COMO EN LAS NOVELAS.
Pero
sucedió, en realidad pasó y tal vez basado en una historia irreal…ocurrió
porque ellos quisieron, lo buscaron, o la egolatría de ambos no
les permitía vivir un amor convencional…enamorarse de un compañero que los
complemente.
La
sensual frialdad de él disfrazada en buena onda y entrega total por el tiempo en
que su fastidio interno se lo permitiese…la comodidad de ella camuflada en
desinterés, su seguridad cifrada en cientos de cabezas girando a su paso… no eran hermosos … pero aceleraban el
pulso, tenían ese algo que para el sexo opuesto es sumamente atractivo.
Seguramente
fue la combinación de esos factores, sumados a las circunstancias…¿al hecho de saber que no iban a amar a
quien les hiciera sombra?.
Una
cuenta pendiente de la adolescencia?
Si
se hubieran permitido algo más en su momento…¿se hubiese dado ese matrimonio
después?....
Eran amigos.
Incluso
él fue el novio feliz de la amiga más íntima de ella….por dos semanas, donde se
concretó ese beso que nunca se olvidó y que fue el corolario de interminables
meses de idas y vueltas.
Horas
de confesiones teenagers donde el “no me
llama”, “lo vi”, “no me mira” ,“al final para qué nos arreglamos”, “ahora no me
gusta tanto”, “la nueva está buenísima” ,“la quiero, pero como amiga”, “vos
también sos linda y eso que tiene que ver”, “ me sacó a bailar apenas
largaron”, “lo vi tomando un helado con cara de mongo con la rulienta”, “ viste
el auto que tiene el padre????”, “ no, que te haga pata otro, con esa no bailo”
y un millón más iban y venían en el grupo que invariablemente se encontraban en
los cumples de quince, los bailes en casa de los que tenían patio grande, club,
playa y donde eligieran pasar las tardes
o noches un grupo heterogéneo y compañero.
Ellos siempre estaban juntos, se reían
de las mismas cosas, tenían onda, él le tiraba abajo cualquier posible
pretendiente, ella lo quería para su amiga
Después
todo se fue disolviendo, cada uno fue buscando su lugar, su futuro, su estudio,
trabajo, geográficamente, salvo cuatro o
cinco del clan, se dispersaron.
Hasta
que varios años después, se cruzaron casi por casualidad en el boulevard de la
ciudad testigo de la lejana etapa vivida en común.
Ellos
dos.
A
solas.
Con sus mismas sonrisas, con
alegría, se tomaron de las manos, se besaron, abrazaron y no se separaron en toda la
tarde.
La
mesita del bar fue testigo de doce años de anécdotas, novedades, desencantos,
matrimonios fallidos, solterías, enamoramientos y viajes que salían a
borbotones por las bocas de ambos.
Con
el intercambio de celulares, llegaron los mensajes, llamados, pero por algún motivo ninguno de los dos
incluyó a los otros.
Ella se sentía en la “obligación”
de avisar que había vuelto a verlo…daba
vueltas, justificaba su silencio, minimizaba la cuestión y disfrutaba a su
amigo todo lo que podía.
Él por su parte jamás se sintió en
deuda con nada ni con nadie.
Caballero
a morir, después de los primeros encuentros no le contó más nada de lo que
parecía una activa vida sexual, ya su plan estaba en marcha.
Ella
venía de un amor tan intenso como doloroso… no quería saber nada de nada con
nadie.
_Sos
loca nena, mira si te vas a retirar en la mejor edad por un estúpido, no era
para vos, punto… hay miles de tipos más_ estaban en la playa tomando sol,
ninguno tocaba el agua barrosa donde los pies no se veían… disfrutaban del
viento suave y la música de los paradores.
_No
era estúpido, no se enamoró de mí, la pasábamos bárbaro…era el tipo ideal… pero
nunca dudó… yo le gustaba muchísimo pero no sentía nada más_ suspiró y una
mueca de tristeza le cruzó el rostro, cinco meses después no podía sacarlo de
su cabeza.
_No
existe el tipo o la mina ideal… uno los idealiza, los inventa, fantasea…. Pero
después a la larga o a la corta la realidad gana, te gusta, te llevas bien,
buena cama y punto._ cual estatua asándose al sol, con su eterno cinismo a flor
de piel y dejando en claro que nadie es imprescindible habló de los
sentimientos de ella como si fueran masa para modelar a gusto.
_Por
favor! ¿nunca te enamoraste? Nunca
sentiste latir “esa vena que pasa por el cuello”? ¿Que se te paralice el
corazón? Que tengas que mirar el reloj veinte veces cuando faltan diez minutos
para ver al otro?_ se incorporó sobre un codo y le corrió los lentes de sol
para mirarlo a los ojos… igual él nunca los abrió.
_Uhh
estás mirando muchas novelas…las cosas no son así… te gusta, estás cómodo y
punto, yo viví diez años con una chica macanuda, divina, mil puntos, tuvimos
como te conté un hijo que adoro y cuido, disfruto todo lo que quieras, pero
jamás en esos años le fui fiel con el cuerpo…nunca, y no sentía que le
estuviera haciendo algo “a ella” jamás la privé de nada, pero … bueno… llegó un
punto en que las discusiones ganaron y yo en ese momento sabía que no iba a
cambiar, así que antes de odiarnos… nos separamos_
_Entonces?
No te entiendo cuál es el mensaje… qué me querès decir?.... o te conformas con
lo que el otro tiene para darte o quedate solo?_ le tironeó despacio la nariz
para que abra los ojos y la mire, ella le ocultaba el sol con su propio rostro.
Bajo
las largas pestañas de él aparecieron los ojos siempre traviesos y divertidos,
sobre todo cuando ella se sentía en desventaja.
_Exactamente
querida….jamás le pidas peras a un olmo._
_No
le pido peras al olmo, simplemente no me gusta que se las vaya a buscar a otro
lado_ le volvió a calzar los lentes no muy suavemente y se recostó a su lado.
Quedaron
en silencio un rato, ella medio enojada, él con su inalterable cara de póker.
La
gente comenzaba a levantar sus cosas, el sol se estaba ocultando en el otro
lado del río detrás de los edificios tradicionales de la avenida costanera.
Riéndose
como siempre la abrazó y le dio un sonoro beso en la mejilla, con un codazo lo
apartó y si bien no estaba muy segura del motivo de su enojo, la decepcionaba
la manera de pensar de él.
La
idea de no poder confiar en nadie, de no poder formar una familia, un hogar,
saber que la traición está a la vuelta de la esquina le provocaba un nudo en el
estómago…quería tener hijos, una casa,
un marido, siempre se había visto como esposa “de”, finalmente en eso también
le había ido mal…años de noviazgo para descubrir que su novio en realidad le
daba seguridad pero nada de emoción.
y
cuando por fin se sentía bien con alguien, él no se moría por ella.
_La
verdad es que estoy cansada_
_De
mí? _ se estaba sacudiendo la arena del short para ponerse boca abajo y poder
mirarla mejor.
_Pero
no!!, de la situación en general, me embola tener la edad que tengo y estar a
las vueltas, me gustaría que por arte de magia mañana amaneciera con un lugar
propio, un marido que trabaje bien, me proteja, terminar el día charlando,
comiendo algo, esperarlo y que me espere, saber que si tengo fiebre me va a
ofrecer un té, salidas en parejas los fines de semana, sol y asado los
domingos…no se, lo que siempre perseguí y nunca se me dio con la persona
justa._ no lo estaba mirando a los ojos,
por lo tanto no vio su sonrisa comprensiva, su gesto.
_ Te querès casar conmigo?_ si bien lo dijo en
tono divertido y ligero, algo le decía que no era una broma.
Le
hizo un gesto de “dejate de jorobar” y como había comenzado con su idea la
siguió desarrollando hasta el punto de lo absurdo.
-Sabes
qué más me gustaría? Haber nacido doscientos años atrás_
_Estarías
re vieja_ la interrumpió él – y no te quedaría la bikini como te queda ahora, ni esos jeans que tenías
anoche, ni el escote para sumergirse
qu…ay, me hiciste mal_ se pasó la mano por el costado en que ella riendo lo
había pellizcado.
_
Me refiero a esa época en que los padres te elegían el mejor partido posible y
listo, chau, te dedicabas a vivir y
punto_
_Ah,
bueno, la ley del menor esfuerzo, aparte te contradecís continuamente, en ese
entonces la promiscuidad era la bandera y la mujer no decía ni pio, menos
separarse o trabajar fuera del hogar….mmmm no, no te veo, quedate en tu época
nomás que hacer un bolso no cuesta nada._ ella se encogió de hombros y se sentó
como chinito.
_No
me contestaste, te pregunté si te querías casar conmigo…te cumplo tu deseo de
abrir los ojos y tener un lugar, un marido, un hogar… lo de los hijos lo
podemos hablar más adelante.
_
Porqué te querrías casar conmigo? – lo dijo en un tono como si fuera portadora
de alguna peste o algo así.
_Porque
yo también quiero esas cosas y vos sos mi amiga, sos divina, nos divertimos…si
nos va mal no nos vamos a sacar los ojos, es cierto que los años pasan y ya no
me interesa tanto la calle, la joda, amanecer con piernas diferentes en mi cama
todos los fines de semana…no necesitas padres que te hagan un buen arreglo… te
vengo como anillo al dedo._ era increíble que estuviese hablando en serio.
_Es
28 de diciembre?_
_No,
estamos en noviembre_
_Me
suena de lo más incestuoso…. Por lo menos uno “debería creerse enamorado”…algo…
no se, cómo me voy a casar con un amigo?...¿Porqué
casarse?..._
_Ves
que te contradecís continuamente… aparte, ¿qué incesto?.
Poneme entre cuatro paredes con vos y te
demuestro que no hay ningún parentesco_ más allá del rubor disimulado por las
horas de sol, los dos se rieron.
_Te
lo propongo en serio, de verdad, no te digo que estoy loco por vos, pero
queremos lo mismo, me gustaste siempre y ahora más y nosotros nos tenemos
confianza, creo más en una buena amistad con mucha atracción sexual que en un
gran amor_
Ella siguió muda.
A
la noche cuando salieron a tomar algo, ella seguía sin hablar, no podía dejar
de pensar, él estaba más que divertido y exigía un “adelanto” a su contrato
matrimonial.
Era
de novela, de película, por otro lado la practicidad del asunto le daba miedo.
Una
vez que se acostaran las cosas iban a cambiar por fuerza, nadie amanece en el
mismo colchón que su amigo sin que las cosas sean diferentes.
Estaba
dispuesta a intentarlo…tal vez sea cierto eso de que el amor llega con el
tiempo, con los momentos compartidos, con los proyectos y los hijos… de
cualquier manera no se iba a quedar con la intriga, le gustaba la idea de un
marido tan atractivo, sexy y divertido como él…ni que hablar cuando se
enteraran los del grupo!!!!!!.
Pero
eso ya era parte de otra historia.
Y
a su manera muy particular, se querìan, no se amaban, es cierto, pero tenìan
màs que muchos para comenzar.
_Si,
me quiero casar con vos_ le dijo mientras cenaban, él no pestañeo, tampoco se
rió como hacía siempre, simplemente levantó su copa y brindando dijo… “por
nosotros”.
Patricia
Figura, diciembre de 2012
Será de novela, será arriesgada, pero me gustó. Ha! y da para más!!!! contame cómo les fue!
ResponderEliminarjajajaj susi con vos mis cuentos terminan teniendo "capìtulos" jajajajajajaja
ResponderEliminar