "ex" revoloteando, en cambio otras u otros, prefieren la responsabilidad de los chicos compartida... creo que cada uno aprende sobre la marcha. besos
EliminarTe cuento que yo soy la "segunda esposa" de mi marido; pero él se divorció y a los pocos meses su ex tenía a su actual pareja y unos meses después él me conoció a mí. Sus hijos ya estaban grandes (19 la chica y 10 el varón) y se quedaron viviendo en la casa de la madre. A los meses de salir, nos fuimos a vivir juntos. Al principio la chica no nos visitaba, pero mis padres tampoco (les daba vergüenza que yo estuviera en concubinato), por lo que no me preocupé demasiado. El varón sí se apegó más a mí. Tanto que cuando yo quedé embarazada, como 7 años después que nos conociéramos, se llevó unas materias para rendir en febrero, y en castigo, la madre lo dejó en casa, justo cuando yo estaba en el último mes y medio. Sigo pensando que si lo hizo de mala para molestarme, la "embarró": no solamente estudió y aprobó sus exámenes, sino que me ayudó muchísimo en las tareas de la casa y a elegirle la ropita a la hermana y se ofrecía a preparar las cenas y a fregar.... y con decirte que regresó a la casa de su madre, dos días antes que naciera mi hija, y no se quería ir y me abrazaba y rogaba para quedarse, pero la madre ya había llamado muchas veces para que regresara (mi nena nació el 7 de febrero y las vacaciones de la madre terminaron el 31 de enero....). Bueno, con respecto a la chica, al día de hoy mantenemos una relación "fría" por decirlo así; muy educadas, nos sonreímos, mantenemos las conversaciones que todo el mundo espera que mantengamos, pero hasta ahí. Ella tiene 38, está casada y no tiene hijos (porque no quiere.... ésto es tema para otro blog) y el varón tiene 30. Con él nos comunicamos de otra manera, no tiene problema en llamarme y preguntarme acerca de recetas de cocina u otra estupidez. Pero la mayor le pide al padre que me pregunte tal o cual cosa (qué boluda!). Con la madre de ellos nos llevamos bastante bien. Obvio que no somos amigas ni nos visitamos ni nos hablamos por teléfono. Pero en las reuniones, hablamos hasta por los codos. Yo le digo a mi marido que me da vergüenza, porque tanto ella como su pareja, hablan más conmigo que con los padres del yerno de mi marido! En fin, es la vida. Besos.
ResponderEliminarEs fantàstico lo que pudiste crear... mi familia tambièn es ensamblada y yo en ese sentido soy muy abierta, tanto que tal vez a algunos puede llegar a sorprender.
ResponderEliminarNo tenìa idea de que hubiera tanta diferencia de edad y de etapas entre tu marido y vos...se ve que la protecciòn es un factor muy importante para vos como mujer... y creo que en definitiva para todas.
absolutamente por amor...sin mas palabras.
ResponderEliminargracias anònimo... ojalà supiera quie`n sos.
Eliminarjajaja!!! mi marido me lleva 13 años, pero su primer matrimonio fue cuando él tenía 21, por lo tanto, sus hijos son grandes. nos conocimos cuando él tenía 42 y desde ahí (hace ya casi 19!) estamos juntos!!!
ResponderEliminarTonto para elegir tu marido.... jajajajajaj
ResponderEliminarPrecioso, emotivo, una joyita.
ResponderEliminarMe emocionó. Logreste meterme en el relato. Ufff, tiene una inmensa carga de valores. Felicitaciones!!!
ResponderEliminares todo un tema y que da para mucho màs que un simple cuento, gracias Jorge.
EliminarTUS CUENTOS SON TAN SENCILLOS Y PROFUNDOS QUE ME EMOCIONAN HASTA EL ALMA....ME ENCANTAN AUNQ TERMINE LLORANDO JAJA...
ResponderEliminarjajajaj no llores Emilse.... vivilos disfrutalos!
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