LA FIESTA NO
SORPRESA.
Por primera vez en su vida había querido ocuparse de
un festejo sin protestar, enojarse, estresarse o hacerlo contra su voluntad.
Ya
era hora querida!!!!!!! Le decían sus amigas….Por fin!!!!!!!....Hasta que no lo
vea no lo creo!!!!!!....
ella se encogía de hombros como siempre y continuaba su camino.
El inminente cambio de década la tenía chinchuda si
se me permite el término, enojada, fastidiada.
Lo hablaba con su marido que minimizaba la cuestión con
un “ a muchas de treinta les encantaría estar como vos”, no era esa la cuestión…. Allá las de treinta con sus
aspiraciones, los “cincuenta” la traían mal.
_Pero mamá! Qué diferencia vas a tener a ahora que
tenès cuarenta y nueve????_ no entendían.
Desde
muy chica, apenas entrada en la adolescencia la habían divertido los piropos
callejeros, no las groserías, sino el ingenio, las cosas lindas que le decían tanto del sexo
opuesto como sus pares, sin haber sido la típica chica linda, había logrado todo
lo que se propusiera…y también a quienes, no había cuentas pendientes en ese
aspecto.
Más allá de que llevaba años casada luego de una
viudez prematura a los veinticinco y un divorcio a los cuarenta,
disfrutaba muchísimo de su vida en pareja, necesitaba constantemente
sentir el deseo de su marido, saber que la veía realmente, no sólo que la
mirara o le dijera algo amable.
Y en eso incluía amigos, parientes, allegados,
conocidos, y toda una cornucopia de personas que podía cruzarse en el camino…el
“qué bien estás”, “che, para vos no pasan los años”, “quiero conocer el retrato
secreto” emulando a Wilde, ella lo disfrutaba aunque no conocía el sacrificio
de una dieta, deporte, o cirugía.
Estaba claro que a partir de los cincuenta todo iría
cuesta abajo.
Incluso la gravedad.
Estaba furiosa.
Decidió hacerse un regalo.
Iba a organizar una fiesta, la suya, con sus amigas
de siempre, sus compañeros laborales, sus compañeros de la escuela, los
matrimonios amigos, su familia y la familia política de sus hijos, primos y
hermanos.
TODOS!!!!!! Iniciaría esa década que la angustiaba
custodiada por toda la gente que le era importante.
Hizo malabares meses antes para intentar que todos o
la gran mayoría pudiera comprometerse a ir, no todos vivían cerca, todos
adultos y con sus propios compromisos.
Una
vez que la fecha estuvo puesta, el entusiasmo de los invitados la contagió y
dieron las pilas necesarias para continuar con algo que usualmente hubiese
odiado.
Contrariamente a lo que era su manera de ser, fue de
una diseñadora de alta costura y se hizo hacer un vestido en gaza con todos los
colores del mar, escote vertiginoso y un tajo que se abría estratégicamente cuando
ella caminaba, breteles delicados, brillantes, y altos tacos haciendo juego.
La noche llegó, había preparado con el DJ un power point
con un tema lento pero muy fuerte que le encantaba, en èl estaban todos los que
habían compartido ese medio siglo de vida…aún los que ya se habían ido y la
esperaban Dios mediante del otro lado.
Mientras
los veía a todos de pie, observando, riendo y comentando la pantalla gigante,
se tomó su tiempo para disfrutarlos, eran muchos, pero todos tenían un lugar en
su corazón, en su alma, en sus recuerdos….los quería tanto, significaban muchísimo.
Por supuesto que esos afectos eran su único capital válido….estaba
feliz, cada uno desde el más demostrativo al más distante, se había hecho un
lugar entre sus compromisos cotidianos, su vida, para darle un beso y un abrazo
ese día tan especial…y podría darse el
lujo de bailar el vals con su padre….claro que nos sería un vals, habían decidido
con el planner que musicalizarían los mejores lentos de su época…ya estaba
disfrutando.
En la pantalla gigante se veía a ella misma dándoles
las gracias a todos…brindando, en un momento más los invitaría a girarse y ahí
muy histriónicamente, bajaría la escalinata al pie de la cuál la esperaban sus
amores, marido, hijos y….nada de nietos todavía.
Los cincuenta llegarían después de doce, y ella
estaba espléndidamente custodiada para esperarlos…. Se sentía feliz, estaban
todos….¿Podía pedir algo más?.
Cambio de música! Era la señal…la diversión estaba
por comenzar y ella se sentía…de diez!!!!
Patricia Figura, diciembre de 2015
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